Melany Mamani Ricaldi

La ingeniería es una disciplina clave en el desarrollo económico y social de cualquier nación, y para los jóvenes representa una oportunidad de crecimiento personal y profesional. Más aún en provincias en las que ofrece a las comunidades un camino hacia el progreso.

Desde la construcción de infraestructuras hasta la creación de tecnologías innovadoras para la sostenibilidad ambiental, la ingeniería entrega la posibilidad de encontrar formas de optimizar los recursos disponibles.

Por poner el ejemplo de Tarma, una provincia donde predomina la agricultura, la ingeniería puede ser un medio para mejorar los sistemas productivos y de infraestructura rural, diseñando sistemas de riego eficientes y proponiendo nuevas herramientas para el procesamiento de productos agrícolas.

La ingeniería tiene el potencial de cambiar las condiciones de vida de las comunidades. Se pueden solucionar problemas como la falta de acceso al agua potable, la mejora de las vías de comunicación o la construcción de infraestructuras seguras y eficientes.

Los jóvenes ingenieros, al graduarse, regresan a sus comunidades para aplicar lo aprendido y mejorar la calidad de vida de sus familias y vecinos. Esta contribución impulsa su crecimiento económico y su competitividad en el aspecto regional y nacional.

La juventud tiene en la ingeniería una herramienta poderosa para generar cambios significativos. Al utilizar sus conocimientos para resolver problemas locales y globales, los jóvenes ingenieros de Tarma pueden ser parte del desarrollo de un país más moderno, equitativo y sostenible.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Melany Mamani Ricaldi es estudiante de Ingeniería Industrial en la Universidad Católica Sedes Sapientiae

Contenido Sugerido

Contenido GEC