"Ávalos se aleja por dos semanas sin que haya comunicado si abrió investigación preliminar contra el presidente Pedro Castillo por los presuntos delitos de patrocinio ilegal y tráfico de influencias, en respuesta a la denuncia que presentó hace más de dos semanas la Procuraduría General del Estado". (Foto: GEC)
"Ávalos se aleja por dos semanas sin que haya comunicado si abrió investigación preliminar contra el presidente Pedro Castillo por los presuntos delitos de patrocinio ilegal y tráfico de influencias, en respuesta a la denuncia que presentó hace más de dos semanas la Procuraduría General del Estado". (Foto: GEC)
Rodrigo Cruz

La fiscal de la Nación, , ha solicitado nuevamente vacaciones. Se aleja de su despacho del 6 al 20 de enero, luego del 15 de febrero al 1 de marzo y finalmente del 1 de agosto al 30 de ese mismo mes. Así lo señala una resolución publicada en “El Peruano” el 31 de diciembre del 2021. Durante los dos primeros períodos, su lugar estará ocupado por el fiscal supremo Pablo Sánchez, el único fiscal supremo titular en actividad que queda en el Ministerio Público luego de que fueran destituidos de la institución Pedro Chávarry, Luis Arce, Tomás Gálvez y Víctor Rodríguez Monteza.

El último período vacacional no importa mucho. En agosto Ávalos ya no sería la máxima autoridad de la fiscalía, pues su mandato como fiscal de la Nación concluye a fines de marzo. Internamente, la fiscal ha mencionado que ya no desea reelegirse por otros dos años. De hecho, en la institución interpretan que sus varios pedidos de vacaciones se deben a que ya no es su intención permanecer en el cargo. Pero esa ya es otra discusión; en otro momento se analizarán los pros y contras de su paso como jefa de la fiscalía.

Lo concreto aquí es que este jueves Ávalos se aleja por dos semanas sin que su oficina, hasta el cierre de este artículo, haya comunicado si abrió investigación preliminar contra el presidente Pedro Castillo por los presuntos delitos de patrocinio ilegal y tráfico de influencias, en respuesta a la denuncia que presentó hace más de dos semanas la Procuraduría General del Estado por el contrato que ganó una empresa asesorada por la lobbista Karelim López. Tampoco ha dicho qué hará respecto del informe enviado por la fiscal Norah Córdova sobre el caso Petro-Perú y la participación del mandatario. ¿Querrá Ávalos que la decisión sobre estos dos casos la tome su colega Sánchez, a pesar de que este no es el fiscal de la Nación titular y solo el encargado?

Otro punto en el que Ávalos tampoco ha dado respuesta es si va a solicitarle al Poder Judicial que se creen juzgados exclusivos para el Caso Lava Jato a fin de que estos avancen de manera más célere, sobre todo en la etapa intermedia, en ese laberinto que es la burocracia del sistema de justicia penal. Un pedido que ya ha sido solicitado en dos oportunidades por el fiscal superior Rafael Vela, pero que, hasta la fecha, no ha recibido respuesta. ¿Ávalos también querrá que Sánchez tome esta decisión? Solo ella lo sabe. Lo que sí sabemos es que este 2022 habrá una reconfiguración en la Junta de Fiscales Supremos. La JNJ ya ha convocado a concurso público para nombrar a los nuevos fiscales que reemplazarán a Chávarry, Arce, Gálvez y Rodríguez Monteza. Un hecho que cambiará la correlación de fuerzas en la fiscalía que elegirá pronto al sucesor de Ávalos y que, esperemos, no deje ningún asunto urgente pendiente antes de tomar unas vacaciones.