Desde la embarcación de Ubaldo Tume Periche, un curtido hombre de mar, Cabo Blanco se aprecia como una postal a la hora que despunta el alba. Hemos comenzado a navegar desde las 4 a.m. para conocer cómo los pescadores de esta caleta situada en la provincia de Talara (Piura) han optado por adaptarse a nuevos negocios por la merma de la pesca debido al cambio climático.
Mientras Ubaldo lanza al océano un cordel con una carnada para buscar proveernos del desayuno, me cuenta que desde hace un par de años la pesca artesanal ya no es un buena opción.
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“Antes se ganaba bien. Ahora con las justas da para comer. El mar está más caliente y las especies que capturabamos como la cabrilla, el mero, la cojinova, entre otras, se están alejando en busca de aguas más frías Por ello, hemos buscado alternativas para poder cobrar más a los restaurantes de Piura y Lima por los productos que les enviamos”, cuenta.
Agregó que para ello, gracias al apoyo logístico de Profonanpe, el Fondo Ambiental del Perú, están usando la trazabilidad, que es la capacidad de rastrear con una cámara y un monitor el proceso de pesca para darle un valor agregado a su trabajo.
El sol ya ha estallado con toda su fuerza al mediodía. Estamos mar adentro, a casi 40 millas de la playa de Cabo Blanco, sobre un océano color esmeralda colmado de tortugas marinas y lobos de mar. Era la hora de izar las velas para conocer el emprendimiento de ‘Los Hijos del Viento’, una comunidad de pescadores artesanales que se han unido para transformar sus embarcaciones en veleros y poder ofrecer paseos a los turistas.
La ruta de Hemingway
“Los viajeros parten del muelle de Cabo Blanco hacia la cueva de los lobos marinos para interactuar con ellos. Luego los llevamos a conocer lo que queda del Fishing Club, el hotel que albergó al escritor Ernest Hemingway en 1956 cuando vino a pescar un merlín para su película ‘El viejo y el mar’. También preparamos un cebiche a bordo con la pesca del día y, los que gusten, pueden ingresar a nadar con todas las medidas de seguridad”, dice Vicente Inga Juárez, uno de ‘Los Hijos del Viento’ y pescador por más de 25 años. Leidy Amaya, la guía de su velero, agrega que los turistas también podrán conocer cómo los antiguos Tallanes, habitantes preíncas de esta zona, armaban sus balsas con troncos y sogas antes de sus faenas de pesca.
"Luego los llevamos a conocer lo que queda del Fishing Club, el hotel que albergó al escritor Ernest Hemingway en 1956 cuando vino a pescar un merlín para su película ‘El viejo y el mar’".
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Punta Balcones
La tarde frente al mar es especial en el norte por sus colores intensos. Por eso vamos a recibirla a Punta Balcones, una playa ubicada en Negritos, distrito de la Brea (Talara), conocida por ser el punto más occidental de América del Sur y, por ello, el lugar donde se aprecian los últimos minutos del atardecer en nuestro continente. Este es un nuevo circuito turístico que han activado la empresa local La Brea Tours and Adventure y los pescadores del sitio, quienes ofrecen cebiche de concha blanca, una especie endémica que estuvo en riesgo de desaparecer .
El camino es accidentado. Las lluvias han activado las quebradas y se han bloqueado los caminos para las 4X4. No importa, vamos caminando. Los colores violeta, naranja y azul se van mezclando en el cielo mientras subimos hacia un mirador natural colmado de aves y fósiles marinos.
Luego de 20 minutos pudimos llegar a tiempo. El sol parece habernos esperado para cubrir el mar con un manto incandescente, mientras desaparece lentamente hasta borrar todo atisbo de luz natural. La luna guía el retorno en la noche.
Lobitos y El Ñuro
Por la mañana visitamos Lobitos, donde Tulio Chapilliquen refiere que la pesca también ha mermado en esa caleta visitada por surfista de todo el mundo. Por ello, cuenta que también brinda un servicio turístico similar al de ‘Los Hijos del Viento’ de Cabo Blanco.
En la caleta El Ñuro, una de las más afectadas por los aguaceros e inundaciones, son las mujeres las que dan el ejemplo para superar la la escases de especies en el mar. Ellas, luego de capacitarse, han formado una asociación que produce biofertilizantes con residuos de pescado que luego venden a distintas partes del norte del país.
Calentamiento global: Talara y Huacho los más vulnerables
El Proyecto Adaptación Marino Costero (AMC), implementado por Profonanpe y que ejecutan el Instituto de Mar del Perú (Imarpe) y el Ministerio de la Producción, se lleva a cabo desde 2018 en las caletas de Talara (Piura) y en Punta Salinas y Végueta, en Huacho (Lima). Esto lugares han sido calificados como las comunidades pesqueras más vulnerables al cambio climático en el país. Desde esa fecha se ha invertido en ellas US$6,950,239, financiados por el Fondo de Adaptación para capacitar a los pescadores, formalizar sus nuevos negocios, adquirir tecnología oceanográfica, entre otros.