Renzo Giner Vásquez

Su historia, más propia de una película de acción que de la vida real, ha cautivado a la prensa internacional y lo ha convertido en un héroe nacional. Se trata de Israel Ziv, un que el último sábado decidió salir del retiro, tomar su pistola e ir a combatir al sur del país en respuesta a los ataques perpetrados por .

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A las 6 de la mañana de aquel sábado, Ziv paseaba en su bicicleta cuando comenzó a recibir diferentes reportes sobre ataques armados cerca de la frontera con la franja de Gaza.

Entre los civiles amenazados se encontraba el hijo de uno de sus amigos, quien había llamado desesperado a sus padres desde su kibutz.

Sin dudarlo, el otrora paracaidista que llegó a ser jefe de la Dirección de Operaciones de las Fuerzas de Defensa de Israel y comandante de la División de Gaza, volvió a casa, desempolvó su uniforme, tomó su pistola 9 milímetros y se montó en su auto.

El hombre de 66 años recogió en el camino a Noam Tibon, otro general retirado y padre del joven que había llamado desesperado desde el kibutz en busca de auxilio.

Confía en mí, yo iré. Esto es mi profesión. Nadie puede detenerme”, le respondió Tibon a su hijo durante esa llamada, según un artículo de The New York Times.

Ambos militares condujeron desde Tel Aviv hacia el kibutz Nahal Oz, cercano a la frontera con Gaza y a la ciudad de Kfar Aza, donde se registró uno de las mayores masacres aquella fatídica jornada.

En el camino, Ziv y Tibon vieron incendios ardiendo por todos lados y a miembros de Hamás disparando contra edificios y los autos que pasaban cerca. Inicialmente no lograron ver a ningún soldado israelí, reflejando así la sorpresa del ataque de la milicia palestina.

Poco después, un pequeño grupo de soldados hebreos se cruzaron en el camino de los exgenerales, los subieron al auto y comenzaron la respuesta armada.

Ziv combatió con su pistola hasta que uno de los soldados que viajaba con él resultó herido y tomó su M16 para seguir disparando contra los terroristas.

Luego de un largo camino de combates, Ziv y Tibon consiguieron llegar al kibutz. Ahí, el padre se quedó combatiendo junto a soldados que llegaban a la zona y, según The New York Times, consiguió rescatar a su hijo, un conocido periodista hebreo.

En cuanto a Ziv, continuó su recorrido por otros kibutzim cercanos. En algunos repelía el fuego enemigo en combate, en otros ayudaba a coordinar la evacuación de civiles. Así por 24 horas.

Durante la noche del sábado llegó hasta el lugar donde se había celebrado aquella fiesta rave en la que desató una verdadera carnicería. Para cuando se hizo presente no quedaba nada por hacer.

El exmilitar cree, según sus declaraciones al Times, que aquel evento fue el detonante de estos ataques. “Hamas planeó esto durante mucho tiempo. Pero sabían que habría una masa crítica aquí este fin de semana”, asegura.

Luego de aquella intensa jornada de combates, Ziv se ha dedicado a reunirse con los más altos cargos políticos y militares israelíes, incluido el ministro de Defensa, Yoav Galant. Su rango y, sobre todo, su heroica acción del fin de semana, ha sido correspondida con signos de respeto en las más altas esferas del país hebreo.

Ziv, quien además es un férreo crítico al primer ministro Benjamin Netanyahu, pues desde antes de los ataques le atribuía la crisis política en la que se había sumido el país, advertía con frecuencia que la inestabilidad estaba dejando campo a que Israel sufra de diferentes amenazas de seguridad.

Cuatro días después de los ataques, regresó junto a The New York Times al lugar donde se celebraba la fiesta rave en la que murieron 200 personas. “Aún puedo escucharlos gritar. Hamas tiene que pagar por esto (...) con su existencia”, aseguraba.