La protesta convocada por la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) mantiene la presión sobre el gobierno de Guillermo Lasso. Pese al aumento de la violencia y del bloqueo de algunas de las principales vías del país y de la paralización de amplios sectores de algunas ciudades, especialmente Quito, el diálogo entre las partes aún parece muy difícil de lograr.
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En 11 días de protestas tres personas fallecieron y casi un centenar resultaron heridas, de acuerdo a organizaciones defensoras de derechos humanos. Este jueves 23 cerca de 14.000 manifestantes siguen movilizados en distintos puntos del país. Hasta el momento, los intentos de retomar el diálogo han fracasado.
La Conaie exige que se apruebe su pliego de diez demandas, entre ellas la reducción y/o congelación del precio de los combustibles. Además, demanda que Lasso levante el estado de excepción en seis provincias del país y “desmilitarice” un parque de la capital donde tradicionalmente se concentran los indígenas. Del otro lado, Lasso, un banquero que asumió el poder en mayo del 2021, considera que las movilizaciones buscan presionar para sacarlo del poder.
El Comercio conversó con Andrés Tapia, dirigente de comunicación de la Conaie, sobre el estado actual de las protestas y de los planes inmediatos del movimiento indígena en medio de la tensión.
—¿Qué tan grave es la situación de las protestas en Ecuador?
En este momento realmente es una situación sumamente tensa, de enfrentamiento constante, de represión y de inflexibilidad por parte del presidente de la República, considerando que ya son 10 días de movilización y cada día suma más fuerza, pero que, sin embargo, no se encuentra una salida en vista de que no hay una respuesta favorable de parte del presidente.
—¿Cómo califica la actuación del presidente hasta este momento? ¿Cómo está manejando el descontento?
La situación está fuera de control para el presidente ya que todo el país está movilizado, toda la vía Panamericana en la sierra centro hasta Quito está totalmente paralizada, la región amazónica en sus seis provincias está totalmente paralizada. Quito es ahora el escenario de disputa política y siendo la capital del país es un lugar donde en varios puntos céntricos de la ciudad hay enfrentamientos constantes y miles de personas movilizadas. Al presidente se le ha vuelto una cuestión inmanejable y sigue sin dar una respuesta.
—¿Qué tendría que pasar para que la Conaie decida retomar el diálogo?
Lo que la Conaie ha planteado es que en primer lugar se brinden las garantías, como son la desmilitarización de las zonas donde está la manifestación, así como el fin de la intervención que se realizó a la Casa de la Cultura que ha sido tomada por la fuerza pública. Queremos que se de un paso atrás con eso. También queremos que se derogue el decreto de estado de excepción que está vigente en seis provincias del país. También buscamos que realmente se dé una muestra evidente de buscar una salida a los planteamientos de la Conaie, por ejemplo, en el tema de los subsidios, entre otros.
—La Conaie planteó 10 demandas iniciales. ¿Están dispuestos a ceder en algunas para encontrar puntos medios con el gobierno?
Se ha hablado de la totalidad de las demandas, pero por lo menos exigimos un 80% de los planteamientos en vista de que hay temas de fondo que si no son resueltos hacen muy difícil sentarse a dialogar. Por ejemplo, sobre el tema del precio de los combustibles si bien hay una vía que puede ser la focalización de los mismos, es necesario que el presidente efectivice estos pedidos, no solo con expresar una voluntad de querer hacerlo, sino con una documentación que confirme que eso se va a realizar. De lo contrario todo queda solo como anuncios o buenas intenciones que, a lo largo de este año y habiendo habido ya dos procesos de diálogo, realmente no conducen a ningún lado y es lo que generó este estallido social.
—¿Cuál es el plan de la Conaie para los próximos días?
Por el momento la indicación es continuar con las movilizaciones a nivel nacional, seguir esperando que exista una respuesta del gobierno, pero continuar con las movilizaciones en todos los territorios.
—¿Qué opina de quienes afirman que detrás de las movilizaciones hay un trasfondo político que lo que buscaría es sacar al presidente Lasso del poder?
El miércoles 22 el presidente de la Conaie fue muy enfático en afirmar que la Conaie vino por los 10 puntos que ha planteado y quiere regresar con los 10 puntos. No se ha hablado de otra situación que vaya al margen de eso, lógicamente lo que debe entenderse es que la efervescencia en las calles que ya se evidencia muestra que hay un descontento y una desaprobación de la gestión del presidente. Pero los objetivos de esta movilización para la Conaie están muy claros y giran en torno a los 10 puntos que han sido planteados.