Crearon su nombre por una película de los años 30 (“G-men” sobre unos agentes del FBI), se formaron en inicios de la década del 80 y hoy, casi a la mitad del 2025 son capaces de llenar un estadio ubicado a casi 10 mil kilómetros de Madrid, la ciudad donde comenzó todo. Si uno siempre vuelve a donde fue feliz, ellos lo demuestran con creces. Volver al lugar donde, de alguna manera, todo comenzó. Los se apoderaron de Lima en un concierto sold-out hace varios meses y así vivimos el show de los españoles en el estadio Nacional.

El cronómetro en las pantallas del estadio avanza a paso lento. Queda más de media hora para el inicio del concierto y las sillas de la zona Platinum (luego todos vieron el concierto de pie) van ocupándose en su totalidad. En la otra zona de campo la cancha luce ya abarrotada, mientras que en las tribunas el lleno ya es total. Solo falta que el reloj marque las 9 de la noche y así, señores y señoras que han venido en pareja, otros más jóvenes que también son fans, podrán disfrutar de la banda que regresa tras algunos años de ausencia. “Voy a pasármelo bien” abre el concierto de Hombres G, como un preámbulo de lo que se viene.

Vamos a cantar un montón de canciones, que vais a cantar con nosotros, y sobre todo, la vais a pasar de puta madre”.

La particularidad de un show de Hombres G es que en su gran mayoría, el público canta casi todas las canciones de la banda. Clásicos de los 80, éxitos de los 90 y temas que también se dejaron oír en este siglo XXI. Suena lejano y parece extraño, pero los singles de hace 40 años aún pueden sonar bien y se mantienen vigentes en el tiempo, gracias a públicos como el de ayer.

Temas como “El ataque de las chicas cocodrilo” y “Tengo una chica”, o baladas como “Si no te tengo a ti” o “Un par de palabras” retumban en un estadio Nacional lleno y sediento de más hits. Bueno, pidan y se les dará.

David Summers (vocalista y bajista de la banda) y compañía se dirigen una vez más a su público, esta vez para contar que en esta gira han querido recuperar algunas canciones del baúl, temas que no tocaban hace muchísimos años. Y presenta así “Mis amigos”, luego “Dos imanes” y “Dejad que las niñas se acerquen a mí”.

“Eran los años 80. Y alguien del equipo nos dice: “Nuestra canción ‘Sufre, mamón’ (Devuélveme a mi chica) está sonando muchísimo allí. Hay que ir a Perú”. Fue la primera vez que pisamos tierras americanas y hoy, es una maravilla ver este estadio lleno, lo bueno que sóis con nosotros. Esta es una de mis favoritas de todos los tiempos. Les dedico esta canción de amor”. Y suena “Te quiero”

Es importante recordar que cuando comenzaban a sonar con mucha más fuerza, los músicos optaron por visitar Perú. Era 1987 y su primera gira internacional los llevó por Piura, Chiclayo y Trujillo. Cerraron con broche de oro con dos shows en el estadio Nacional de Lima. Volver.

Y luego una de las más esperadas de la noche: “Indiana”, que fue cantada en un hermoso dúo entre los Hombres G y el público. “Lawrence de Arabia”, “Nassau” y “Suéltale el pelo” sirven para presentar a toda la banda. Que sí, son 4 (David Summers, Dani Mezquita, Rafa Gutiérrez y Javi Molina) pero son más los que los acompañan en el escenario. Músicos soporte, una corista y trompetistas hacen que la música de esta legendaria banda española suene mejor en vivo.

“Visite nuestro bar” y la emblemática “Marta tiene un marcapasos” suenan y nos hacen notar que el final está cerca. La banda desaparece por unos segundos, se toma un descanso y luego Summers retorna frente a las más de 30 mil almas congregadas en el estadio Nacional. Los flashes de los celulares crean una atmósfera íntima y digna de enmarcar.

“El cielo está nublado y a lo lejos tú

Hablando de lo que te ha pasado

Intentando ordenar palabras

Para no hacerme tanto daño, tanto daño y yo…

Sigo temblando…”

Algunas lágrimas después vienen “No te puedo besar”, “La carretera”, “Te necesito” y el cierre a una noche inolvidable con “Venezia” y “Devuélveme a mi chica”. Más de 25 canciones que retumbaron en el Nacional, que nos demuestran que una banda, aún 40 años después, puede seguir vigente y fuerte, inseparable (aunque pausaron el proyecto por algunos años a inicios del 2000) y sobre todo, con ganas de seguir tocando.