Hoy en día las mascotas hacen parte de las familias y muchas personas cuando se van de viaje desean llevarlos con ellos en el avión. Sin embargo, en ocasiones los perritos no pueden ir en la cabina con sus dueños y les toca irse junto con el equipaje. Esta situación suele causar preocupaciones a las familias, pues no pueden verificar cómo se encuentra su perro.
Una pareja inglesa vivió un calvario, pues en su mudanza de Londres a Nashville, en Tennessee, Estados Unidos, la aerolínea British Airways extravió a su perrita, Bluebell, y la envió a la otra punta del mundo, en Arabia Saudí.
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Madison Miller, la dueña de Bluebell, le comentó a los medios nacionales que cuando llegó al aeropuerto de Nashville le entregaron un perro que no era el suyo. Desde ese momento la aerolínea les comentó que probablemente Bluebell había sido introducida por error en otro avión.Casi una hora después, los trabajadores del aeropuerto confirmaron la ubicación de la mascota en el país árabe y le mandaron una fotografía a los dueños para que pudieran comprobar que estaba bien.
El animal tuvo que aguantar tres vuelos de un total de 63 horas para poder regresar con su familia. Miller le comentó al medio local ‘WSMV’ que ella esperaba que cuando se reuniera con Bluebell ella iba a estar feliz por verlos de nuevo. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario.Madison asegura que su perrita no es la misma desde este inconveniente: “Tuvimos que ir y agarrarla porque estaba muy horrorizada y fue entonces cuando supimos que algo andaba mal”, comentó su dueña.
Su comportamiento no cambió al llegar a su nueva casa, pues constantemente se sienta sola en una esquina, llora y mastica las puertas, cosa que antes no hacía. Con respecto a este inconveniente, la mujer dijo que no saben cómo pudo ocurrir esta situación ya que tienen varios controles de seguridad.
Por este motivo, Madison Miller le pidió explicaciones a British Airways, quien ha remitido una respuesta formal de la compañía que se encarga de las mercancías en vuelo, IAG Cargo, que en un comunicado pidió disculpas:
”Pedimos perdón. Como compañía, tenemos la responsabilidad de cuidar a los queridos animales de nuestros clientes y estamos investigando cómo pudo ocurrir esta redirección. Aunque el viaje de Bluebell fue más largo de lo que debió ser, nos aseguramos de que tuviera espacio en el primer vuelo con destino a Nashville”, afirmaron.
Asimismo, explicaron que durante el tiempo que la perrita estuvo con ellos, se le dio comida con frecuencia, tuvo caminatas al aire libre para estirar sus piernas y estuvo ocho horas con el equipo del centro de recepción de animales de Heathrow.”A pesar de las medidas, entendemos que esta ha sido una situación preocupante para Bluebell y sus dueños y nos mantenemos en contacto con ellos para resolver la situación”, concluye el comunicado.