El canciller Javier González-Olaechea encabezó la delegación peruana que presentó al jurista peruano Alberto Borea como candidato a juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH), en una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) llevada a cabo este miércoles en Washington D.C. (Estados Unidos).
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En la sesión, Borea (Lima, 1951) hizo su presentación en la que realizó un repaso a lo largo de su trayectoria profesional, académica y política; y dijo que, desde sus primeros años como abogado, se encuentra comprometido con los derechos humanos y la promoción de la democracia.
“He luchado incansablemente contra las dictaduras toda mi vida. Primero, cuando muy joven enfrentamos en el Perú una de tipo militar que duró 12 años; y luego, en mi adultez, con otra que trató de disfrazarse como democracia y que duró más de ocho años, esta última me llevó al exilio”, apuntó Borea ante el consejo permanente.
Trayectoria
También incidió en su rol en el mundo académico, siendo catedrático en derecho constitucional por más de 20 años de distintas universidades y autor de doce libros sobre la materia. También mencionó su participación en el sistema interamericano como abogado y como representante del Perú ante la OEA (2004-2005), donde fue presidente de su consejo permanente y de la comisión de asuntos jurídicos y políticos.
Además, recordó su paso por la vertiente política, primero como diputado, en 1985, y luego como senador, en 1990; y desde donde promovió una serie de proyectos, como el de hábeas corpus y amparo y la prohibición de fumar en lugares públicos.
También sobre su participación en la sociedad civil, como la creación, entre otros, del denominado ‘Foro Democrático’ tras el autogolpe del exmandatario Alberto Fujimori de 1992. “Que fue la organización plural que llevó el peso del combate contra la autocracia; ese combate se hizo predicando, convenciendo con razones y ejemplo, ganando consciencias con paz y en perseverancia”, aseveró.
Borea también habló sobre el papel de un juez y dijo que este debe ser sólido en sus conocimientos, firme en sus decisiones y ciñéndose a las reglas ya establecidas. Incidió en el debido proceso, con “atento oído a todas las partes, a los Estados también”.
En una parte de su discurso, Borea dijo que es tarea de todos los Estados “la defensa de los derechos humanos de los desprotegidos y de los pacíficos que se esfuerzan a diario por dar educación, salud y bienestar a su prole”, los cuales —indicó— vienen siendo atacados.
“Por ello, corresponde a ese Estado, sin abuso, pero con la firmeza que autoriza el sistema jurídico, el encargo de promover, custodiar y restablecer la paz y el orden social”, subrayó.
Borea, casi al cierre de su intervención, apuntó ante los miembros del consejo permanente su “total independencia y autonomía de pensamiento”, lo cual —dijo— se encuentra evidenciado en el hecho de que no ocupó ningún cargo en el Estado desde que dejó la OEA hace 20 años.
“Quiero ser, entonces, un juez que cuida América y a los americanos con prudencia, serenidad, equilibrio, madurez y firmeza”, puntualizó.
Borea, licenciado como abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), es un reconocido constitucionalista peruano. A lo largo de su trayectoria, asumió la defensa legal del exmandatario Alejandro Toledo ante la Subcomisión Comisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso en 2004; y a fines de 2017, defendió en el Congreso al expresidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) ante el primer proceso de vacancia.
Respaldo del gobierno y fecha de elección
La postulación de Borea como juez de la Corte-IDH para el periodo 2025-2030 fue respaldada por el canciller Javier González-Olaechea, quien dijo conocer a Borea hace más de 40 años. Gónzález-Olaechea destacó la trayectoria del jurista, sus publicaciones en derecho constitucional y en el hecho de que no forma parte del gobierno hace 20 años.
El titular de Relaciones Exteriores también remarcó, al inicio de su intervención, que el Perú —con su presencia en la sesión— “ratifica su vocación” por la existencia de la Corte-IDH, su mejora, así como la procura de los derechos humanos en la región.
González-Olaechea dijo ante el consejo que en Borea se encuentra lo que un juez debe impartir: apego a la veracidad, razonabilidad en sus pronunciamientos, coherencia entre lo que se invoca y resuelve, así como el respeto irrestricto sin límites a los derechos humanos, entre otros factores.
“Mi trayectoria no la pondría jamás en juego si no estuviera absolutamente convencido que, incluso, si le tocara al doctor Borea fallar en contra de una causa de mi país, lo haría de plena conciencia”, llegó a afirmar en un momento de su intervención ante las delegaciones.
El canciller peruano incidió también en la “alternancia” de los magistrados del Corte-IDH. Indicó que el Perú no ha presentado candidato hace prácticamente 14 años y llamó a la reflexión a las delegaciones presentes para “garantizar la rotación regional”.
Además de Borea, el Consejo Permanente de la OEA escuchó la presentación de otros cuatro candidatos de Colombia, Carlos Rodríguez; Paraguay, Diego Rodríguez; Uruguay, Ricardo Pérez; y de México, Leticia Bonifaz.
La presentación ante el consejo es una etapa previa. La elección para juez de la Corte-IDH se desarrollará recién en la próxima Asamblea General de la OEA, que se realizará en Asunción (Paraguay) entre el próximo 26 y 28 de junio próximo.
El internacionalista Francisco Belaúnde apuntó que para un país siempre es un prestigio tener a un jurista como integrante de la Corte-IDH. Aunque evidenció que ello se da en un contexto particular en el caso peruano, pues hay voces dentro del país, incluso de actuales miembros del Ejecutivo, que pedían un retiro de la corte.
“Es un poco contradictorio, empujar esta candidatura y al mismo tiempo tener ese discurso. Pero, claro, de alguna manera haría más difícil que el Perú se retire de la corte. Porque no hay que olvidar que en el Congreso hay muchas voces, pero eso no depende del Congreso sino del Ejecutivo. En el propio Ejecutivo ha habido voces críticas. Pero eso hará más difícil, si ya hay un miembro del Perú en esa corte, que el Perú se pueda retirar”, consideró en diálogo con El Comercio.
Belaúnde también mencionó que, de cara a la votación, si acaso ya no se iniciaron, habrá una serie de conversaciones para lograr el respaldo hacia Borea por parte de los Estados parte. “Si están lanzando a Borea es porque ya ha habido conversaciones y ven que hay posibilidades”, aseveró.