Una mujer que había denunciado ser violada, abusada y obligada a trabajar como prostituta en Asia, fue condenada a ocho años de prisión por fingir una historia que casi lleva al suicidio a tres hombres acusados por esos delitos. Las denuncias generaron una ola de violencia sin precedentes en Barrow, Reino Unido, su ciudad natal que al día de hoy siguen retumbando entre sus ciudadanos.
Todo comenzó en 2020, cuando Ellie Williams, de 22 años, hizo pública su historia a través de Facebook. Allí, mencionó que había sido golpeada y llevada como trata de blancas al sur de Asia por hombres de origen musulmán, lo que generó fuertes divisiones xenófobas contra residentes de esta población en territorio británico.
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Sin embargo, su testimonio no caló para nada en las autoridades, las cuales no creyeron del todo su historia, por lo que se inició una investigación rigurosa que destaparía su entramado de mentiras. Ahora bien, estos últimos tres años los acusados fueron víctimas de maltrato psicológico de una sociedad que los llevó al borde de un desenlace fatal.
Las causaciones
Mohamed Ramzan, residente de Barrow, fue uno de los ciudadanos acusados por Williams de cometer los delitos. Su vida y la de su familia se vio totalmente amenazada por simpatizantes de extrema derecha que lo buscaban constantemente para quitarle la vida.
Mis negocios se detuvieron, nadie iba a comprar en una camioneta de helados propiedad de un hombre catalogado como pedófilo
Su negocio quebró y su imagen se vio afectada por los hechos, llegando al punto de ser discriminado por sus propios amigos.
”Mis negocios se detuvieron, nadie iba a comprar en una camioneta de helados propiedad de un hombre catalogado como pedófilo. Los últimos cuatro años se han sentido como una guerra. Ahora tengo una deuda de 187.000 libras esterlinas. Creo que tengo PTSD, me ha roto emocionalmente. Siempre estoy llorando. Yo no era así antes”, expresó Ramzan a ‘The Mirror’.
”En un momento hubiera dicho que la odio. Pero puedo ver que ella es solo un peón en todo esto. Había una pandilla de acicalamiento, pero no eran hombres asiáticos: la ultraderecha la acicalaba. Espero que reciba ayuda en la cárcel. Como padre, creo que se merece una oportunidad”, agregó.
Por su parte, Jordan Trengove y Oliver Gardner también sufrieron el constante acecho de la comunidad. Según el testimonio de Williams, dijo que el primero la agredió sexualmente cuando fue a su casa tras salir de fiesta y del segundo, que era un “violador” que había intentado “traficar” con ella vendiéndola dos asiáticos, algo que no fue así.
Williams queda al descubierto
Si bien el suceso causó gran revuelo en redes sociales y en las calles del Reino Unido contra las comunidades musulmanes, los investigadores tenían serias dudas sobre el testimonio dado por Williams, pues las heridas que mostró en el post parecían ser autoinfligidas.
En las imágenes se puede ver a la presunta víctima con el ojo derecho hinchado y moreteado, un dedo fracturado y cortes múltiples en la cara las piernas y el abdomen, heridas que, según los investigadores, habrían sido realizadas con un martillo.
No obstante, el juez Robert Altham, del Tribunal de la Corona de Preston, manifestó que era “una completa ficción que reunía los casos reales” de hombres de origen del sur de Asia explotando a adolescentes en tráfico de personas, preparándolas con regalos, drogas y alcohol, antes de abusar de ellas.
”Estoy seguro de que eligió mentir sobre los hombres asiáticos porque estaba modelando sus mentiras sobre otros casos de prominencia nacional”, (...) “Ella consideraba mayores las posibilidades de que la creyeran si las basaba en casos que ya eran de conocimiento público”, expresó el jurista a medios de comunicación locales.
Los investigadores descubrieron que Ramzan, uno de los presuntos abusadores, nunca estuvo en el lugar de los hechos narrados por williams. La mujer manifestó que el empresario la había preparado desde los 12 años para enviarla al sur de Asia, así como de haberla llevado a Ámsterdam, donde presuntamente la obligaron a tener relaciones sexuales por dinero para venderla en subasta.
No obstante, la policía descubrió que cuando la mujer estaba en Países Bajos, la tarjeta bancaria de Ramzan se usaba en su casa en Barrow. Sus afirmaciones de que él la llevó a Blackpool, la amenazó con matarla y donde varios hombres la violaron brutalmente se derrumbaron cuando “el video mostró que estaba allí sola y había visto YouTube en su habitación de hotel”, dijo Altham.
Finalmente, el tribunal declaró inocentes a los sospechosos y envío a prisión a Williams por “pervertir la justicia” y causar la peor agitación social en décadas de su ciudad natal en Barrow, Reino Unido.