La Ley N°32108 ha herido gravemente a la lucha contra el crimen organizado. Y ya empiezan a brotar ejemplos muy claros de ello. Desde su promulgación por el Congreso el pasado 9 de agosto —ante la inobservancia del Ejecutivo— en los últimos días se ha golpeado casos no solo a nivel operativo, sino en etapa de investigación. Y hay preocupación pues tendría incluso efectos en aquellos que ya tienen sentencia. El panorama que se avizora es catastrófico.