Hace cinco años, exactamente el 17 de agosto de 2017, tuvieron lugar los atentados en Cataluña que dejaron un saldo de 16 muertos: 14 de ellos en la popular avenida de las Ramblas de Barcelona. Fueron los ataques más sangrientos en España desde el 11M de la capital.
Aquel día, una furgoneta descendió a toda velocidad zigzagueando por las Ramblas, dejando tras de sí un reguero de muertos, la mayoría turistas.
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Los atentados, que dejaron también 140 heridos, fueron perpetrados por una célula integrada mayoritariamente por jóvenes de origen marroquí que habían crecido en Cataluña, y reivindicados por la organización Estado Islámico.
El primer atentado tuvo lugar en las Ramblas, donde el vehículo alquilado de color blanco, conducido por Younes Abouqaaqoub, de 22 años, mató a 14 personas, entre ellas a un niño de 3 años.
El conductor, que en su huida mató a un hombre de 30 años para robarle el carro, fue abatido por la policía unos días después.
Unas horas después del primer ataque, ya en la madrugada del 18 de agosto, otros cinco yihadistas atropellaron con un Audi A3 a más personas y acuchillaron a una mujer en la localidad balnearia de Cambrils, unos 100 kilómetros al sur de Barcelona.
Los autores de esta última masacre, Houssaine Abouyaaqoub, hermano del atacante de la capital catalana; Moussa Oukabir, Said Aallaa y los hermanos Mohamed y Omar Hychami, fueron abatidos por un policía.
Estas personas pensaron atacar algunos de los monumentos más famosos de Europa, entre ellos la catedral de la Sagrada Familia, en Barcelona, y el estadio del Camp Nou, entre otros objetivos.
Material encontrado en cámaras de fotos, computadoras y teléfonos móviles también mostró que los integrantes del grupo radical visitaron la Torre Eiffel en París para fotografiar y hacer videos de su estructura y características de seguridad. Sin embargo, una explosión fortuita en la casa donde preparaban los explosivos y otra al día siguiente les obligó a cambiar los planes.
Tres hombres fueron condenados en 2021 a 8, 46 y 53 años de cárcel por ayudar a los autores de los ataques. El tercero está en libertad condicional.
Sin embargo, la justicia española redujo en diez años en apelación las penas de dos de los tres condenados por el doble atentado.
El alto tribunal de la Audiencia Nacional acortó de 53 a 43 años la pena de Mohamed Houli Chemlal, de 25 años y nacionalidad española, y de 46 a 36 la de Driss Oukabir, de 33 años y nacionalidad marroquí.
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