El ejemplar ante el cual estábamos parados se elevaba hasta superar los 50 metros. Un árbol madre tan imponente alcanza dicho tamaño en 1.300 años. Es tan viejo que cuando empezó a germinar, la Señora de Cao gobernaba en el norte, mientras que en Europa se encendían las hogueras de la Edad Media luego de la caída del Imperio Romano.