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Marwan Barghouti, el preso palestino de más alto perfil al que Israel se niega a liberar por considerarlo un peligro
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Marwan Barghouti, el preso palestino de más alto perfil al que Israel se niega a liberar por considerarlo un peligro

Marwan Barghouti, el preso palestino de más alto perfil al que Israel se niega a liberar por considerarlo un peligro

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El acuerdo para la primera fase del plan de paz en ha tenido como uno de sus primeros episodios el intercambio de los rehenes secuestrados por Hamás por detenidos palestinos, pero el gobierno de ha dejado claro que el dirigente Marwan Barghouti no fue ni será parte de un canje que ha incluido esta vez a casi 2.000 reos palestinos.

Barghouti es una de las figuras más destacadas del movimiento nacionalista Fatah y desde hace dos décadas enfrenta una pena de prisión de por vida.

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Francisco Sanz

Militante desde muy joven

Marwan Hasib Ibrahim Barghouti nació en 1959 en el pequeño poblado de Kobar, ubicado en las inmediaciones de Ramala. De niño vivió la ocupación de su natal Cisjordania por parte de Israel durante la Guerra de los Seis Días. El contexto de desconfianza extrema entre la población local y los ocupantes dejó huella en Barghouti, quien presenció incidentes como la muerte del perro de su familia a manos de soldados israelíes.

Pese a ser cercano a las ideas comunistas siendo muy joven, más adelante fue buscando integrarse a movimientos que propugnaban mayor intervención directa en la problemática palestina. Fue así como se acercó a la esfera de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), presidida por Yasser Arafat, y donde Fatah, grupo fundado por este último, tenía gran influencia.

En su origen, Fatah abogaba directamente por la lucha armada contra Israel y fue responsable de miles de ataques que provocaron la muerte de civiles judíos, encontrando la respuesta del Estado hebreo. Barghouti se unió a esta organización cuando tenía 15 años y a esa edad sufrió su primer arresto tras haber participado en manifestaciones contra la ocupación de los territorios palestinos.

Marwan Barghouti se convirtió en un líder popular durante el segundo levantamiento palestino.
Marwan Barghouti se convirtió en un líder popular durante el segundo levantamiento palestino.

Fue haciéndose mucho más activo políticamente y también más radical en su discurso relacionado al derecho de autodefensa de los palestinos. A los 18 años ya había sido detenido en otras ocasiones, señalando haber sido víctima de malos tratos por parte de los oficiales israelíes, y en 1978 fue condenado a cinco años de cárcel.

Durante este periodo en prisión completó sus estudios básicos y aprendió a hablar hebreo. Al quedar libre se casó e ingresó a la Universidad de Bir Zeit (Cisjordania) en 1983, donde estudió política e historia, siendo líder estudiantil y continuando con la difusión del discurso de Fatah.

En mayo de 1987, Marwan Barghouti fue detenido junto con otros universitarios y figuras prominentes del ámbito de influencia de Fatah. Con esta medida, los servicios de seguridad israelí habrían tratado de evitar el estallido de disturbios o un conflicto más serio. No obstante, meses después estalló la primera Intifada, en la que Barghouti fue uno de los principales líderes. Algunos reportes señalan que la inteligencia israelí creía que el político palestino podría haber estado involucrado en el asesinato de al menos un colono israelí durante la agitación.

Ya asentado como figura prominente de Fatah, Barghouti volvió a Cisjordania junto a otros exiliados en 1994 tras los Acuerdos de Oslo y terminaría su formación superior.

Al frente de una facción armada

Un año después fundó el movimiento Tanzim, facción armada de Fatah cuyo germen se remonta a su época como universitario. Su llamado a responder por medio de la violencia a Israel y el rango de operación a nivel marcadamente local de Tanzim, terminaron de hacer a Marwan Barghouti una figura tremendamente popular entre la población palestina y en 1996 fue electo para el Consejo Legislativo Palestino. Por contrapartida, para las autoridades israelíes Tanzim es un movimiento terrorista.

Fadwa Barghouti, esposa del líder de Tanzim, indicaba hace nueve años en una entrevista con el diario israelí Haaretz que la época posterior a los Acuerdos de Oslo fue un periodo que influyó de forma decisiva en el accionar de su marido, de quien dijo que tuvo esperanza de que supusieran el inicio de un proceso de paz duradero.

Hubo algún momento en el que Marwan Barghouti se acercó a algunos sectores de la política israelí, donde se estaba labrando una imagen de líder palestino moderado y dispuesto a dialogar; sin embargo, Fadwa Barghouti sostiene que el asesinato de Yitzhak Rabin y el rumbo que tomaría el gobierno israelí marcarían el fin de ese optimismo.

“Tras la llegada al poder de Benjamín Netanyahu, [Marwan] comprendió que el proceso no se concretaría”, contó a Haaretz la pareja del jefe de Tanzim.

Desde la óptica israelí, la reivindicación de la violencia y el llamado a rendir homenaje como mártires a los fallecidos en los atentados contra Israel, fueron el elemento que hizo que el líder de Tanzim perdiera la buena consideración de varios políticos israelíes.

Durante la segunda mitad de los años 90 la actividad de Tanzim se iría haciendo progresivamente más agresiva y su líder cada vez propondría más el uso de la violencia como elemento necesario para defender los territorios palestinos de la ocupación israelí.

El final de la década de los 90 y el inicio de los 2000 registró un incremento de los asentamientos israelíes en Gaza y Cisjordania, pese a la recomendación del gobierno de Estados Unidos y la preocupación que generaba entre los palestinos la ocupación de sus territorios.

En setiembre del 2000 el dirigente palestino tuvo un rol protagónico en el inicio de la Segunda Intifada tras un caótico encuentro con Ariel Sharon. Poco después del fracaso de la Cumbre de Camp David y en medio de un ambiente tenso, el líder del Likud acudió al Monte del Templo de Jerusalén, considerado sagrado tanto para judíos como musulmanes.

La Ciudad Santa había sido un elemento sin solución en el diálogo previo y los palestinos consideraron que el anuncio de una visita de Sharon al lugar era una provocación. Fue así como Barghouti y sus acompañantes esperaron al político israelí para demostrar su malestar y terminaron arrojando sillas a sus guardaespaldas

La agitación se extendió por otras zonas de Jerusalén, con ataques a los judíos en el Muro de los Lamentos y los disturbios se extendieron por los territorios palestinos, por lo que Israel decidió intervenir en estas zonas.

En medio de la Segunda Intifada, Barghouti reivindicaría su discurso de que la lucha armada era necesaria para expulsar a los colonos judíos de los territorios palestinos y encabezaría manifestaciones contra puestos de control israelíes, que terminarían con incidentes violentos.

Una encuesta reciente reveló que Barghouti es la primera opción de los palestinos como líder, muy por delante de Mahmud Abás.
Una encuesta reciente reveló que Barghouti es la primera opción de los palestinos como líder, muy por delante de Mahmud Abás.

Por ese entonces el líder palestino se encontraba en la mira del gobierno de Israel, que lo consideraba un azuzador y terrorista. Para el 2001 la inteligencia israelí ya había intentado acabar con la vida del fundador de Tanzim en dos ocasiones, pero el militante cisjordano se salvó por un estrecho margen.

Las autoridades israelíes consideraban a Barghouti como fundador y líder de facto de las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, responsables de atentados suicidas y armados durante la Segunda Intifada. El militante palestino se encontraba escondido en Ramala, pero lograron dar con su paradero gracias a que usó un teléfono que era rastreado por el Shin Bet israelí y lo capturaron en abril del 2002.

Aunque en un primer momento se buscó eliminarlo, el gobierno de Israel consideró era un detenido sumamente valioso y que su relevancia política hacía necesario mantenerlo con vida.

Barghouti fue sometido a un proceso civil con cargos que incluían liderar una organización terrorista, el asesinato de 26 civiles y un intento de asesinato de más personas. El cisjordano se negó a presentar defensa aduciendo que un tribunal israelí no tenía competencia para juzgarlo. A pesar de que sí condenó los ataques a civiles en suelo israelí, siguió firme en la postura de responder por medio de la fuerza a las incursiones del Estado judío.

El líder de la Intifada fue condenado en junio del 2004 a cuatro cadenas perpetuas y cuarenta años de prisión por todas las causas que se le imputaban.

Consenso y riesgo

Marwan Barghouti permanece preso y ha sido protagonista de numerosos pedidos de libertad por parte de sus simpatizantes. Su nombre siempre aparece en cada debate de intercambio de prisioneros y cada vez que se debate sobre el futuro político de los territorios palestinos.

Sus partidarios e incluso algunos sectores internacionales lo consideran “El Nelson Mandela palestino”, mientras que Israel lo considera el cabecilla de una organización terrorista.

Algunos analistas consideran que el juicio de Barghouti podría haber sido un error de cálculo por parte de Israel, debido a que en cierta medida lo equiparó a figuras como Mandela y le confirió un aura de mártir entre sus compatriotas.

Marwan Barghuti, líder en Cisjordania del movimiento Fatah, uno de los presos palestinos que Hamás busca liberar en el canje de rehenes con Israel. (SVEN NACKSTRAND / AFP)
Marwan Barghuti, líder en Cisjordania del movimiento Fatah, uno de los presos palestinos que Hamás busca liberar en el canje de rehenes con Israel. (SVEN NACKSTRAND / AFP)
/ SVEN NACKSTRAND

Más allá de estas interpretaciones, lo que sí es un hecho es que el fundador de Tanzim es una figura de consenso entre los palestinos. Amplios sectores de la población lo ven como un héroe nacional y es con diferencia la figura política más popular de esos territorios.

Recientemente, Euro News dio cuenta de un sondeo realizado en mayo de este año por el Centro Palestino de Investigación Política y Encuestas (PCPSR) que ubicaba a Barghouti a la cabeza de las preferencias con un 50% en unas posibles elecciones que lo tuvieran como candidato. Otro estudio por parte de Arab Barometer realizado antes del ataque a Israel en octubre del 2023, indicaba que el 61% de palestinos lo prefería por delante de Ismail Haniyeh, por entonces líder de Hamás.

Uno de los representantes del grupo terrorista islámico había señalado en los días previos que veían con interés la posible liberación del militante de Fatah, aunque todavía se desconoce qué papel esperaría Hamás que desempeñe Barghouti en la política palestina si se diera el caso.

Hay voces que lo consideran una alternativa mucho más deseable que un liderazgo de Hamás al verlo como alguien más moderado y dispuesto a dialogar, además del hecho de que Fatah sí reconoce al Estado de Israel, a diferencia de la milicia islámica.

Israel sigue viendo con recelo cualquier intento de poner en libertad a Barghouti, debido a que Yahya Sinwar, fallecido líder de Hamás y uno de los autores intelectuales del ataque del 2023, también formó parte de un intercambio de rehenes en el 2011 y busca evitar a toda costa un escenario similar. Para el gobierno de Netanyahu, el líder de la Segunda Intifada siempre será una amenaza de reanudación de lucha armada.

Marwan Barghouti se encuentra incomunicado desde el inicio de la operación militar de Israel en Gaza y fue visto por última vez el pasado mes de agosto siendo visitado por el Itamar Gen-Gvir, ministro de Seguridad israelí. El entorno del cisjordano ha denunciado que ha sido sometido a malos tratos en el último tiempo, pero lo poco que se sabe de su situación actual no ha permitido corroborar dicha información