Sandro Labenita, Genko Gutiérrez y Rui Pereira: el trío armado que conforma Tourista.
Sandro Labenita, Genko Gutiérrez y Rui Pereira: el trío armado que conforma Tourista.
Czar Gutiérrez

El mar se estría en doce rompientes compactas antes de besar la arena. Olas de gran altura, tubos perfectos y preciosos derrames de espuma en los famosos "cuatro kilómetros de oro" de Punta Hermosa. Al calor de esa alfombra de arena germinaron verdaderos campeones del mundo, ya se sabe. Su imán funciona también en invierno, especialmente sobre sujetos debilitados por la poesía como Rui Pereira (33), líder de y heredero de una estirpe musical que se remonta a Los Shain's, Los Drags y cristaliza en El Polen: el desaparecido guitarrista Raúl Pereira del Mar fue su padre.

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"Tú sabes, viejo, el rock siempre fue así / corriendo siempre y ser feliz / dejar tu marca antes de morir / dile al sol que le voy a cantar", proclama su hijo en "Déficit de atención" (2012), EP debut de una banda independiente capaz de fabricar un sonido que parecía venir desde alguna orilla del Hudson. O del Támesis. Ocurre que la instantaneidad de la información ha disuelto fronteras. Y está probado que la interfaz hombre-máquina puede generar obras que se multiplican y se estandarizan. Pero este no era el caso: Tourista se presentó en sociedad con tanta pureza y espontaneidad que aquellas cinco canciones siguen sonando bajo su oleaje de cristal.

Disco: "Fantasmas". Año: 2019. Sello: independiente.
Disco: "Fantasmas". Año: 2019. Sello: independiente.

—Mar y pop—
"En el 2011 me mudé a Punta Hermosa con mis equipos para hacer música. Me aislé medio año en una modestísima casa alquilada y atravesé uno de los inviernos más crueles, fríos y húmedos. Allí, golpeado por la soledad, conocí a Sandro [Labenita]. Ambos estábamos sin trabajo y sin casa. Luego nos alojamos en una sala de ensayo improvisada de Jesús María. Ensayábamos de 8 a 10 horas, nuestra comida era chancay con queso en chisguete y jugo de sobre", recuerda Pereira. "Caminaba desde Jesús María hasta Barranco porque no tenía ni una 'china'. En la avenida Brasil armaba canciones en mi cabeza para no pensar en la distancia. Cuando terminaba la canción, ya estaba en los bares del boulevard".

Claro, venía de experimentar con punk adolescente (La Forma), el electroacústico pachanguero (5 Esquinas) y la electrónica con Dengue Dengue Dengue e Israel Vich (Comestible). Por su parte, el baterista Labenita tenía un bar en Punta Hermosa y soñaba con formar una banda. Cosa que ocurrió con la llegada de Genko Gutiérrez, que enseñaba música y se apoderó de los teclados para el golpe maestro con "Colores paganos" (2016), un portento de 13 canciones que los catapultó a la cima del indie nacional. Por eso abrieron los conciertos de The Killers, Capital Cities, Wild Nothing y Pet Shop Boys, entre otros. Viajaron por Latinoamérica, EE.UU. y Europa. Y acaban de aparecer con su tercer esférico, "Fantasmas", trece cortes masterizados por Joe Laporta, ingeniero de sonido de David Bowie, Imagine Dragons, Vampire Weekend, Foo Fighters y The Postal Service, nada menos.

—Sustancia radical—
Una intro espectral cede ante un pop perfectamente luminoso, sincopado y bailable ("Como un fantasma") precediendo el elegante tropical "Venganza" y esa impresionante exhibición de velocidades llamada "Pesadilla". Con "Casual" caerá el primer lento atravesado de guitarras que la seccionan, sin que "La noche", ese ambiental altamente prescindible, la quiebre. Porque acelera con la subyugante cámara de ecos "Fuente de poder" y el lúdico dubstep "Este fuego", preámbulo a "No perdona", un huaino exquisito e impagable. Los inexplicables segundos de "Arañas" tampoco fracturan la fiesta, que regresa con las radiables "Te vi llorando" y "Otra noche", para cerrar con un híbrido peruano refinado, delicado y majestuoso: "Niña bonita, agua clarita / coca, papita, choclo, frutilla / niña bonita, ayahuasquita / maracuyá pa' la niña bonita / nieve serrana, pampa y la puna / y en la montaña, qué tal fortuna / niña bonita, negra, cholita / india, garota, rota, guajira".

Toda una simbiosis que, detrás del escenario, compromete a una banda desprejuiciada que buscó ser 'mainstream' sin sonrojarse. Una inteligente rotación de videos, estrategias de 'booking' y ese cuidadoso equilibrio entre la táctica (comercial) y la sustancia (artística) alcanzaron perfecto anclaje con su línea de flotación: sus canciones, su arte. Ese bloque compacto que fusiona house, dancehall, dembow y moombahton con ritmos andinos y afroperuanos, con tanta soltura que es posible sentir hasta una pátina de nostalgia vallejiana. Y, al final, una tormenta de electricidad controlada que termina bebiendo de su propia belleza.

Disco: "Colores paganos". Año: 2016. Sello: independiente.
Disco: "Colores paganos". Año: 2016. Sello: independiente.

EL DATO
Para octubre está previsto el concierto oficial de lanzamiento de "Fantasmas", álbum del que acaban de estrenar los videoclips "Venganza" (https://youtu.be/I0ciD9G38LY) y "". Luego estarán en el festival .

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