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Chavín de Huántar: indiscutible éxito del cine peruano
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Chavín de Huántar: indiscutible éxito del cine peruano

Chavín de Huántar: indiscutible éxito del cine peruano

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El reciente estreno de la película debe de llenarnos de satisfacción a los peruanos por ser un justo reconocimiento a quienes ejecutaron una de las operaciones más exitosas de los años de la lucha contra el terrorismo, en la que se inmolaron dos héroes nacionales contemporáneos, el coronel EP Juan Valer Sandoval y el capitán EP Raúl Jiménez Chávez, señeros soldados de la patria. La película, que da un merecido realce a la figura del comando Valer y en general al valor de los comandos de las Fuerzas Armadas que tomaron parte en la operación, deja muy en alto la calidad del cine nacional, por la cual debemos felicitarnos como peruanos.

No obstante, las películas basadas en hechos históricos siempre serán motivo de polémica por las tergiversaciones, difamaciones u omisiones que suelen presentarse. Existen muchos casos. En “Corazón Valiente”, de Mel Gibson, por ejemplo, se recrea un improbable romance entre William Wallace y la princesa Isabel de Francia, la ‘Loba de Francia’, como la llamó Maurice Druon en su célebre saga de “Los reyes malditos”, que fue enviada a Inglaterra con poco más de 10 años para casarse con el heredero al trono Eduardo –el primero en llevar el título de Príncipe de Gales– por la misma época en que fue brutalmente ejecutado el rebelde escocés (1305), y a la vez se presenta en ese momento al rey Eduardo I ‘Piernas largas’, falsamente agonizante, cuando ese monarca inglés fallecería súbitamente en 1307.

También han ocurrido difamaciones como en la recordada película “Titanic”, de James Cameron, en la cual el primer oficial a bordo, William McMaster Murdoch, es mostrado cometiendo actos muy censurables durante el hundimiento del transatlántico, cuando su real comportamiento había sido reconocido como heroico por testigos, razón por la que una sobrina bisnieta del marino mercante llevó al cineasta a juicio, quien tuvo que pagar una indemnización y pedir disculpas públicas.

Las omisiones son las más frecuentes. La película que nos ocupa no es excepción. Una importante omisión tiene que ver con el protagonismo gravitante que cumplió el fallecido expresidente Alberto Fujimori.

Como jefe supremo de las FF.AA., Fujimori estuvo al tanto de todo el proceso; es decir, desde la concepción operacional, el planeamiento, entrenamiento y adiestramiento –más allá de las fantasías filiales u otros cuetos chinos– hasta la decisión del empleo real del poder militar.

Otra omisión sensible corresponde al rol protagónico que tuvo la Marina de Guerra del Perú en Chavín de Huántar. En la operación participó la Unida Especial de Combate (UEC) de la Marina –en la película se deja entrever que pertenecía a otra institución–, al mando del entonces capitán de fragata Carlos Tello Aliaga, quien también había intervenido en la operación de El Frontón. Esta unidad de élite se había nutrido de la experiencia de la primera operación exitosa de rescate de rehenes en El Frontón (junio, 1986), y de técnicas de combate de fuerzas especiales israelíes, así como del accionar naval en las zonas de emergencia rurales y de selva. Aquellas técnicas abarcaban tiro de reacción, asalto y dominio de edificaciones urbanas, explosivos de precisión, francotiradores. Todo ello fue empleado en la operación por los comandos de la UEC al dotar los equipos de asalto, además de colocar las cargas subterráneas que permitieron el ingresado subterráneo a la residencia.

En ese momento, la UEC era la única unidad militar en las FF.AA. especialmente creada y organizada para la lucha contra terrorismo en el ámbito urbano con énfasis en rescate de rehenes. Destaca la actuación del ahora capitán de navío (r)Jean Pierre Jaureguy, quien colocó el explosivo que acabó con el terrorista que había herido de muerte al capitán Jiménez, y fue además quien retiro de su asta el trapo emerretista que flameó por varios meses en el techo de la residencia del embajador del Japón.

Por otra parte, el almirante Giampietri –a quien no se debió cambiar el nombre real, como no se hizo con otros personajes– cumplió un rol importantísimo para el éxito de la misión.

Los productores de la película “Chavín de Huántar: el rescate del siglo” nos dejan un mensaje valiosísimo de civismo muy necesario en estos tiempos, que contrasta con versiones antojadizas e ideologizadas de conocidos sectores revanchistas, al honrar a quienes arriesgaron sus vidas ese 22 de abril de 1997, y principalmente a la memoria del gran soldado que fue el coronel EP Juan Valer Sandoval, héroe contemporáneo del Glorioso Ejercito del Perú y de la Patria, ejemplo para las nuevas generaciones de los jóvenes miembros de las FF.AA.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Juan Carlos Llosa Pazos es contralmirante y director general del Centro de Estudios Geopolíticos y de Seguridad Nacional (Cegesen).

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