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Reparto de privilegios
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El privilegio es el freno del desarrollo. Es la injusticia, la discriminación y la ineficiencia. El gobierno y el Congreso han dado una ley que consagra el privilegio.
La Ley 32434, llamada “ley Chlimper 2.0”, beneficia a los grandes agroexportadores. Los exceptúa de ser iguales ante la ley.
Esta norma, en efecto, restablece el sistema fiscal de privilegio para los grandes agroexportadores. A ellos, y sólo a ellos, se les reduce el impuesto a la renta al 15%, a casi la mitad de lo que tienen que pagar empresas de otros sectores.
“La finalidad —dice la ley— es fomentar una agricultura moderna que permita la empleabilidad e inversión”.
Si bajar impuestos permite tener más empleos, ¿por qué no se hace con todos los sectores? Además, ¿qué garantiza que el margen obtenido por la ventaja fiscal vaya a empleo? Puede ir a tecnología, ampliaciones, capitalizaciones, entre otras cosas.
Si el privilegio fomenta la inversión, habrá que repartir privilegios por todos lados. ¡Nos llenamos de inversión!
Esta es la muy tonta idea de que una protección estatal en una industria va a generar su crecimiento.
La ley también quiere impulsar “la transformación productiva, competitiva y sostenible del sector agrario”. Palabreo. No se puede ser competitivo con subsidios. Bajarle impuestos a una rama específica de la producción es como subsidiarla.
¿Sostenible? ¿Cómo va a ser sostenible una actividad económica si depende de que le bajen el impuesto? Será “sostenible” mientras se sostenga el beneficio fiscal. Eso es lo contrario a “sostenibilidad”.
La ley carece de razonamiento económico. Con el supuesto de ayudar a los pequeños agricultores, por ejemplo, otorga beneficios adicionales a las grandes agroexportadoras.
Estas empresas podrán aplicar “una deducción adicional equivalente al 25% sobre el valor de los productos que compren a los pequeños productores agrarios”. La gran inteligencia detrás de esto es: si doy beneficios fiscales a los grandes para que compren a los chicos, los chicos podrán vender más.
Esta es la idea de “sostenibilidad”. Es la gran idea para aumentar la producción. No es otra que el subsidio a los grandes.
Ese subsidio pone al agroexportador grande en mayor posición de dominio sobre el productor pequeño. Refuerza el poder de compra del grande, no del chico.
Esto es dirigismo. El Estado cree saber dónde deben ir los recursos. El Estado le da dinero (que deja de ganar) a una cantidad determinada de productores. Eso es privilegio y subdesarrollo.

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