La asunción del mando de en Venezuela tendrá impacto en el Perú. Una parte de la ha manifestado su apoyo a la consolidación del fraude electoral.

Esta izquierda en el Perú avala la captura del poder por los que piensan como ellos. Avalan el mando basado en la fuerza, en el desconocimiento de la voluntad del pueblo.

El partido Adelante Pueblo Unido, de Aníbal Torres y Anahí Durand, se ha afirmado, por ejemplo, “en la autodeterminación de los pueblos”.

El régimen de Nicolás Maduro y la autoridad electoral nunca mostraron, ni pueden mostrar, las actas electorales. La autodeterminación es cuando el pueblo vota por sus autoridades. El pueblo no votó en mayoría por Maduro.

El gran triunfo de la oposición fue, sin duda, documentar el acto de autodeterminación del pueblo venezolano. Quienes apoyan a Maduro le niegan el derecho a la autodeterminación al pueblo de Venezuela.

Maduro asume el tercer mandato solo con su dicho, el fraude, el soborno, la extorsión y el copamiento de las instituciones. Parte de la izquierda peruana avala la dictadura.

Representantes de Perú Libre, de Juntos por el Perú y de la Bancada Socialista (agrupación del congresista Guillermo Bermejo) sostienen que no reconocer a Maduro como presidente legítimo es romper el principio de no injerencia en los asuntos internos de otro país.

La manifestación de un gobierno, sin embargo, no equivale a intervenir o tener injerencia en un asunto interno de otro. Cada Estado es soberano de decidir con quién tiene relaciones diplomáticas o a quién reconoce o no.

La posición de esta izquierda equivale a que todos los países de Europa tuvieran que reconocer como legítimo al régimen de Adolfo Hitler en 1934, cuando se autoproclamó “jefe supremo del Estado” (‘Reichsführer’).

Esta es la izquierda que habla de democracia y derechos humanos. A la hora de la verdad, solo defiende sus intereses políticos. No se adhiere a ningún principio de democracia, libertad o autodeterminación del pueblo.

Por eso apoyan la “autodeterminación” de Maduro. Él representa todo lo que ellos quieren para sí: poder absoluto, liquidación de la oposición, desconocimiento de la opinión y la voluntad ajenas.

No es fácil detectar a los candidatos que someterán el gobierno a la corrupción. Recordemos los ejemplos de Alejandro Toledo y Pedro Castillo. Es fácil, sin embargo, detectar a los totalitarios que respaldan a Nicolás Maduro.

Descartemos a la izquierda “madura”: es totalitaria y antidemocrática.


*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Federico Salazar es periodista

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