El Principito es una de las principales publicaciones que los donantes han entregado. (Foto: Pinterest)
El Principito es una de las principales publicaciones que los donantes han entregado. (Foto: Pinterest)
Redacción EC

Desde "El Principito", pasando por "Las crónicas de Narnia" y hasta algunos libros de "Harry Potter". ¿Qué tienen en común todas estas obras? Que todas son donaciones hechas por terceros, como parte del proyecto 2.000 libros. ¿Los destinatarios? Niños refugiados en EE.UU., que viven en situación de abandono, porque sus padres fueron detenidos para afrontar un proceso judicial por intentar llegar a territorio americano.

A partir de esta problemática, que adquirió reciente notoriedad en las últimas semanas, y que incluso, hizo que el presidente Donald Trump firmara un documento para garantizar que padres e hijos no serán separados al llegar a Estados Unidos, Elizabeth Ballou y Kristin Stadum decidieron plasmar su pasión por la literatura en una iniciativa que pudiera trascender.

Juntar libros para enviarlos a los niños refugiados no era tarea sencilla. Había que conseguir aliados, y fueron a por ellos. Primero contactaron a algunas organizaciones, pero sin mucho éxito. Es allí cuando surge DC Books to Prison, una agrupación que envía libros a presos en varias ciudades de EE.UU. Con ellos sumados al proyecto, todo fue más fácil. Contactaron a algunas librerías de Washington que también se mostraron interesadas. Hablaron con algunos de los centros de refugio que aceptaron recibir donativos de libros y todo estaba listo.

Con más de 500 libros reunidos, Ballou y Stadum realizaron el 14 de julio su primer envío a dos centros: Southwest Keys en Texas y  Crittenton Services for Children and Families, en California.

"Me aterroriza pensar que los niños están siendo arrebatados de los brazos de sus padres. Pero consuela saber que pueden leer un libro".

El proyecto 2.000 libros nació con la idea de involucrar a todos los niños que son separados de sus padres en la lectura. Ellos, al estar en un refugio acondicionado por el gobierno de los Estados Unidos, pueden encontrar en los libros una forma de "escapar" de la realidad.

Mientras se da este pequeño escape conseguido en la lectura, sus padres continúan en una batalla legal en la que tienen todas las de perder. Eso sí, hay algo que no se pierde jamás, el amor por sus hijos y la esperanza de volverse a encontrar más temprano que tarde.

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