Cuando Eyvi Ágreda despertó pensó que su papá había muerto. Le sorprendió ver a toda su familia que vive en Cajamarca a su alrededor. Le aclararon que estaba internada en un hospital. Le contaron la verdad a medias para no conmocionarla. Aún con poca lucidez, Eyvi solo dijo sentirse feliz por ese pequeño momento, porque el sueño que siempre había tenido se había cumplido: reunir a toda su familia junto a ella.
Eran inicios de mayo del 2018, habían pasado quince días desde que Carlos Javier Hualpa le lanzó gasolina y le prendió fuego mientras ella viajaba en un bus de regreso a su casa en Chorrillos. Recién con el paso de los días, Eyvi empezó a darse cuenta de la gravedad de sus heridas. Tenía más de la mitad del cuerpo quemado. El fuego había destruido todas las capas de su piel y alcanzó a dañar varios de sus órganos. Estaba vendada e inmovilizada. Le pidió a su papá que le dijera la verdad, cómo había quedado su rostro, si iba a quedarse así para siempre. Su papá le mintió para calmarla, pero Eyvi empezó a recordar.
El día del ataque, el 24 de abril, Eyvi estaba cansada y con gripe. Salió de su trabajo y caminó hacia el paradero de Tottus, en San Isidro. No se percató de que Carlos Hualpa venía detrás de ella. Eyvi subió al bus de la empresa Etulsa y se sentó tres asientos detrás del chofer. Hualpa hizo lo mismo y se ubicó en la parte posterior. Vestía una capucha y lentes oscuros, y en una botella de yogurt de 1 litro, cargaba la gasolina que había comprado un mes atrás. Estuvo atento a los movimientos de Eyvi, hasta que ella se quedó dormida.
“De pronto sintió que alguien le echa como agua pero de ahí sintió el olor a gasolina y vio que le prendieron fuego. Entonces, empezó a pedir ayuda. Se acordaba de todo y sospechaba de él”, cuenta Sandra Aguirre, su hermana.
Una semana antes, Hualpa fue a buscar a Eyvi a su trabajo porque ella lo llamó a reclamarle por qué la seguía y acosaba, cuando ya le había dejado claro que no tenía ninguna intención amorosa con él. Hualpa dice que quería “aclararle” las cosas, pero Eyvi se molestó, le dijo que no la buscara más y se fue. Ella le contó a una de sus hermanas lo que había pasado y le aconsejaron que lo denunciara, pero Eyvi tenía un carácter aguerrido y pensó que reclamándole cesaría. No sabía que Hualpa ya estaba planeando su muerte.
Desde que despertó en el hospital Almenara, Eyvi solo pudo hablar durante una semana. Había pasado por más de diez cirugías y su recuperación era inestable. Su familia le contó que afuera del hospital, en la avenida Grau, habían llegado grupos de mujeres con flores, cartas y peluches para ella; y que todas le dedicaban oraciones y palabras de aliento. Eyvi se emocionó mucho y pidió que las dejaran ingresar para agradecerles. Su hermana le dijo que era imposible porque estaba en cuidados intensivos.
“Cuando nos enteramos de lo que pasó con Eyvi hicimos una manifestación pacífica que se llamó ‘Flores para Eyvi’. La idea fue dejar cartas, peluches y flores en la puerta del hospital para que la gente supiera que adentro había una mujer que luchaba por su vida. Queríamos visibilizar la situación porque eso podía suceder con personas que conocemos y que están pasando lo mismo, pero que no se atreven a denunciar porque tienen miedo”, cuenta la actriz Alessandra Denegri, impulsora de ese gesto y quien estuvo cerca a la familia de Eyvi durante esos días.
El día de la madre, el 13 de mayo del 2018, Eyvi tuvo un gesto que su hermana Sandra recuerda ahora con ternura. “Dijo que tenía hambre y se le antojó pollo a la brasa. Nosotros nos reímos con ella. Así nos trataba de demostrar que era fuerte. Ese fue el último día que nos habló”, dice Sandra. Desde ese momento, su salud empeoró. A su cuerpo había ingresado una bacteria llamada pseudomona que es inmune a los antibióticos. Cuando los médicos le inyectaban medicina, sus defensas morían. Tuvo tres infecciones generalizadas. Su cuerpo ya no aguantaba más.
La mañana del 1 de junio, el doctor llamó a la familia de Eyvi de emergencia. “Me dijo: a tu hermana le quedan pocas horas de vida. Entren para despedirse. Entramos todos y comenzamos a llorar porque dijeron que no le quedaba vida. Le hablamos y no sabíamos si nos escuchaba. Murió ahí con nosotros”, narra Sandra. Lo que le tocó vivir luego, es parte de un recuerdo que, dice, nunca va a superar. La fiscalía le pidió que certificaran la autopsia. “Le quitaron las vendas y pude ver lo que quedaba de mi hermana y me causó mucha pena porque nadie merece morir así. Dicen que con la medicina no sentía el dolor, pero me imagino que sí habrá sentido porque era bastante la quemadura. Dios se la llevó porque sabía que iba a sufrir mucho y sabía que no iba a soportar”, recuerda Sandra con tristeza.
El martes último, el Poder Judicial sentenció a 35 años de prisión a Carlos Hualpa por los delitos de feminicidio agravado consumado en agravio de Eyvi, lesiones graves por los 8 pasajeros del bus que resultaron con lesiones, y peligro común (peligro por medio de incendio o explosión) en agravio el Estado. El feminicida no deberá salir de prisión hasta abril del 2053.
—Las promesas del Ejecutivo—
Este sábado 1 de junio se cumple un año del fallecimiento tras el brutal ataque que sufrió por parte de Carlos Hualpa. Desde ese día hasta abril de este año, la fiscalía contabiliza 119 feminicidios. Detrás de la muerte de Eyvi ha quedado un camino de promesas por parte del Estado para enfrentar la violencia contra la mujer. A continuación hacemos un mapeo de ellas
Plan de Acción Conjunta
Un día después de la muerte de Eyvi, el presidente Martín Vizcarra dispuso declarar de interés nacional la lucha contra la violencia hacia las mujeres. El primer paso que dio el Ejecutivo fue la creación de la Comisión Multisectorial de temporal denominada “Comisión de Emergencia encargada de proponer acciones para la protección, prevención y atención de casos de violencia contra la mujer”.
La comisión presidida por el primer ministro, tuvo un plazo de duración de 45 días. Su objetivo principal fue diseñar y formular la propuesta de Plan de Acción Conjunto que establezca medidas concretas y urgentes a fin de prevenir la violencia contra las mujeres.
El plan fue presentado en agosto del 2018, con objetivos y metas a cumplirse hasta el 2019. Para la adjunta de la Defensoría, Eliana Revollar, quien ha monitoreado este plan, el presupuesto de S/60 millones que se estableció para el año pasado es insuficiente.
“Fue un plan hecho casi intempestivamente, falta una definición de acciones estratégicas para partir de metas que apunten a resultados porque la mayoría de actividades está a nivel de insumos. Es decir, si contrato más personas no garantizo la atención tangencial para la víctima, eso requiere una mirada mayor”, indica.
PUEDES VER EL PLAN AQUÍ
Las leyes
Una de las líneas estratégicas del plan es el reforzar el marco normativo de la lucha contra la violencia contra la mujer. La publicación de normas sí se ha cumplido según se estableció. En quincena de junio el Ejecutivo publicó la actualización del “Protocolo interinstitucional de acción frente al feminicidio, tentativa de feminicidio y violencia de pareja de alto riesgo”. Este nuevo protocolo enfatiza las responsabilidades tanto de la policía como de la fiscalía para atender estos casos y promover que sean procesados con severidad.
Además, establece la inmediatez (24 horas) con la que las denuncias deberán ser derivadas de la policía a la fiscalía, para evitar que el agresor vuelva a atacar a su víctima
También se publicó el protocolo para el trabajo conjunto entre la Policía Nacional del Perú y el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables en los Centros Emergencia Mujer en comisarías, para dar atención integral especializada e interdisciplinaria. Pese al avance de coordinación, el problema que se refleja acá nuevamente es el de la falta de recursos.
“Lo que está pasando es que si esa comisaría no tiene condiciones físicas para albergar al CEM es dejado para irse a otro que puede tener menor población afectada pero mejores condiciones. Este año se está recibiendo un monto para arreglar las comisarías. Pero cuando hemos supervisado, lo que advertimos es que la policía siente que llega el MIMP con impresoras y todo y ellos no tienen nada”, relata Revollar.
A fines de agosto e inicios de setiembre también se dieron dos pasos importantes: se aprobó tipificar el acoso como delito y que la confesión sincera, que permite reducir la pena de un imputado hasta en un tercio, ya no pueda aplicarse en los casos de feminicidio y violación sexual.
- Fiscales y jueces especializados en violencia contra la mujer
Se cumplió con la creación de 10 fiscalías especializadas contra la violencia familiar en Lima y Callao y la instalación de 8 módulos Judiciales Integrados en Violencia contra las Mujeres en Arequipa, Lima Este, Lima Norte, Lambayeque, Cusco y Junín. Solo durante el 2018, estos módulos reportaron 42.756 ingresos. La fiscalía, por su parte, ha registrado 1.240 víctimas de feminicidio en el periodo enero 2009 – abril 2019.
“Es importante que se hayan establecido juzgados especializados, pero hay un problema: las prioridades que estableció el Poder Judicial o no coinciden con el Ministerio Público. Si tienes un fiscal especializado que verá alta demanda no tiene su correlato con un juez especializado”, comenta la adjunta de la Defensoría.
-Mapas del delito y campañas con hombres
Se propuso que para diciembre del año pasado, la policía debía contar con mapas del calor de delitos de violencia contra la mujer. Lo que se logró es establecer mapas de calor pero solo en Lima. Esto se debe, básicamente, a una falta presupuestal por parte de la policía para esta herramienta.
Los mapas del delito sobre violencia contra las mujeres son herramientas fundamentales para implementar acciones preventivas y de protección en torno a este problema. Sin embargo, las cifras reflejan que pese a las denuncias que hay sobre estos delitos, las mujeres siguen siendo asesinadas.
El MIMP inició el programa ‘Hombres por la Igualdad’ con el fin de formar equipos de varones que trabajen para neutralizar las prácticas machistas y violentas. Su objetivo es llegar a 37 mil hombres en las 24 regiones.
Según el MIMP, en el 2018 se formaron 375 líderes comunitarios en masculinidades con enfoque de género, los cuales integran 20 colectivos.
Solicitamos información más detallada al MIMP sobre los avances de cada uno de los puntos del Plan de Acción, sin embargo, señalaron que no responderían esta semana.
Este sábado un grupo de colectivos realizará una marcha para recordar la muerte de Eyvi y llamar la atención del Estado en su lucha contra la violencia contra la mujer. La familia de Eyvi agradece el gesto, y dicen que prefieren recordarla en la intimidad.