(Ilustración: Giovanni Tazza)
(Ilustración: Giovanni Tazza)
Santiago Roncagliolo

No quiero aguarle la fiesta a nadie. Pero después de una semana leyendo la larga serie de lamentos por la suerte del pobre , los apoyos de sus compañeros de equipo ante su triste situación, los testimonios de atractivas periodistas que un día cenaron con él y conocieron su alma profunda, las elegías a su gallardía y los poemas a su mamá, alguien tiene que llamar la atención sobre el hecho de que nuestro héroe nacional ha dado positivo en un análisis químico de cocaína.

Como ya preveo los insultos de muchos lectores (“¡Infórmese, ignorante!” me van a escupir un montón de repentinos especialistas en bioquímica), quiero pedir calma y buscar el origen de los argumentos defensivos que esta semana han proliferado y que la prensa repite sin preguntarse de dónde salieron. Uno por uno:

1. La FIFA descartó consumo de cocaína. Esto fue titular de periódicos de todo el mundo. “La Tercera” de Chile o “El Colombiano”, por no mencionar decenas de medios peruanos, abrieron así sus informaciones sobre el tema. Sin embargo, el único comunicado emitido por la FIFA dice que Paolo dio positivo por benzoilecgonina, un metabolito de cocaína. Punto. La fuente de todas las notas que dicen lo contrario es... Paolo Guerrero. El acusado, al salir de su interrogatorio a fines de noviembre, afirmó haber “demostrado” su inocencia ante la FIFA. Se trata de una confusión interesada de los verbos: él no la “demostró”. Solo la “defendió”. Que la haya demostrado depende de la FIFA. Ese mismo día, el abogado de Guerrero declaró estar a la espera de una confirmación oficial de su inocencia la semana siguiente. Ya han pasado más de dos.

2. El análisis de sus cabellos desmiente que haya consumido cocaína. Nada me haría feliz. Un análisis científico confiable es lo único que podría desmentir a otro análisis científico confiable. La cuestión es que nuestro análisis capilar salvador lo ha hecho... un bioquímico contratado por la defensa. La televisión brasileña lo dio por cierto y, tras ella, todos lo repitieron, pero sigue siendo la argumentación del abogado de Paolo. Lamentablemente, los estudios solo son aceptables cuando son independientes.

3. Un metabolito de la cocaína no es lo mismo que cocaína. Un metabolito es una sustancia que produce nuestro cuerpo al metabolizar otra. O sea, es la cocaína después de un tiempo en el cuerpo. Nada más.

4. Paolo bebió té de una jarra que antes había contenido mate de coca y estaba contaminada. Ese es el argumento que el propio Paolo ha empleado. Si no tiene más defensa, vamos a tener que preocuparnos. Hacen falta 1.000 unidades de peso de hoja de coca para elaborar una de cocaína: seis plantas enteras por gramo. Un mate contiene apenas unas hojas. ¡Y la jarra estaba vacía! Espero que eso sea posible. Ayer, el presidente de la Comisión de Control de Dopaje de la Confederación Brasileña de Fútbol, que también es médico oficial de control de dopaje de la FIFA, opinó que la defensa va por buen camino. Ojalá tenga razón.

La estrategia de la defensa parece más destinada a la opinión pública que a la FIFA. Nada puede desmentir al análisis bioquímico, pero pretenden introducir una duda razonable ante quienes deseamos ardientemente que todo sea mentira. Solo necesitamos una frasecita de la que agarrarnos, como una plegaria o un mantra.

Guerrero hace lo que puede por reducir su sanción y conservar su contrato con el Flamengo. Yo espero que lo logre. Pero los periodistas que han dado las declaraciones de su abogado como informaciones contrastadas están engañando vergonzosamente a su público. Sin duda, no lo hacen por maldad, sino por sus ganas de engañarse a sí mismos.