Aunque confusos y discretos, los comicios celebrados el martes 23 en New Hampshire fueron el pistoletazo de inicio para las elecciones primarias del Partido Demócrata con miras a la carrera por ocupar la Casa Blanca a partir de enero del 2025. Y si bien en la tienda azul el proceso es considerado por muchos como una mera formalidad para que el mandatario Joe Biden tiente la reelección, dos precandidatos han decidido entrar en contienda.
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El 4 de marzo del 2023, más de un mes antes de que el propio Biden confirmara sus intenciones de postular a la reelección, la famosa autora de textos de autoayuda Marianne Williamson (71) anunció que buscaría la nominación demócrata.
Al igual que en el 2020, cuando pasó prácticamente desapercibida en la campaña dominada por las figuras de Biden y Donald Trump, Williamson llega con un discurso en el que aboga por “una visión de justicia y amor tan poderosa que supere a las fuerzas del odio, la injusticia y el miedo”.
Dicho mensaje se vio reflejado, por ejemplo, en su propuesta de crear un Departamento de Paz y asegurar que el gobierno federal debe pagar considerables indemnizaciones financieras a los afroestadounidenses en desagravio por la esclavitud y la discriminación que han padecido durante siglos.
Otro precandidato que desafía a Biden en estas primarias es el congresista por Minnesota Dean Phillips (55), quien anunció su postulación el 27 de octubre del año pasado luego de pedir por meses que el Partido Demócrata brindara otra opción al actual mandatario.
Phillips es uno de los miembros más ricos del Congreso y heredero de la Phillips Distilling Company, el imperio de su padrastro, propietario de importantes marcas de vodka y aguardiente.
No han sido pocas las ocasiones en las que Phillips ha elogiado la labor de Biden; sin embargo, asegura que el partido necesita voces más jóvenes para evitar una situación de pesadilla en la que Trump gane otra elección en noviembre.
Pero, ¿qué opciones tienen de realmente disputar la nominación demócrata?
“Tanto Williamson como Phillips tienen cero chances. Las mismas que tiene Nikki Haley de ser nominada por el expartido Republicano, ahora Trumpiano”, comenta a El Comercio el analista político Hernán Molina.
Según el experto, la presencia de Williamson pese a las nulas chances que posee (apenas obtuvo el 4,6% de votos en New Hampshire) se entiende como “una cuestión de principios, para mantener una conversación sobre temas que no se discuten en el Partido Demócrata”.
En cuanto a Phillips, sin embargo, Molina asegura que el congresista “mantiene una diferencia bastante profunda con Biden y los demócratas sobre el rumbo que debe tomar el país”. Además, puede ser la oportunidad para hacerse conocido a nivel nacional con miras a futuras candidaturas.
- El factor edad -
El argumento de Phillips va de la mano con una encuesta realizada en marzo del 2023 por la Universidad de Monmouth, que reveló que el 44% de los votantes demócratas preferiría que Biden se hiciera a un lado en los comicios del 2024 para dejar lugar a otro candidato.
Con 81 años, Biden posee actualmente el récord Guinness a la persona más longeva en ser electa como presidente de Estados Unidos. Se trata de un factor que al mismo tiempo de despertar preocupación entre los demócratas busca ser aprovechado por los republicanos.
“La edad de Biden es, sin duda, un tema importante. Pero también lo es la de Trump. La diferencia es que la maquinaria trumpiana, que incluye a la cadena Fox y otros medios de derecha asociados al millonario, se ha encargado de abordar insistentemente en la energía de Biden, en su actitud mental”, señala Molina.
De hecho, el récord que ostenta Biden se lo ganó a Donald Trump, quien fue electo en el 2016 con 70 años. La diferencia, según el analista, es que el magnate neoyorquino ha buscado mantener una imagen “llena de estamina” y fortaleza física.
“El discurso de Trump gira en torno de su viralidad, de ser el hombre duro, se considera el líder que puede llevar el país adelante. Un reflejo de eso es que Trump, pese a ganar la elección en New Hampshire, salió a golpear a Nikki Haley, a cuestionar por qué no abandona la carrera”, explica.
Es aún temprano para saber si esta estrategia de Trump funcionará en los comicios de noviembre, pero al momento -junto a la forma que ha encontrado de capitalizar los innumerables procesos judiciales en su contra- parece darle cierta ventaja. Una encuesta de Reuters/Ipsos realizada esta semana muestra que el republicano aventaja por 40% a 34% al demócrata.
Sin embargo, tal como explica Molina, gran parte de la fortaleza de Biden podría residir en ese 26% aún indeciso o que se identifica como independiente. “El efecto Trump es relativo, porque la gente en el 2020 votó por terminar con él y volver a la normalidad. Biden, aún con todos sus problemas, sigue reflejando predictibilidad. Que la economía haya mejorado, que la inflación esté bajando, que todo se acomode después de la pandemia favorece a Biden”, asegura.
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