María Cecilia  Villegas

El Congreso derogó una disposición complementaria del Decreto Legislativo 1607, que buscaba luchar contra la minería ilegal, pero que a su vez podría atentar contra los pequeños mineros y los mineros artesanales. ¿Es correcta la decisión del Congreso? ¿El decreto resolvía el problema de la minería ilegal?

El Reinfo fue creado para simplificar el proceso de formalización de la pequeña minería y la minería artesanal. Los mineros registrados tenían un plazo para cumplir los requisitos establecidos para lograr su formalización. Pocos lo lograron. El Reinfo tiene 86.953 inscritos, de estos el 78% tiene su inscripción suspendida. Solo hay 19.584 mineros con inscripción vigente. El proceso de formalización falló. Algunos de estos pequeños mineros no lograron terminar el proceso porque, por ejemplo, no pudieron obtener el permiso de la empresa minera que tiene la concesión en la que trabajan.

Una parte importante de la actividad minera se realiza a pequeña escala, en esta se explotan yacimientos con tecnologías sencillas. Existen entre 300 y 500 mil pequeños mineros y mineros artesanales, pero se calcula que esta actividad alcanza de manera directa a más de tres millones de peruanos. Las cifras no son exactas porque no existe un censo minero pese a que llevan años pidiéndoselo al Estado. La minería artesanal tiene un potencial importante para contribuir al desarrollo nacional mediante la generación de empleo, reducción de pobreza, desarrollo local e ingresos fiscales. Pero tiene muchas limitaciones, porque no acceden al crédito formal y parte de sus ingresos se destina a sobornos y cupos para garantizar seguridad. Las operaciones se encuentran en zonas aisladas, en las que el Estado no tiene control y los servicios públicos son limitados. Los pequeños mineros tienen poco conocimiento sobre geología, ingeniería y contaminación ambiental. Trabajan con equipos inadecuados y utilizan quimbaletes y mercurio para el procesamiento del oro, lo que causa daños irreparables al medio ambiente y a la salud de los pobladores.

¿Cuál es la diferencia entre minería ilegal y minería informal? La ilegal se realiza en espacios prohibidos (ríos, lagunas, cabeceras de cuenca y zonas de amortiguamiento de áreas protegidas) y utiliza maquinaria no permitida en la pequeña minería. Mientras que la informal –pequeños mineros y artesanales– congrega a quienes no han accedido al proceso de formalización. La informalidad minera, además de un problema legal, es principalmente un problema social.

El sector informal opera en la extralegalidad, al margen de obligaciones tributarias, sin permisos ni autorizaciones, y sin la protección y servicios del Estado. Además, parte de los insumos utilizados son obtenidos en el mercado negro. La dinamita en el mercado informal cuesta 2,5 veces más que en el mercado formal y los proveedores son, en muchos casos, los mismos policías que la incautaron a otros mineros informales.

¿Por qué quienes tienen Reinfo no concluyeron el proceso de formalización? Por falta de información, incapacidad para cumplir requisitos técnicos/legales y por el costo. Además, la debilidad del Estado no genera incentivos para concluir la formalización. Sin incentivos, los pequeños mineros y los artesanales siguen desarrollando sus actividades como siempre lo han hecho: fuera de la ley.

El principal problema es que el Reinfo ha sido utilizado para introducir en la economía formal el oro y cobre ilegal. El Reinfo otorga trazabilidad, esto es demuestra el origen legal del mineral: de qué concesión fue extraído, y garantiza la extracción autorizada. La trazabilidad es un requisito para su comercialización en el mercado formal. La falta de supervisión estatal ha permitido que el Reinfo se utilice para otorgar trazabilidad al oro extraído ilegalmente y facilitar las actividades de la minería ilegal permitiéndole crecer impunemente sin un Estado que la detenga.

La norma derogada por el Congreso buscaba que el Reinfo no fuese utilizado por los ilegales, lo que por sí solo no resuelve el gravísimo problema de la minería ilegal. A la vez, la pequeña minería y la artesanal necesitan un marco legal integral que establezca incentivos para la formalización, la simplificación de mecanismos de control y trámites, capacitación, acceso al financiamiento y trazabilidad. Porque la formalidad es una gran herramienta contra la ilegalidad. Y necesitamos con urgencia la presencia del Estado supervisando y sancionando las actividades informales y, sobre todo, una estrategia firme para atacar las actividades ilegales y defender a los que quieren ser formales.

Maria Cecilia Villegas es CEO de Capitalismo Consciente Perú

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