En los últimos años, se ha debatido sobre la “muerte” de la televisión debido al crecimiento de YouTube y otras plataformas de video bajo demanda. Según Nielsen, la televisión lineal ha visto caer su audiencia un 50% entre los jóvenes de 18 a 34 años. Sin embargo, considero que afirmar que la televisión está al borde de la extinción es apresurado. Este medio ha sabido adaptarse y sigue siendo relevante.

La televisión ha sobrevivido a diversas amenazas en el pasado, como el VHS en los 80 y el DVD en los 90. Estas tecnologías fueron consideradas “asesinas” del formato televisivo, pero resultaron en una evolución del medio. En el 2019, más del 80% de los hogares en EE.UU. veían televisión tradicional al menos una vez al mes, lo que demuestra su resiliencia. La televisión se ha transformado, integrando aplicaciones de contenido bajo demanda y ofreciendo experiencias híbridas.

Un aspecto único que la televisión ofrece son los eventos en directo. Acontecimientos como el Super Bowl o los premios Óscar siguen atrayendo a millones de espectadores simultáneamente. En el 2023, más de 113 millones vieron el Super Bowl por televisión, una cifra inigualable por YouTube.

Además, la televisión sigue generando contenido de alta calidad, superando a menudo a las plataformas de streaming en presupuesto y producción. En el 2022, estas lanzaron más de 700 series, pero la calidad de la televisión tradicional sigue siendo notable.

El auge de YouTube no significa la muerte de la televisión, sino una diversificación del consumo audiovisual. La televisión evoluciona y seguirá siendo un medio clave mientras ofrezca contenido de calidad y eventos en vivo.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Johana Milagros Villón Cristóbal es estudiante de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Nacional Federico Villarreal