Natale Amprimo Plá

En nuestro artículo del 17 de abril del año en curso, titulado “Cuando el barco es conducido por irresponsables, encalla”, advertimos la extraña medida que había tomado el ministro de Salud, César Vásquez, al emitir la Resolución Ministerial 263-2024/Serum, al cambiar las reglas para postular como serumista en el presente año, estableciendo que podrían ocupar plaza quienes no hayan aprobado el examen nacional de la carrera.

Sí, aunque usted no lo crea, eso incluía, como lo advertimos, ¡a los desaprobados!

En nuestro artículo precisamos que la decisión del ministro violaba la Ley del Servicio Rural y Urbano Marginal de Salud-, Ley 23330, que obliga que el servicio sea prestado por profesionales de la salud que tengan título, estén colegiados y habilitados, y hayan aprobado el examen nacional de la carrera correspondiente.

En el tiempo transcurrido desde que se estableció como requisito la aprobación del examen nacional de medicina, ¿se han conocido quejas o manejos oscuros en la evaluación de este? No que se sepa, pero el ministro Vásquez, como no pudo hacer que los desaprobados hagan el Serums como pretendió, pues se violaba una ley, ahora ha promovido la dación del Decreto Supremo 013-2024-SA, por el que se deja de lado el examen nacional de medicina (ENAM) para crear una nueva evaluación, que ahora está a cargo (oh, sorpresa) del propio , cuyo titular declaró muy suelto de huesos en un programa de radio que los desaprobados irán a las plazas libres.

Han hecho bien las facultades de medicina de las prestigiosas universidades Cayetano Heredia y Mayor de San Marcos en no prestarse al juego ministerial, rechazando participar en una evaluación en la que no hay garantías de cumplimiento de requisitos esenciales de calidad; además de haberse advertido que en la elaboración de los lineamientos que promueve Vásquez no han sido consultados el Colegio Médico del Perú, la Asociación Peruana de Facultades de Medicina ni la Academia Nacional de Medicina.

Es más, la decisión de dichas universidades no hace otra cosa que ir en consonancia con el acuerdo unánime de la Asamblea General de la Asociación Peruana de Facultades de Medicina –que reúne a 35 facultades de otras universidades–, que también cuestiona la calidad de este proceso de evaluación.

Por otro lado, a efectos de evitar especulaciones, sería bueno que se conozca de manera oficial el ránking de las universidades en las que se han formado los desaprobados. ¿Por qué razón el Ministerio de Salud no publica de manera oficial esa información? ¿Nos quieren ocultar algo?

Si la señora presidenta de la República quiere de verdad que muchos de los peruanos que hoy la vemos totalmente desconectada e ida empecemos a percibirle algún gesto de liderazgo, debe, en vez de ir cantando “El gato Ron Ron” en un auditorio con presencia de niños forzados a estar ahí, evaluar seriamente la permanencia de un ministro que exhibe un rechazo tan elocuente y cuya gestión no tiene nada positivo que mostrar. No hacer nada implicará, una vez más, que el Gobierno opta por la medianía.

Finalmente, ¿estos temas les interesan a los partidos representados en el ? Pareciera que les son ajenos o será, como dicen los malpensados, que hay favores que saldar y que no quieren afectar los intereses de quien, se dice, es quien gobierna realmente el país.


*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.



Natale Amprimo Plá es Abogado constitucionalista