Leer esto desde un teléfono no hace que dejes de ser un animal. No es algo peyorativo: todos lo somos. El filósofo John Locke señalaba que los humanos nacemos como páginas en blanco y que la biología no tiene que ver en nuestra forma de pensar.
Esto podría entenderse como si solo evolucionáramos de los pies al cuello. No se trata de que la ciencia y las humanidades estén divorciadas. Podemos estar de acuerdo en que la escritura es un invento social, al no haber sido desarrollada en todas las culturas, pero no podemos negar que se obtiene por factores que llevan a que el cerebro produzca a nivel evolutivo la capacidad de leer.
La filosofía general de Rousseau se centra en que el hombre es bueno por naturaleza, pero la sociedad lo corrompe. A pesar de las influencias sociales, los humanos tenemos instintos o patrones de acción que causan inconscientemente nuestra conducta, al igual que los animales. Ser razonable no es la oposición a ser instintivo, y es lo que Daniel Kahneman titula “Pensar rápido, pensar despacio”.
Los instintos y las emociones reflejan la forma de pensar rápido; la razón, ante problemas nuevos, la forma de pensar lento. Pensemos en los murciélagos como ejemplo de cooperación, que no pueden sobrevivir si no comparten sus alimentos al regurgitar lo que consiguen en el hocico del otro sin que les hayan enseñado el “hoy por ti, mañana por mí” en una escuela.
Es una falacia naturalista mencionar que, al ser animales, los derechos humanos serían solo un intento fallido de oponerse a la biología. La evolución hace referencia a cómo se adaptaron las especies, y no se debe confundir la igualdad ética y jurídica con la identitaria, ya que los derechos humanos limitan ciertos impulsos naturales agresivos para alentar otros cooperativos. No caigamos en el reduccionismo biológico ni sociológico. Si olvidamos que somos animales, podemos realizar malos diagnósticos sociales, ya que lo que pensamos responde a una arquitectura heredada del proceso evolutivo. De esta manera, la cultura es solamente la última tecla del extenso piano de la evolución.