Óscar Zapata Alcázar

El atraviesa una de las más difíciles encrucijadas de su historia reciente, comparable solo con el régimen de terror y violencia que implantaron los grupos en las décadas de los años 80 y 90, y lo peor de todo es que no se avizora ninguna posibilidad de salida. , el , , , , , , y . Podríamos mencionar cada provincia y distrito de nuestro país y no encontraremos uno que se encuentre libre de sicariato, asaltos, asesinatos y que mantienen en zozobra a la población.

Mientras los criminales actúan a voluntad, aumentando cada vez más su radio de acción y número de víctimas, el parece preso de un inmovilismo que evidencia su incapacidad para diseñar una estrategia coherente, integral y eficiente para poner freno al delito. El , ha anunciado la creación de un “grupo especial” de la para enfrentar las amenazas a las empresas de transporte público a las que se exigen cupos.

Perú-Cámaras ha demandado reiteradamente que, así como se encaró y derrotó al terrorismo hace más de 30 años, se privilegie el uso de la inteligencia y que la PNP cuente con un decidido apoyo, tanto del Ejecutivo como del Congreso y el

Lamentablemente, en este gobierno los ministros del Interior cambian como el clima y ahora se quiere modificar el nombre a ese ministerio, agudizando la situación de inestabilidad que caracteriza este sector.

El mejor ejemplo es lo que sucede en , donde el Estado ha sido reemplazado por mafias de mineros ilegales que cuentan con sicarios que mantienen bajo “su” ley a los pobladores y empresas.

Solo en el caso de la minera Poderosa, 18 de sus trabajadores han sido asesinados y se ha dinamitado 16 torres de alta tensión que proveían de energía a esta empresa que, hace unos días, ha vuelto a ser atacada dejando un fallecido y heridos de gravedad. ¿Los responsables han sido capturados? ¿A cuántos se está procesando? ¿Cuántos han sido condenados? ¿Cuál es el resultado de los operativos destinados a desbaratar estas organizaciones? En cada caso, la respuesta es cero.

Pequeñas bodegas, restaurantes, comedores populares, micros y combis son extorsionados, obligados a pagar a estos facinerosos para no ser víctimas de sus atentados.

Los operativos aislados en zonas “calientes” para la televisión no sirven, porque apenas la policía se da vuelta, los delincuentes vuelven a las andadas en el mismo lugar. No se puede seguir dando manotazos de ahogado ni dejando que cada comisario y que la misma población se las arregle como pueda.

Si no se hace algo pronto, lo único que seguirá siendo organizado en el Perú será el crimen.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Óscar Zapata Alcázar es Presidente de Perucámaras

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