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Normalmente los politólogos diríamos que las alternancias hacia la derecha en Latinoamérica en las últimas elecciones forman parte de la impopularidad del incumbente, de aquellos que gobernaron y no pudieron resolver el malestar de sus pueblos. Pero esta nueva ola de derecha no parece solo un fenómeno pasajero sino un alineamiento regional con lo que viene pasando en el mundo.
Hay muchos factores que explican este giro populista hacia la derecha. La demanda de mano dura contra el crimen organizado que crece en la región favorece a los candidatos de derecha. La derecha latinoamericana ha sido más proclive al despliegue militar y baja el tono a los derechos humanos y las cárceles. Eso es algo que la izquierda latinoamericana no ha podido hacer.
La miopía de la izquierda en la región sobre este tema es tan dramática que los compañeros de izquierda dicen que Boric en Chile fracasó porque traicionó el proceso revolucionario, que debió llevar a cabo un cambio de Constitución, así le hayan ganado en las urnas. Claro que no cuentan cómo el crimen organizado ha avanzado a pasos agigantados en una democracia tan saludable como la chilena, ni son capaces de distinguir que la migración descontrolada ya tenía hastiados a sus ciudadanos.
Además, las dos estrellas de rock and roll de la política latinoamericana son Javier Milei y Nayib Bukele. Portadas en “Time” y “The Economist”, artículos, fanáticos y redes internacionales de apoyo. La derecha populista es ‘trending topic’ desde hace varios años en Europa y Estados Unidos, pero Milei y Bukele son los nuevos dueños de la escena regional que antes debía su carisma a Fidel Castro y Hugo Chávez. Además, hay otro factor bastante sólido: Donald Trump. Trump juega cartas geopolíticas agresivas y no solo ha rescatado económicamente a Milei para encaminar su triunfo en las elecciones del Parlamento, sino que ha ofrecido esa misma colaboración a otros países de la región. Si hay mucho en disputa, Washington ahora no tiene reparos en intervenir. No les quepa la menor duda de que si en el Perú la segunda vuelta nos devuelve un escenario de polarización entre un candidato de derecha populista y otro de izquierda, Trump no dudará en apostar agresivamente.
En tiempos donde la democracia liberal enfrenta obstáculos gigantescos para sobrevivir, los populistas de derecha avanzan. El centro político parece no resistir el avance de este vendaval. Colombia y el Perú serán los próximos escenarios de disputa. A juzgar por las encuestas, en Colombia la oposición tendría victoria, mientras que en el Perú se repetirá el rito entre candidatos sumamente impopulares pero que apostarán por la mano dura incluso desde la izquierda.

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