Galeón San José: ¿Qué tiene que ver el Perú con sus tesoros y podría reclamar algo del botín?

Colombia anunció el lunes 6 con orgullo que, gracias a sus avanzados equipos de exploración, descubrió otros dos navíos que naufragaron en sus cercanías y mostró impresionantes fotos tomadas a más de 950 metros de profundidad. “En los últimos años, con estas tecnologías pudimos llegar a un nivel de precisión nunca visto”, se ufanó el presidente Iván Duque.

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El galeón San José fue hundido por una flota de corsarios ingleses en 1708 cuando se dirigía a Cartagena de Indias cargado, según crónicas de la época, con cerca de 11 millones de monedas de ocho escudos en oro y plata que había recogido en la feria de Portobelo (Panamá). Desde su hallazgo en el 2015, Colombia robusteció sus capacidades de exploración submarina para poder llegar a la embarcación.

Los expertos han asegurado que los tesoros a bordo del barco español hoy tienen un valor de millones de dólares. Las imágenes divulgadas esta semana no dejan espacio para dudar. Lingotes y monedas de oro, espadas, cañones de 1655 fabricados en Sevilla y una vajilla china intacta son parte de los inéditos hallazgos. El botín no ha sido saqueado, ni ha sufrido alteraciones desde que fue descubierto, aseguró Colombia. Todos los ojos brillaron ante un botín que está en disputa.

Controversia que sigue a flote

Un pedazo de la proa del barco, casi mimetizado con algas y conchas, también se distingue en el lecho marino. Según un análisis preliminar, de los dos últimos barcos encontrados se sabe que corresponden a los períodos colonial y republicano.

Héctor López Aréstegui, abogado experto en el tema, destaca que el galeón San José era una armada, no en el sentido moderno que hace referencia a buques de guerra, sino que se trataba del equivalente a lo que en el siglo XX se conoció como un convoy. No es de sorprender que la Armada colombiana haya afirmado que tiene indicios de que en el área donde se encuentra el galeón San José podría haber otros naufragios por descubrir.

“Eran buques mercantes que iban escoltados por buques de guerra para hacer una travesía trasatlántica en periodos de conflictos”, dice López Aréstegui a El Comercio.

El San José tenía un gemelo: el San Joaquín, que estaba en la misma flota e iba igual de cargado. “En realidad, este era un tesoro incalculable, más que millonario. En el mejor de los casos, uno de los barcos hallados ahora podría ser el San Joaquín, pero los otros pueden ser embarcaciones mercantes menores que acompañaban a la flota. También podría tratarse de un buque francés hundido por los ingleses cuando atacaron el convoy. Hasta no tener identificados los restos no se puede saber”, explica el experto.

Su eventual recuperación ha sido objeto de décadas de litigios. España se sumó en el 2017 a la disputa por los derechos de extracción del galeón y defiende la propiedad de la embarcación. Argumenta que es un buque de guerra con pabellón de Estado y con inmunidad soberana bajo la convención de Naciones Unidas de Derechos del Mar, que Colombia no integra.

Colombia, por su parte, reivindica que la embarcación se encuentra dentro de su mar territorial y considera al preciado cargamento como patrimonio cultural del país. De hecho, cuando el entonces presidente Juan Manuel Santos presentó su hallazgo en el 2015 dijo que se trataba del “tesoro más preciado jamás descubierto en la historia de la humanidad” y ofreció financiar la operación de rescate con parte de la riqueza encontrada.

Sin embargo, el sucesor de Santos y actual mandatario, Iván Duque, dio marcha atrás y ha asegurado que no pagará el rescate del San José con el patrimonio que se halle en el pecio.

En marzo, el gobierno colombiano anuló un contrato con una empresa privada para sacar a la superficie el galeón al defender que su prioridad es preservarlo “como patrimonio cultural protegido” y no quiere entregar una parte del patrimonio como pago.

Para López Aréstegui, la titularidad española es indudable. “Es así porque se trata de un buque de guerra. Es un buque de bandera española”, considera el experto, quien recuerda el caso judicial de la fragata Mercedes que involucró patrimonio peruano y que se resolvió en Estados Unidos una década atrás, cuando se concluyó que se tenía que respetar el principio de bandera, que antecede al derecho internacional moderno. “España tuvo que ir a juicio con la compañía que descubrió la fragata Mercedes y finalmente recuperó toda la carga”.

En los tribunales

¿Qué pasó con la fragata Mercedes y su tesoro?

Cargada con buena parte de la recaudación del Virreinato del Perú, la fragata española "Nuestra Señora de las Mercedes" zarpó del Callao a inicios del siglo XIX y fue hundida por los ingleses cerca de las costas de Portugal en 1804. El terrible suceso costó la vida de más de 800 personas.

La nave, que llevaba un cargamento de 17 toneladas de monedas de oro y plata acuñadas en el Perú, fue rescatada en el 2007 por la empresa cazatesoros estadounidense Odyssey que usó robots subacuáticos para cargar el botín hasta Florida. 

España reclamó como suyo el patrimonio descubierto y el Perú presentó un reclamo debido a que la carga había salido de nuestro territorio. El caso llegó a los tribunales de Estados Unidos y, después de un litigio de 5 años, en febrero del 2012 una juez federal autorizó a España a trasladar el tesoro al país ibérico.

Las 17 toneladas de oro y plata fueron devueltas por Odyssey y ahora se exhiben en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena, en Murcia, España.

¿Cómo está involucrado el Perú?

En pocas palabras, el San José era un barco comercial español que llevaba a ese país riquezas de las Américas.

“El objetivo de los piratas ingleses era robar los tesoros que llevaba de Perú, Bolivia y Colombia, como joyas, piedras preciosas, oro, plata, cerámicas, con destino a España. Igualmente, documentos, encomiendas, todo un legado histórico para narrar cómo eran la vida y los correos en esa época. El cálculo de las riquezas es de 10.000 millones de dólares”, dice el diario colombiano “El Tiempo”.

Por eso, desde el hallazgo del San José una pregunta ha resonado en nuestro país: ¿Podría el Perú reclamar algo en este enredo? López Aréstegui no duda en dar una respuesta negativa. Para él, el Perú no tiene nada que exigir en esta disputa, pero es claro el rol importante que jugó en el rompecabezas.

“El Perú es parte de este tema porque se trata de una etapa muy importante de su historia. El tesoro del galeón San José salió del Perú”.

En un artículo publicado en El Comercio tras el hallazgo del galeón el historiador peruano especializado en temas marítimos Jorge Ortiz Sotelo también desestimaba que nuestro país pudiera reclamar algo del tesoro. “No creo que se pueda reclamar el tesoro como tal. Lo que sí podría haber en el San José son elementos originarios del Perú, que reflejan nuestra cultura y sobre los cuales sí tendríamos derecho”, afirmaba.

“Más allá del tesoro, lo que tenemos aquí es una ventana al pasado. Este barco hoy no representa necesariamente la cultura colombiana, española, peruana, ecuatoriana ni panameña, sino que se trata de un patrimonio cultural común. El diálogo debería empezar por ahí”, agregó.