Las cifras que han propagado los medios de comunicación son reveladoras: 100 homicidios en las primeras tres semanas del año. En promedio, cada día asesinan a cuatro personas. Para ser más gráfico, cada tres o cuatro horas se asesinó a un peruano, si se consideran solamente las horas de vigía para cualquier ser humano (entre 16 y 18 horas).

¿A quiénes mirar para buscar respuestas? En cualquier sociedad moderna, la responsabilidad recae sobre el Estado, que ostenta el monopolio de la represión. En consecuencia, no se incurre en un cargamontón cuando se fija la mirada en la presidenta de la República, , o en el ministro del sector, , en el cargo desde mayo del 2024.

El editorial de este Diario de hace unos días recoge lo que es una percepción extendida: la aparente capitulación del Ejecutivo frente al acuciante problema. En particular, le atribuye a Santiváñez una incapacidad para “esbozar una idea válida para frenar el avance de la criminalidad” (El Comercio, 21/1/2025).

En el Congreso, mientras tanto, se lanzan declaraciones que evidencian hartazgo, pero existe inacción en términos concretos. Entre las más recientes, destacan las declaraciones de congresistas por Lima, como Adriana Tudela y Roberto Chiabra. Por ejemplo, hasta el cierre de esta columna, no se ha presentado una moción de censura contra Santiváñez.

A esto se suma la complacencia de algunos. La mejor personificación de este ánimo es el congresista por Tacna y presidente de la Comisión de Justicia, Isaac Mita. Mita sostuvo que los medios “exageran” cuando informan sobre la ola de inseguridad (16/1/2025) y, recientemente, señaló que el atentado de las primeras horas del lunes contra la sede del Ministerio Público en Trujillo constituye un “delito común” (21/1/2025).

Frente al desdén con el que la clase política parece manejar el tema, la ciudadanía tiene una percepción mayoritariamente negativa. Así, nueve de cada diez encuestados hace pocos meses (el 90% según el IEP en noviembre del 2024) indicaban que la situación de inseguridad era “peor” que hace un año.

Ciertamente, la cifra corresponde al mes posterior a las protestas de microbuseros, bodegueros y comerciantes, por lo que podría presentar algún sesgo. Pero no debe ser muy diferente a la actual, impactada por los graves sucesos de inicios de año.

En las primeras páginas de su famoso libro, cuyo título toma esta columna, Daron Acemoglu y James Robinson (2019) se refieren a un inexistente artículo 15 de la Constitución Política de la República Democrática del Congo (“un país a menudo considerado el epítome de la anarquía”) que el argot político ha consagrado para tiempos como estos. El imaginado pasaje solo dice: “Débrouillez-vous” (Arréglenselas). ¿Qué tan cerca está el Perú de aquella imaginada sentencia?


*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

José Carlos Requena es Analista político y socio de la consultora Público

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