Redacción EC

En el marco de la tercera edición del Congreso de Áreas Protegidas de Latinoamérica y el Caribe (III CAPLAC), realizado en Lima, los hicieron un llamado a los gobiernos locales, nacionales e internacionales para que se sumen a las acciones de protección del planeta y la vida en la tierra.

Indicaron que la mitad del planeta necesita estar protegido formalmente, mientras que la otra mitad debe ser manejada sosteniblemente para el año 2030, si se pretende cumplir con las metas del Acuerdo de París y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. “Todo lo que sea debajo de esa meta será puro maquillaje verde”, sostuvieron.

Precisaron que se está produciendo una extinción de especies a un ritmo de 1.000 veces superior al normal, donde dos tercios de las poblaciones de animales salvajes podrían desaparecer en el transcurso de nuestras vidas. Esta situación ha originado una creciente preocupación por la posibilidad de que pueda llegarse a peligrosos puntos de inflexión, lo que provocaría el colapso de ecosistemas clave y amenazaría la supervivencia humana.

“En momentos de crisis necesitamos respuestas acordes. Por eso nos preocupa que las ONGs estén abogando por la protección de solo un 30% de las áreas terrestres y acuíferas. Los territorios indígenas fácilmente exceden ese 30%, por eso buscamos una solución simple: proteger y permitir la recuperación de la mitad del planeta en un estado natural, con ecosistemas integrales, funcionales y conectados, así como gestionar toda la tierra y los océanos de manera sostenible, bajo el liderazgo y activa participación de los pueblos indígenas”, expresaron.

Uno de los acuerdos a los que se llegaron durante el III CAPLAC refiere que los gobiernos del mundo, junto con los pueblos indígenas, lleguen a acuerdos para tratar al más alto nivel el Convenio de las Naciones Unidas sobre la diversidad biológica.

Este acuerdo debe respaldar activamente a los pueblos indígenas debido a que no se puede proteger el planeta sin los conocimientos tradicionales, prácticas de gestión y medios de vida sostenibles para aquellas personas que viven en áreas de conservación.

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