Suspendido en el aire en una palmera, Bad Bunny sobrevuela el Estadio Nacional. Lo hace cantando “Un coco”, una de las letras más emotivas de su último disco. Miles de celulares, flashes y luces del escenario apuntan a él. Es “The World’s Hottest Tour” frente a nuestros ojos. ¿Cómo un artista que hace cinco años cantaba en la discoteca Kenko de Ate, o en el 90 aniversario del Sport Boys del Callao, pasó a presentarse en dos shows sold out en el Estadio Nacional de Lima?
Los previos
El “Tour más caliente del mundo” es la primera gira de estadios de Bad Bunny. Del “Choliseo” de Puerto Rico a los estadios más grandes de Estados Unidos y Sudamérica (con excepción de Brasil), y también a Perú. Desde muy temprano hay bullicio en los alrededores del Estadio Nacional, con carpas de los fans que acamparon y jóvenes cantando los éxitos del reggaetonero. También hay revendedores de entradas (a pesar de que la nominación ya había terminado), así como gente que “vende” lugares en las colas para los que quieren ahorrarse algunas horas en el ingreso. Todo el merchandising no oficial del músico, con gorras, polos, poleras y varios accesorios, también salta a la vista.
Las puertas del estadio se abrieron a las 3 de la tarde, horas antes del espectáculo mayor. Mientras tanto, Steve y DJ Towa fueron los encargados de ambientar el Nacional en modo fiesta. Éxitos de los mayores exponentes del género urbano sonaron uno a uno para recargar de energía al público, donde incluso hubo una pedida de mano antes de que aparezca siquiera el ‘Conejo Malo’. Cerca de las 8 de la noche, la banda nacional Tourista salió al escenario, y aunque hubo abucheo inicial (casi inevitable luego de toda la polémica generada en la última semana), supieron sortear al público y cambiar silbidos por aplausos en su poco más de media hora de show (con feats. con los raperos Nero Luigi de Inkas M.O.B. y Vijay Kesh). El trío nacional cerró su presentación con el hit “Explotar contigo”.
De Benito Antonio Martínez Ocasio (Puerto Rico, 1994) se podrían decir muchas cosas: que era un tímido chico de Vega Baja, que trabajaba en un supermercado. Este hijo del Soundcloud pasó al estrellato local con “Diles”. Y, claro, que su vida cambió luego de un trabajo de años en shows para discotecas de todo el continente que lo llevó a Perú, donde cantó en Ate, Chiclayo y el Callao. Pero en esa convicción de seguir persiguiendo el sueño, el puertorriqueño comenzó a lograrlo, sea por el feat con J Balvin (“Si tu novio te deja sola”, 2017) o el look rapado pero con una pañoleta y lentes oscuros (así sea de noche). Benito avanzaba.
Luego llegaría un tema con Drake (“Mía”), la participación estelar en “I like it” de Cardi B que lo llevó al festival de electrónica “Tomorrowland”, o la corta pero fructífera presentación en el Superbowl 2020. Y entonces la pandemia hizo que toda su creatividad saliera a la flote. Desde entonces, cuatro álbumes del reggaetonero han visto la luz: “YHLQMDLG”, “Las que no iban a salir”, “El último tour del Mundo” y “Un verano sin ti”. El último de ellos, “Un verano sin ti”, lo trajo de regreso al Perú.
El 'party'
“Moscow Mule” es la canción elegida para abrir el show que inició minutos antes de las 10 de la noche. Celulares de todo tipo se levantan sobre las cabezas para grabar el inicio del concierto y, aunque los gritos ensordecen, casi todos se dan maña para cantar.
Vestido con un pantalón claro floreado, polera lila y chaleco beige, Bad Bunny está listo para darlo todo. La primera parte del show incluye temas como la pegajosísima “Me porto bonito” (ft. Chencho Corleone), la recontra viral (gracias a TikTok) “Efecto” y “Party”, en la que hace su primera aparición el particular elenco de baile que acompaña siempre al ‘Conejo’. Bailan, sí, pero también se divierten como pocos. Son parte integral de la fiesta en la que Benito es el amo y señor.
“Me gusta la energía que tiene Perú. Ustedes dijeron que quieren perreo toda la noche, nosotros ‘tamos ready. Les dije que este era un ‘party’ y necesito que piensen que todos estamos en la playa”.
En esta “playa” llamada coloso de José Díaz nadie usa bikini. De hecho, el frío hizo que Bad Bunny no se saque ni el chaleco ni la polera. Pero aun así se goza al ritmo de la música. Desde las mamás que trajeron a sus hijos adolescentes o las parejas que deben ser embajadoras de TikTok, que no dejaron de usar el app en todo momento. Y si se mira hacia el escenario, por momentos los celulares ocupan el campo visual.
Resignado ya a ver ese paisaje de pantallas líquidas más que el show en sí mismo, escucho los clásicos de “X100pre”, el álbum con el que inició todo. Suenan en una versión bastante fugaz “Ni bien ni mal”, “200 mph”, “La romana” y “Estamos bien”. Basta mirar rápidamente a los costados para darse cuenta que la mayoría quizá ha escuchado a Bad Bunny desde el 2020. Mención especial para el “Contigo Perú” que sonó durante una breve pausa tras el hit “Te boté”.
Luego el concierto tiene su espacio reservado para “Yo hago lo que me da la gana”, el álbum lanzado en marzo del 2020. No faltan “Si veo a tu mamá”, “Bichiyal”, “Yo perreo sola”, entre otras canciones, todas convertidas en algún momento en ‘challenges’ tiktokeros que el público sí reconoce fácilmente. “Safaera”, que pocos han podido bailar o disfrutar en una fiesta (gracias a la pandemia del COVID-19) cierra esa parte del concierto.
Una particularidad (aunque no tan novedosa) fue la entrega de pulseras a los asistentes. Cual show de Coldplay, del cual ya pasaron dos meses, las pulseras de “The World’s Hottest Tour” se iluminan con cada canción del puertorriqueño, y encienden aún más esta fiesta caribeña que es la temática del último álbum de Benito.
“Gracias a todas las personas que fueron a mis primeros shows en discotecas aquí en Perú. Gracias a todos los que me escuchan desde el 2016, 2017″.
Recientemente elegido artista del año para Apple Music, con millones de reproducciones en Spotify y varios temas incluidos en la lista de las mejores canciones de reggaetón de todos los tiempos de la revista Rolling Stone, ¿no estamos acaso ante el artista más importante del momento? Sold out en todos los estadios, más de 2 horas y media de concierto. La respuesta parece ser clara.
En el tema “Un verano sin ti”, Bad Bunny recibe el celular de una fan, toma el selfie para la posteridad ante los gritos ensordecedores del público. Unos delfines gigantes aparecen en “Dákiti”, y luego, cual Gokú en su nube, Benito tiene tiempo para subirse a una palmera “voladora” (en realidad, suspendida por cables) para cantar “Un coco” y “La canción”.
En la recta final, el puertorriqueño se da un tiempo para agradecer el apoyo a su música, no solo a la de él sino a la de todos los artistas de su país, reconocido mundialmente por la salsa. “Me fui de vacaciones” y “El apagón” (casi una oda a Puerto Rico) también suenan entre las tribunas Estadio Nacional, testigo colosal de una fiesta que se acaba.
Pero el final no podía llegar sin su merenguito. “Después de la playa”, tema donde el puertorriqueño experimenta aún más con los ritmos latinos, ponerle punto final a una presentación impecable del que es hoy, aunque les duela a los puristas musicales, tuiteros y críticos de todo, el artista más importante del mundo.
Un show que tendrá su repetición este lunes. “Dime, Lima, ¿vamos pal mambo o no vamos pal mambo?”