Vía Crucis por Viernes Santo se realizó en Roma sin presencia del papa Francisco

El célebre Vía Crucis con motivo de Viernes Santo se realizó este viernes 7 de abril, desde las 2:15 p.m. (hora peruana / 9:15 p.m. en Italia), en los exteriores del Coliseo de Roma. El evento no contó con la presencia del papa Francisco, a pesar de que el pasado sábado fue dado de alta tras permanecer internado tres días en un hospital por un cuadro de bronquitis.

La realización del Vía Crucis por Viernes Santo estará precedida por la conmemoración de la Pasión del Señor en la Basílica de San Pedro. Esta ceremonia, con el papa como protagonista, iniciará a las 10:00 a.m. (hora peruana / 5:00 p.m. hora local).

MÁS INFORMACIÓN | Papa Francisco presidió misa Crismal por Jueves Santo y pidió a sacerdotes que eviten las divisiones

El papa Francisco presidió en Jueves Santo la misa Crismal con la que se dio apertura al denominado Triduo pascual, con el que comienzan los ritos por Semana Santa. El líder de la Iglesia católica dirigió la misa a un lado del altar debido a sus problemas en la rodilla que le impiden estar de pie por mucho tiempo.

Durante la homilía, el papa Francisco pidió a los sacerdotes que eviten las divisiones, que después “fomentan partidos y cordadas” en la Iglesia.

Horas después, el pontífice acudió a la Casa del Marmo, una cárcel de menores que está ubicada en la periferia de Roma. Luego de su homilía, el papa pidió a los fieles presentes ayudarse entre sí, y luego se levantó de su silla de ruedas para lavar y besar los pies de diez hombres y dos mujeres.

REVISA AQUÍ | El papa Francisco reaparece en Domingo de Ramos: “Nadie puede ser marginado”

“Llama la atención que Jesús, justo el día antes de ser crucificado, tuviera este gesto de lavar los pies. Entonces era una costumbre hacerlo antes de entrar en casa, pero era un trabajo de esclavos”, les contó el papa a los presentes en el lugar.

“Yo haré el mismo gesto, pero no es una cosa folclórica, es un gesto que dice cómo tenemos que ser nosotros con los demás. Porque así la vida es más bonita”, añadió.

Después de la misa y tras compartir unos minutos con los reclusos, el papa Francisco recibió sendos obsequios como una cruz realizada en un curso de carpintería, unas galletas y un paquete de pastas, estos últimos producidos en las cocinas del centro de reclusión.

SEPA MÁS | Tras salir del hospital, el papa Francisco consuela a unos padres rotos por la muerte de su hija