El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, hizo hoy un guiño a los exiliados políticos con ocasión de la Navidad ortodoxa, coincidiendo con el comienzo del juicio al activista Ales Bialiatski, galardonado en 2022 con el Nobel de la Paz.
“Ha llegado la hora de que nosotros, los representantes del poder, yo como jefe de Estado, ustedes los religiosos, nuestra gente, vayamos al encuentro de esas personas que, al perder durante un tiempo la cabeza o el norte, se equivocaron”, dijo Lukashenko, según informa la agencia BELTA.
Lukashenko, cuya reelección provocó en agosto de 2020 las mayores protestas antigubernamentales de la historia de este país, subrayó que su Gobierno no expulsó a nadie de Bielorrusia, aunque cientos de miles de simpatizantes de la oposición emigraron debido a la represión policial.
“Nosotros no echamos a nadie de Bielorrusia. Esta es tanto su tierra como la nuestra. Pero ellos buscaron una mejor vida al huir por diferentes motivos”, señaló y estimó en miles los bielorrusos que se han dirigido a Minsk para poder regresar.
Negó que su reacción sea una respuesta a las presiones de Occidente, que no reconoce a Lukashenko como legítimo presidente debido al fraude electoral, además de acusarle de complicidad con la campaña militar rusa en Ucrania.
“Cada día hay demandas de que permitamos su retorno (...), incluso de los que infringieron la ley. No. Cada uno debe pagar lo suyo. Pero estoy seguro de que entre los exiliados y los que viven entre nosotros, hay personas profundamente arrepentidas que entendieron que se equivocaron. Estos no deben ser dejados tirados en la cuneta”, explicó.
Bialiatski, fundador de la organización de derechos humanos Viasna (Primavera), negó el 5 de enero todos los cargos que se le imputan, lo que incluye contrabando de dinero para financiar actividades opositoras o el impago de impuestos, y que podrían costarle una pena de hasta 12 años de cárcel.
Viasna, que combate al régimen de Lukashenko desde 1996, se dedicó a asistir a las víctimas de la brutal represión policial que estalló en agosto de 2020 al pagar las multas o ayudarles a contratar abogados.
La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos pidió hoy a Bielorrusia que retire los cargos contra Bialiatski y los otros tres activistas a juicio, que fueron detenidos en 2021.
Según el portavoz de la oficina Jeremy Laurence, las detenciones fueron “totalmente arbitrarias” y los cargos de los que se les acusa están “políticamente motivados”, por lo que la ONU ha pedido la liberación “inmediata” de los acusados.
Bialiatski recibió el año pasado el premio Nobel de la Paz junto a las organizaciones por los derechos humanos rusa Memorial y ucraniana Centro para las Libertades Civiles.
Próximamente, también arrancará el juicio en ausencia contra la líder de la oposición, Svetlana Tijanóvskaya, antigua candidata presidencial exiliada en Lituania.
En diciembre Lukashenko conmutó o redujo las penas de 4.500 presos en el marco de una ley de amnistía, pero ninguno había sido detenido en las protestas contra el fraude electoral.
Según Viasna, en la antigua república soviética hay unos 1.500 presos políticos, incluidos líderes opositores como Víktor Babariko y María Kolésnikova, que cumplen largas penas de cárcel.
Contenido sugerido
Contenido GEC