Nuevamente, Corea del Norte decidió no quedarse al margen de las preocupaciones geopolíticas mundiales y lanzó, otra vez, misiles para advertir que siguen desarrollando sin descanso su programa nuclear.
En una importante escalada, Pyongyang lanzó nada menos que 23 misiles en pocas horas, un récord en un solo día, que además provocó la respuesta de su vecino del sur, que no dudó en disparar tres misiles aire-tierra.
De acuerdo con el ejército de Corea del Sur, uno de los proyectiles de Pyongyang cruzó la Línea Límite Norte (LLN), la disputada frontera marítima entre ambos países, y cayó cerca de las aguas territoriales del Sur. “Es la primera vez desde la división (de la península en 1953) que un lanzamiento norcoreano cae en nuestras aguas nacionales”, dijo en un comunicado el teniente general surcoreano Kang Shin-chul, jefe de operaciones del Estado Mayor Conjunto, que añadió que la acción es “absolutamente inaceptable” y que el ejército respondería “con decisión”.
Por su parte, el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, aseguró que esto “constituye una invasión territorial de hecho”.
Esta ráfaga de disparos llevó a las autoridades surcoreanas a lanzar una inusual alerta de ataque aéreo en la isla de Ulleungdo (este) y a pedir a sus habitantes que se refugiaran en búnkeres bajo tierra.
El ejército surcoreano precisó que Pyongyang disparó en total siete misiles balísticos de corto alcance y otros 16 misiles, incluidos seis tierra-aire.
Una estrategia nacional
¿Qué busca el régimen de Kim Jong-un con el incesante lanzamiento de misiles? Para Francesco Tucci, analista internacional y docente de la UPC, el objetivo es “desarrollar su capacidad para lanzar misiles balísticos intercontinentales. Quieren llegar a tener un arsenal de misiles que pueda constituir una verdadera disuasión nuclear. Ese es el punto. Y ellos no van a parar hasta tener esta capacidad militar”.
Para el experto, el objetivo es que sus misiles tengan la capacidad de alcanzar territorio estadounidense, para así convertirse en una verdadera amenaza.
“El desarrollo de misiles balísticos intercontinentales es algo que se remonta al abuelo de Kim Jong-un (Kim il-sung), pues quieren tener su arsenal nuclear para alcanzar Estados Unidos, y ese es el punto crucial”, agrega a El Comercio.
Así, señala que el lanzamiento de misiles será “una acción recurrente”. “Corea del Norte no va a parar con estos ensayos. Habrá más pruebas que involucrarán más o menos misiles, pero no van a parar, porque lo consideran una política de seguridad nacional”, explica.
La tensión en la península coreana se ha incrementado a niveles peligrosos en los últimas semanas ante los insistentes lanzamientos norteños, los ejercicios militares comandados por Estados Unidos, y la posibilidad de que Pyongyang, tal y como apuntan los satélites, pueda realizar pronto su primera prueba nuclear en cinco años.
Aunque las cifras varían de acuerdo al tipo de clasificación, el de este miércoles es el lanzamiento norcoreano número 36 en lo que va del año, una cifra récord según la base de datos de la ONG estadounidense Nuclear Threat Initiative.
Tucci hace un paralelo con la invasión de Rusia a Ucrania, algo que es analizado de manera expectante desde Corea del Norte. “Estados Unidos y la OTAN siguen brindando armas a Ucrania, pero hay líneas rojas que no van a cruzar. No intervienen militarmente de manera directa, todo es indirecto, porque Rusia es una potencia nuclear. Y lo mismo quiere lograr Kim. Él busca tener la misma capacidad de disuasión, y para eso necesita armamento que pueda llegar a territorio norteamericano”.
“Tormenta vigilante”
Adicionalmente, estos disparos se producen en medio de las mayores maniobras conjuntas realizadas por Corea del Sur y Estados Unidos, bautizadas “Tormenta Vigilante”, que implican cientos de aviones de guerra de ambos lados.
Pak Jong Chon, un alto oficial de Corea del Norte, dijo que estos ejercicios eran agresivos y provocadores, según un informe aparecido en medios estatales el miércoles.
“Si Estados Unidos y Corea del Sur pretenden usar fuerzas armadas contra la República Popular Democrática de Corea sin miedo, los medios especiales de las fuerzas armadas de la RPDC desplegarán su misión estratégica sin demora”, expresó. “Estados Unidos y Corea del Sur se enfrentarán a una situación terrible y pagarán el precio más horrible en la historia”, agregó.