No importa si es Japón, España o Perú. Garbage siempre comenzará sus conciertos con “Supervixen” en un hora que sea número primo. Es su cábala, la primera canción que crearon para el primer álbum que lanzaron. El resto de eventos que pueden suceder en sus conciertos, incluidos los saludos y el típico “buenas noches, querido público”, son negociables. Puntualísimos empezaron a las 9:00 p.m., sin saludar ni emitir un solo mensaje para no romper el hechizo de conseguir una buena presentación, algo que en definitiva lograron la noche del lunes.
La cantante escocesa Shirley Manson fue la estrella del espectáculo. Al finalizar la segunda canción, soltó una frase que resume todo el concierto: “¡Mier$@, esto es demasiado increíble!”. Palabras que contrastan con su vestido, que recuerda a un algodón de azúcar y que parece tener un sabor ácido, al igual que las letras que, con sutileza, dedica a algunas personas en el público. Y estas, al escucharlas, cambian las manos alzadas con sus celulares por puños por puños y aspavientos.
Es inevitable no detenerse cuando comienza el cover de “Cities in Dust”, que logra el mismo efecto que el original de Siouxsie And The Banshees, levantando a todo el público. Aunque muchos intentan en vano alcanzar los tonos agudos del coro de la canción y cientos desafinan, la vocalista de 57 años se mueve por cada rincón del escenario hasta que se le queda pequeño. Entonces baja. El reflector la sigue, al igual que cientos de cámaras. El anfiteatro es suyo hasta que finaliza el solo de guitarra de Steve Marker y los golpes incesantes de Butch Vig, el baterista que fue reemplazado en 2016, pero que hoy hace acto de presencia por primera vez en Lima.
Los celulares contraatacan
Al momento de tocar sus temas clásicos, como “Paranoid” y “Stupid Girl”, vuelve esa costumbre de la audiencia grabar videos que, inevitablemente, saldrán desenfocados o con malos ángulos ¿Cómo evita esto Garbage? Aumenta el volumen, acelera el ritmo y los movimientos erráticos de la cantante. De inmediato, los puños vuelven al aire, así como los pequeños saltos y otras sutiles danzas rockeras que consisten en mover un poco la cabeza, fumar un cigarrillo y mover el pie al compás de la canción. Es una victoria para la banda que se toma la libertad de permitir que su público cante algunas partes.
La dinámica cambia con las canciones de su reciente álbum “No Gods No Masters” (2023). En su lugar, juegos de luces aparecen para acompañar la imagen de unas esculturas de ángeles llorando que se encuentran detrás de ellos y que, si bien parecen fuera de lugar, funcionan como un evidente recordatorio de que la banda se encuentra en una gira promocional y no en una celebración por sus tres décadas de carrera.
Antes de continuar Shirley Manson se sienta, no por cansancio, sino porque se está preparando para el mayor éxito de su carrera, “Only Happy”, que comienza con un error del guitarrista y es seguido por una risa nerviosa de la escocesa, pero el show debe continuar. Algunas cámaras de celular se encienden, pero muchas otras se apagan. El piso del anfiteatro empieza a temblar, una marea de personas salta, las manos se alzan frenéticas y los que no se saben la letra tararean. Todo es válido en este momento. Vasos de cerveza vuelan y también carteles hasta que la canción llega a su fin. Pero la emoción persiste hasta el pseudo-final con el tema “No Horses”.
Garbage se retira, esperando la ansiada petición del encore, para luego regresar “sorpresivamente” y tocar un par de adicionales. La noche concluye con “Cherry Lips” y una despedida que se realiza como si fuera el comienzo de la presentación. Tal vez sea otra cábala, esta vez para poder regresar a Lima, tal y como prometieron, aunque en ocasiones eso no depende de ellos.
De todas formas, regalaron una noche inolvidable.
- Supervixen
- #1 Crush
- Men Who Rule
- Run Baby Run
- Special
- Wolves
- Bleed Like Me
- On Fire
- Cities In Dust
- Paranoid
- Stupid Girl
- NGNM
- Cupp Of Coffee
- Godhead
- Vow
- Only Happy
- Push It
- Grow Up
- No Horses
- Trick Is To Keep Breathing
- Cherry Lips