Luciana León, excongresista del Partido Aprista que será procesada por delitos vinculados al caso ‘Los intocables ediles’ tras la aprobación de la denuncia constitucional en su contra, se defendió ante el Parlamento asegurando que las conversaciones que tuvo por WhatsApp encontradas en su celular pudieron ser “vergonzosas” pero no un delito.
Cuando se le otorgó la palabra en la sesión del pleno de este jueves 15 de junio, la exparlamentaria descartó haber cometido algún acto ilícito o haber recibido algún pago por haber hecho gestiones ante ministerios como los de Economía y Vivienda para facilitar obras y licitaciones en La Victoria y Trujillo.
“Yo entregué mi clave (de celular) porque no tenía nada que esconder. Si hubiese tenido algo que esconder, lo hubiese eliminado. Conversaciones con quien era mi esposo no eran nada irregular. Puede ser que sea vergonzosa la lectura por terceras personas, por supuesto. Vergüenza ajena, de acuerdo, pero eso no es delito. Eso no es cohecho, eso no es sanción”, aseveró.
Luciana León, a lo largo de su exposición, aseguró que la denuncia en su contra fue parte de una “venganza política” por parte del expresidente Martín Vizcarra y la exfiscal de la Nación Zoraida Ávalos, ya que aseguró que no había pruebas de que hubiera recibido pagos o pedido dinero a cambio de ser intermediaria ante ministros entre los años 2017 y 2018.
“Supuestamente hay tráfico de influencias pero en realidad, ustedes saben congresistas, es la tarea de representación. Pero aquí se ha dicho que yo he realizado estas gestiones como consecuencia de algún tipo de dádiva. Totalmente falso. Nunca, ni pedí ni se me entregó”, indicó.
La excongresista aprista insistió en que no había conversación o audio alguno que revelara que había recibido dádivas o dinero, a pesar de los diálogos por WhatsApp con su entonces esposo donde menciona haber recibido dinero por lo que necesitaba gestionar una cuenta en dólares para su depósito.
“No permitamos, congresistas de la República. El día de hoy soy yo, el día de mañana puede ser cualquiera de ustedes que también les van a poner un título, también les van a poner supuestamente un colaborador, un nombre, un etiquetazo y lo van a estigmatizar y con eso van a diluir y dilapidar toda su honra, como en mi caso”, señaló León Romero.
Previamente, Susel Paredes fue la encargada de exponer la denuncia constitucional que había sido aprobada, primero en la subcomisión y luego en la Comisión Permanente. Ella aseguró que habían testimonios y unos 171 elementos de convicción que acreditaban los delitos.
“Hemos visto, hemos escuchado los chats y las grabaciones. Hay transcripciones que he leído de los documentos que ha presentado la fiscalía para probar estos delitos”, comentó en alusión a diálogos que Luciana León tuvo con el exministros y su exesposo Augusto Narvarte Tizón.
El pleno, finalmente, aprobó acusar por los delitos de tráfico de influencias agravado, cohecho pasivo impropio y peculado doloso por apropiación a la excongresista del Partido Aprista.