En las investigaciones contra la suspendida fiscal suprema Patricia Benavides hay diversos episodios, personajes y acciones, hasta el momento desconocidos, que vienen tomando forma en la Fiscalía Suprema Especializada en Delitos Cometidos por Funcionarios Públicos, a cargo de la fiscal suprema Delia Espinoza.
Uno de estos se refiere al viaje que realizó a Chiclayo el exfiscal supremo provisional Elmer Ríos Luque, quien era coordinador del Área de Enriquecimiento Ilícito -designado por Benavides Vargas- y que hoy se encuentra investigado por presuntamente haber participado en actos supuestamente dirigidos a beneficiar al congresista José María Balcázar.
El Comercio accedió a la declaración que Ríos Luque rindió en su momento y en calidad de testigo ante la fiscalía suprema, sobre su participación en los presuntos actos irregulares que habrían cometido Benavides y otros integrantes la presunta red criminal que operó en el Ministerio Público durante su gestión.
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Además, este Diario accedió a las declaraciones de los fiscales Edwin Núñez, quien acompañó a Ríos en su viaje a Chiclayo; y la de la fiscal Superior Penal de Lambayeque, Carmen Miranda, cuyas versiones difieren de lo vertido por Ríos Luque, sobre su permanencia en Chiclayo. Además, el fiscal adjunto antidrogas, quien recibió a Ríos, confirmó a este Diario que el exfiscal supremo provisional buscaba hablar con Miranda.
En su declaración del 2 de febrero del 2024, Ríos Luque aseguró ante la fiscalía suprema que sí conocía a Benavides Vargas, antes incluso de que asumiera como Fiscal de la Nación, pero aseveró que ello era porque labora en el MP desde 1997 y, “en tal condición conozco a las máximas autoridades y colegas fiscales, si no es de manera personal, al menos por nombre”.
El fiscal reconoció inicialmente haber tenido comunicaciones con la exfiscal de la Nación, pero de índole funcional; sin embargo, luego quiso aclarar que las comunicaciones las hacía a través de la secretaria. Negó haber utilizado la aplicación Signal, aseverando que esto era porque empleaba el teléfono institucional.
Sostuvo que dentro de sus funciones como fiscal supremo provisional, estaba investigar a altos funcionarios, conocer los casos de enriquecimiento ilícito de funcionarios públicos, proyectar disposiciones, proyectos de requerimiento de las investigaciones.
“(¿Cuándo vio por última vez que se reunió con Patricia Benavides? No recuerdo exactamente cuándo fue la fecha en que hubo la última reunión de coordinadores y después también pasado eso la vi para solicitar nuestro personal CAS para el equipo especial de Cuellos Blancos, ya que era coordinador del equipo especial de Cuellos Blancos”, dijo Ríos.
Sobre el exasesor Jaime Villanueva, aseguró que como ha trabajado por varios años en la fiscalía, sí lo conocía y “como tal sí sé que el señor ha sido gerente de la Escuela del Ministerio Público, en la gestión del doctor Pablo Sánchez y que posteriormente, trabajó en el despacho de la Fiscalía de la Nación”. Sostuvo que no recordaba si había mantenido comunicaciones con este.
También dijo que no conocía al congresista José María Balcázar y que jamás lo había atendido. Lo mismo aseguró sobre la fiscal superior penal de Chiclayo, Carmen Miranda, quien tuvo el caso de Balcázar.
“No la conozco, al menos por el nombre no la recuerdo”, dijo en ese momento Ríos Luque.
Luego, empezó su relato sobre sobre el viaje a Chiclayo, dejando dudas y contradicciones sobre cómo sucedieron las actividades que realizó el 18 de noviembre del 2022, frente a otros dos actores que participaron de este hecho.
La conversación con “una fiscal superior” en Chiclayo y la movilidad para ir al Penal de Picsi
Según la versión del fiscal Ríos Luque, a través de un oficio del 17 de noviembre del 2022, fue delegado para realizar una comisión de servicios -sin especificar quién lo comisionó- en el marco de la carpeta reservada 222-2021 (Caso Ascensos), junto al fiscal Edwin Leocadio Núñez Cancino.
No obstante, en otra parte de su respuesta, indicó que realizaron su requerimientos para el viaje ante la Fiscalía de la Nación y que “todo se hizo de manera regular”.
Ríos aseguró que viajó junto a Núñez hacia Chiclayo para realizar una diligencia en el Establecimiento Penitenciario Picsi de esta ciudad y que incluso cursaron un oficio al director del establecimiento para que les brinden las facilidades para la diligencia. Para acreditar ello, entregó una copia de dicho oficio.
A renglón seguido, y según la versión de Ríos Luque, apenas llegaron a la ciudad de Chiclayo se comunicó con el coordinador antidrogas para que disponga que la fiscal provincial antidrogas de esa ciudad los apoye con una movilidad para el traslado al penal.
Por este motivo, dijo el exfiscal supremo provisional, se apersonó hasta la fiscalía de Chiclayo, cuya sede no recordaba porque no conocía la ciudad.
En dicha sede, aseguró Ríos, fue recibido por un fiscal adjunto antidrogas y fue allí que conversó con “una fiscal superior” a quien dijo conocer porque en algún momento, cuando fue fiscal antidrogas, la visitó y la conocía de vista.
“Apenas llegamos a la ciudad de Chiclayo, me comuniqué con el coordinador antidrogas para que disponga que la fiscal antidrogas de Chiclayo me apoye con una movilidad para el traslado al pena, razón por el cual me apersoné a una de las sedes del Ministerio Público en Chiclayo, no recuerdo la sede dado que no conozco la ciudad de Chiclayo. En dicha sede fui recibido por el fiscal adjunto antidrogas que me conocía por haber sido excoordinador antidrogas con quien me reuní brevemente y otras personas; incluso, en dicha sede conversé con una fiscal superior que en alguna oportunidad yo visité, en mi condición de fiscal antidrogas a quien conocía de vista.”
Elmer Ríos Luque, exfiscal supremo provisional.
En dicha conversación, aseguró el fiscal, tocaron temas institucionales y sobre otros fiscales. Y, fue luego de esto que le prestaron la movilidad, por lo que, como ya estaba haciéndose tarde para la diligencia, procedió a retirarse.
Después este episodio, Ríos Luque afirmó que no volvió a ninguna otra sede fiscal de Chiclayo.
“Conversamos varios temas relacionados a la institución, luego me prestaron la movilidad y me retiré. Tengo entendido que dicha fiscal era presidente de la Junta de Fiscales Superior cuando yo era coordinador antidrogas, con quien conversé breve tiempo dada la hora avanzada para iniciar la diligencia, me retiré en la movilidad del Ministerio Público con dirección al penal, no volviendo más a ninguna sede, porque nuestro viaje de retorno era el mismo día, es decir el 18 de noviembre de 2022.”
Elmer Ríos Luque, exfiscal supremo provisional.
Según Ríos Luque, durante la conversación con “la fiscal superior” estuvo “a escasos metros” el fiscal adjunto antidrogas que lo recibió y del que no recordaba su nombre, “porque era quien me facilitaba la movilidad” y reiteró que con la referida fiscal superior “hablamos de diversos temas institucionales porque ella es fiscal antigua”.
Sin embargo, en una parte de su declaración se le preguntó por el fiscal Ricardo Rosario León -quien como veremos más adelante sería el fiscal adjunto antidrogas que menciona- pero Ríos dijo no conocerlo.
Es más, pese a que en una respuesta anterior aclaró que se comunicaba con Benavides Vargas a través de la secretaria- en esta parte de su declaración dijo recordar que ese 18 de noviembre recibió la llamada de la entonces fiscal de la Nación, pero que esta le dijo que “mañana (por el sábado 19) debía estar presente en el trabajo a las ocho de la mañana porque habían diligencias.”
“Recuerdo que llegamos (a) hablar del fiscal Reynaldo Grenz Ibáñez que ha sido fiscal superior de Chiclayo, entre otros, terminado el mismo me retiré. En conclusión, fue una conversación rápida y breve porque tenía la diligencia de por medio y además en la tarde tenía que volver a Lima”, aseveró el entonces testigo Ríos Luque.
Al ser consultado si mientras él conversaba con “la fiscal superior”, estuvo presente el fiscal adjunto Edwin Núñez -con quien viajó comisionado para la diligencia en Chiclayo- Ríos Luque no fue específico y solo respondió: “No, él me estaba esperando para hacer la diligencia, estábamos contra el tiempo”.
Entonces, le pidieron precisar, dónde lo estaba esperando Núñez; ante los cual el exfiscal supremo provisional reconoció que su adjunto ya se le había adelantado. “Me estaba esperando, como la hora estaba pasando, le dije que vaya al penal para presentar el oficio Nro 222-2021-2022-MP-FN-EI-DC. No conozco Chiclayo, él me dijo, me voy adelantando a presentar el oficio”, respondió.
En un momento de su declaración, Ríos reconoció que la carpeta por la que estaban realizando la comisión en Chiclayo, no estaba a su cargo sino del fiscal provincial y que su viaje obedeció a su rol de “coordinador”.
Además, cuando se le preguntó cuándo fue que el fiscal Núñez Cancino le indicó la necesidad de realizar el viaje, Ríos excusó que no podía señalarlo porque se trataba de una carpeta reservada.
Afirmó que se levantó un acta de la diligencia que se realizó en el Penal de Pisci y que se dio cuenta de esta a a Benavides Vargas “de manera verbal”; y a la OREF del MP (Oficina de Registro y Evaluación de Fiscales).
“(La carpeta 222-2021) Estaba a cargo del fiscal Núñez Cancino, que pertenecía al área de enriquecimiento ilícito y denuncias constitucionales bajo mi cargo”, sostuvo.
En su declaración, Ríos Luque objetó en diversas oportunidades las preguntas que le realizaba la fiscalía suprema, indicando que lo habían citado para declarar sobre hechos del 2022, no obstante se le estaba preguntando por actos del 2023.
En una de estas, cuando se le preguntó si estuvo presente el 27 y 28 de noviembre del 2023 (Previo y día en que se detuvo a Jaime Villanueva) en la sede del Ministerio Público, indicó que si le preguntaban por fechas no podría responder, pues se le había citado para que declare sobre su viaje a Chiclayo, y que ya había respondido “en demasía”.
En su declaración, Ríos Luque dijo estar “consternado” por su citación a declarar en este caso, pues en sus 25 años de carrera en dicha institución, no se le había citado por cumplir con sus funciones y aseguró que su viaje a Chiclayo, obedeció única y exclusivamente a cumplir con una diligencia y no, como se pretendía ver “con suspicacia”, que habría tenido otro objetivo.
Casi al término de su declaración, la defensa de suspendida fiscal de la Nación preguntó a Ríos Luque si había intercedido de manera directa o indirecta, “ante la fiscal que investigaba al congresista Balcázar” en Chiclayo por pedido de Benavides, el exfiscal supremo provisional dijo que no.
“Que no. Así como me lo mencionan que es facultad mía responder dejo constancia que los motivos que me citaron es respecto a mi viaje a Chiclayo y esta no tenía ningún sentido de la naturaleza por la que se me pregunta”, respondió.
Cabe precisar que, el fiscal que investigó al actual congresista Balcázar -en su calidad de integrante del Colegio de Abogados de Lambayeque por apropiación ilícita- fue el fiscal provincial Carlos Osores quien opinó por el sobreseimiento (archivo) del caso en 2022. Sin embargo, esto fue revocado por el despacho de la fiscal Carmen Miranda, de fecha 16 de noviembre de 2022, en cuya disposición se disponen diligencias complementarias. El juzgado, a inicios del 2023, volvió a devolver a la referida fiscalía el caso, para que especifique si confirmaba o revocaba la decisión de archivo, ante lo cual en setiembre del 2023 se dispuso anular la decisión del fiscal provincial que disponía el archivo del caso, y ordenaba que se acuse al ahora congresista.
Según fiscal adjunto, la movilidad los recogió en el hotel para llevarlos al penal, pero Ríos se bajó en la sede de la fiscalía diciendo que saludaría a un conocido
El 28 de febrero del 2024, el fiscal Edwind Leocadio Núñez Cancino -quien acompañó al fiscal Elmer Ríos Luque en el viaje a Chiclayo- rindió su declaración ante la fiscalía suprema señalando que, si bien hasta octubre del 2022 estuvo a cargo de la carpeta 222-2021 (Caso Ascensos), cuando realizó el viaje a Chiclayo, ya no era el fiscal a cargo de ese caso.
En otro momento de su declaración manifestó que cuando aún tenía el caso; y un mes antes de su viaje, se les informó que había un oficial de la Fuerza Aérea que estaba detenido en Chiclayo y que quería brindar información sobre el caso Ascensos.
Pero luego de ello, en octubre del 2022, el caso fue reasignado al fiscal Ricardo Dulanto.
Fue hasta el 17 de noviembre del 2022 que la fiscal Karina Quineche -adjunta del fiscal Marco Huamán- le informó que debía viajar al día siguiente a Chiclayo para tomar la declaración de un posible testigo en el Caso Ascensos, del que habían hablado con anterioridad; y que a dicho viaje lo acompañaría el fiscal supremo provisional Elmer Luque.
Núñez, entonces, le pidió a su asistente que prepare los oficios solicitando la compra de pasajes, viáticos y el oficio para enviarle al director del penal de Picsi a fin de que le facilite la diligencia. Los documentos, dijo, fueron suscritos por Ríos Luque debido a que Huamán -a quien le rendía cuentas- no se encontraba.
Aseguró haberse comunicado con Ríos ese 17 de noviembre para saber si se había gestionado la compra de pasajes aéreos y este le dijo que lo estaban gestionando, que no se preocupe. Ya por la noche, vía WhatsApp, Ríos le hizo llegar la captura de los pasajes.
Según el fiscal Núñez, “no” se le explicó por qué, no siendo el fiscal a cargo de esa carpeta para entonces, se le ordenaba viajar por ese caso, tampoco se le explicó porqué Ríos Luque viajaba con él, no se le dieron ninguna documentación para la diligencia, ni tampoco le dijeron por qué le asignaban la diligencia con solo un día de anticipación.
Al ser consultado si Ríos o Huamán lo acompañaron en alguna otra oportunidad a otras comisiones, el fiscal Núñez sostuvo que “fue la única comisión de servicios fuera de Lima” que se le encargó. Sin embargo, para otras diligencias que se realizaron en Lima, sí acompañaron Huamán y Ríos.
El fiscal Núñez Cancino narró su versión cronológica sobre cómo fue aquel desplazamiento y lo que pasó en Chiclayo.
Aseguró que en la madrugada del 18 de noviembre del 2022, desde la sala embarque, se comunicó con el fiscal Elmer Ríos, para avisarle que ya estaban abordando el avión . Este le dijo que estaba en camino; sin embargo, hasta el momento en que subió a la aeronave y cerraron las puertas, Ríos Luque no había llegado.
Cuando llegó a Chiclayo, en la mañana de ese mismo día, dijo haber recibido un mensaje del exfiscal supremo provisional, diciéndole que había tomado un vuelo posterior, que busque un hospedaje para instalarse, “pero que lo espere para poder hacer la diligencia”.
Dicha diligencia, según el oficio enviado al Penal de Picsi, la habían programado para las 10: 00 de la mañana.
El lugar elegido fue el Hotel Descanso del Inca, ubicado en el centro de Chiclayo. Separó dos habitaciones, pero como era demasiado temprano, esperó en la recepción.
Cuando las habitaciones estuvieron listas, se dirigió a la suya para alistarse y salir a la diligencia; en ese interín Rios se comunicó indicando que ya estaba llegando.
Al llegar, según Núñez Cancino, Ríos ingresó a su habitación, se alistó, desayunaron rápido, y salieron para la diligencia en una movilidad del Ministerio Público.
Es aquí donde se evidencian algunas imprecisiones brindadas por el exfiscal supremo provisional. Y es que, mientras Ríos Luque aseguró en su declaración que acudió a la sede de la fiscalía de Chiclayo para ver el tema de la movilidad que había coordinado con el fiscal adjunto antidrogas y fue allí donde “le prestaron” el vehículo, el fiscal Núñez sostuvo que ya había gestionado un vehículo del MP para que los lleve al penal y al salir del hotel la movilidad los recogió.
Es más, según narró Núñez, el vehículo los terminó llevando, primero, a la sede de la fiscalía de Chiclayo, donde Ríos Luque se bajó diciéndole que se adelante porque iba a saludar a un conocido.
“Debo señalar que en estas comunicaciones del doctor Ríos, me informó que contábamos con una movilidad del Ministerio Público para que nos traslade a la diligencia. Entonces, una vez que estuvimos listos, la movilidad nos recogió del hotel y fuimos hacia la sede principal de la fiscalía de Chiclayo; si mal no recuerdo, el doctor Ríos me dijo que iba a saludar a alguien, y que yo me vaya adelantando a la diligencia. Entonces, la movilidad lo deja a él en la sede de la fiscalía y luego me traslada a mí al penal de Picsi de Chiclayo y el conductor me dice que irá a recoger al doctor Ríos de la fiscalía para traerlo al establecimiento penitenciario.”
Edwin Núñez Cancino, fiscal adjunto.
La diligencia que a él le encargaron, dijo Núñez, era entrevistarse con el detenido Max García Esquivel y ver la posibilidad que pudiera declarar como testigo en la Carpeta fiscal 222-2021 (Caso Ascensos). A la media hora de haber empezado con la diligencia, indicó, se incorporó Ríos Luque.
Durante su conversación con García Esquivel, narró, este les dijo que si declaraba sería como testigo protegido, pero debía coordinarlo con su abogado, por lo que se quedó en que su defensa legal se apersonaría al despacho fiscal en Lima, y se levantó un acta.
En su declaración, el fiscal que acompañó a Ríos Luque señaló que del hotel en que se hospedaron hacia la sede del MP de Chiclayo llegaron a las 10:30 de la mañana, aproximadamente, puesto que él ingresó al penal media hora después.
La diligencia, dijo, duró cerca de dos horas, y concluyó a la 13:00 de la tarde; salieron del penal junto a Ríos, con rumbo al hotel, en el mismo vehículo que los trajo, una camioneta.
“La misma movilidad que me trasladó a mí, una camioneta del Ministerio Público”, dijo Núñez.
Si bien el fiscal adjunto dijo no recordar si ese día almorzó junto con Ríos, boletas entregadas por ambos señalan que se solicitó para “delivery” un cabrito deshuesado y una jarra de chicha de jora a nombre del exfiscal supremo provisional, a las 15:09 en el Restaurante La Parra. Núñez almorzó lo mismo en aquel restaurante, a las 15:07 de la tarde.
Sumado a esto, Núñez dijo recordar que el día de la diligencia, por la tarde, cuando se encontraban caminando por alguna calle de Chiclayo, Ríos recibió una llamada, no entendió el contexto de la conversación, pero luego Ríos le pasó el teléfono y le dijo que era la fiscal Marita Barreto -coordinadora de Eficcop- quien le comentó que el detenido García Esquivel estaba asustado y preocupado por la visita de ambos en el penal.
Finalmente, Núñez señaló que estaba previsto que regresen el 19 de noviembre en el mañana, pero hubo un incidente en el Aeropuerto Jorge Chávez, por lo que decidieron comprar boletos para regresar por vía terrestre por la noche.
“Fui a almorzar, regresé al hospedaje, hasta las horas de la noche en que salí a comer, en la noche salí con el doctor Ríos Luque, para buscar dónde cenar, luego retornamos al hotel, en la mañana siguiente nos dedicamos a hacer coordinaciones para retornar a Lima, fuimos inclusive al aeropuerto de Chiclayo, para averiguar si la aerolínea nos daba alguna información. Luego de eso empezamos a buscar pasajes terrestres y conseguimos pasajes para ese día, el mismo 19.11.2022, en la noche, así que el resto del día permanecimos en el hotel, hasta el check out del hotel, luego comimos algo y nos dirigimos a la agencia para tomar el bus para retornar a Lima”.
Edwin Núñez Cancino, fiscal adjunto.
Fiscal Miranda afirmó que Villanueva le dijo que necesitaban el voto de Balcázar y el fiscal Ríos le preguntó por el caso en su visita
Previamente a dichas declaraciones, la fiscal superior penal Carmen Miranda declaró ante la fiscalía suprema el 26 de enero del 2024, que nunca conoció a Jaime Villanueva, exasesor de la suspendida fiscal de la Nación, Patricia Benavides. No obstante, indicó que este sí le escribió y llegó a hablar con él en una oportunidad.
Según la versión de Miranda Vidaurre, descubrió que a través del WhatsApp de su teléfono le habían realizado llamadas y enviado mensajes el 14 y 17 de noviembre del 2022, pero no respondió.
El 17 de noviembre, recordó, ante la insistente llamada de un número que no conocía y al pensar que se trataba de alguien que podría darle información de su hijo que estaba en Lima, respondió la llamada.
Dijo no recordar la hora, pero la persona al otro lado de la línea se identificó como Jaime Villanueva, aseverando que era asesor de la entonces fiscal de la Nación, Patricia Benavides.
El razón de la llamada, narró Miranda Vidaurre, era que estaban interesados en que el caso del congresista José María Balcázar saliera “favorable” porque necesitaban su voto para algunas tareas que debía realizar la Fiscalía de la Nación.
“Contesté el teléfono y dijo que era una persona que se llamaba Jaime Villanueva, y le pregunté qué cosa deseaba y me dijo que era el asesor de la Fiscalía de la Nación, y que me llamaba por especial encargo de la fiscalía de la Nación o de la fiscal de la Nación, no recuerdo bien el término; y que estaban interesados en un caso que yo tenía contra el señor José Balcázar Zelada, congresista de la República, y que necesitaba los votos de ese congresista para algunas tareas que necesitaban hacer en la fiscalía de la Nación, y que estaban interesados en que fuera favorable, a lo que yo le respondí que eso no era objeto de conversación y que yo iba a resolver con arreglo a ley.”
Carmen Miranda Vidaurre, fiscal superior penal de Chiclayo.
Como se recuerda, según declaración de Villanueva, buscaban el voto de los congresistas, entre ellos Balcázar, para lograr el archivo de la denuncia constitucional que tenía Benavides en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales.
Según la fiscal Miranda, dicha llamada fue “impactante” porque estaban hablando a nombre de la entonces fiscal de la Nación. Es más, llegó a pensar que personas allegadas a Balcázar eran las que habían llamado porque él y sus abogados ya habían ido previamente a su despacho para hablar de su caso.
El caso de Balcázar Zelada, en el despacho de Miranda fue concluido el 16 de noviembre y entregado al Poder Judicial el 18 de noviembre, opinando que el juez debe ordenar una “investigación complementaria” pues a su parecer eran necesarias más diligencias para esclarecer los hechos.
En otro extremo de su declaración, la fiscal Miranda fue preguntada si conocía o se había entrevistado con el exfiscal supremo adjunto Elmer Ríos Luque, a lo que la fiscal superior penal indicó que lo conoció el 18 de noviembre del 2022, cuando este se hizo presente en su despacho, pues antes de este episodio no sabía quién era.
Indicó que Ríos Luque lucía su cinta roja -que lo identificaba como fiscal supremo- ingresó, se presentó y luego de preguntarle cuál era el motivo de su vista, este le dijo que había llegado para una diligencia.
Miranda agregó que no recordaba la conversación, pero sí precisó que Ríos fue a preguntarle por el caso del congresista José María Balcázar y que le respondió que ya lo había resuelto, puesto que ese 18 de noviembre había entregado el caso al PJ.
También declaró que no recordaba si Ríos le había solicitado algún pronunciamiento a favor o en contra de Balcázar.
Tras ese encuentro, Miranda dijo que no lo volvió a ver y cuando conversaron no le mostró ningún documento, pues entendía que era una visita formal.
Miranda sostuvo que, a raíz de esta investigación, buscó información sobre la visita de Ríos Luque y su personal administrativo le informó que antes de preguntar por ella, Ríos Luque llegó con otro fiscal antes de ir a su despacho.
Cuando llegaron a su despacho, aseguró que el fiscal adjunto se retiró.
“Mi personal administrativo que trabaja conmigo me indicó que el señor fiscal Ríos Luque había llegado con otro fiscal a preguntar primero antes de entrar a preguntar por mí, es un fiscal adjunto provincial de apellido Rosario, es un fiscal adjunto de la fiscalía antidrogas de Lambayeque. Primero fue a buscar al fiscal provincial antidrogas de Chiclayo, antes de visitarme a mi despacho”, señaló Miranda.
La visita de Ríos Luque, reconoció la fiscal Miranda, no ha quedado registrada ni al ingreso de la sede central de la fiscalía, ni en su despacho. Aseveró que esto pudo haber pasado porque Ríos usaba su cinta roja, mostrando su nivel superior, y se le dejó ingresar.
Al ser consultada si conocía a la suspendida Patricia Benavides, Miranda dijo que la conoce como cualquier integrante del MP, porque esta fue fiscal de la Nación. Aseguró que la relación fue laboral, no la había conocido antes y no tenía ningún vínculo amical con ella.
La primera vez que la vio en persona, indicó, fue en febrero del 2023, cuando ella acudió a Chiclayo para sostener reuniones de trabajo con los fiscales de dicha jurisdicción. Benavides retornó a Chiclayo en octubre de ese mismo año para visitar la sede de la Fiscalía Supraprovincial de Derechos Humanos.
Sostuvo que sus comunicaciones fueron formales, pero nunca habló con ella ni por teléfono o WhatsApp.
Sin embargo, recordó que en una oportunidad descubrió que la habían añadido a un grupo de WhatsApp “donde salía que una persona de nombre ‘Patricia’ me eliminó de dicho grupo”.
El Comercio se comunicó con el fiscal adjunto antidrogas, Ricardo Rosario León, quien es mencionado como el fiscal que acompañó al exfiscal Supremo Provisional, Elmer Ríos Luque, ante el despacho de la fiscal superior penal Carmen Miranda, el 18 de noviembre del 2022.
"Al señor lo vi una sola vez ese día, llegó al despacho, no he tenido comunicación con el señor. En la declaración que se me tomó en la fiscalía se me mencionó un montón de nombres que no conozco, solo a dos personas que conozco, que es la presidenta, la doctora Carmen Miranda, al resto no lo conozco. Al señor ni siquiera puse que lo conocía, porque el señor que se está vinculando a la investigación, a él solo lo vi en la sede fiscal, solo lo vi una vez", dijo Rosario sobre Ríos.
El fiscal adjunto antidrogas aseveró que Ríos Luque llegó a horas de la mañana, pero no recordaba exactamente la hora.
Sobre la movilidad que trasladó al fiscal Ríos Luque y al adjunto Edwin Núñez, indicó que desconocía puesto que con él no coordinó nada; y que lo más probable era que el chofer que los trasladó tarde o temprano rendirá su declaración.
A ser consultado si la visita del fiscal Ríos Luque era verlo a él o entrevistarse con la fiscal Miranda, indicó que "hasta donde pudo percibir", Ríos Luque "vino a una diligencia, también lo he mencionado en mi declaración, él vino a una diligencia en el Penal". Sin embargo, ante la insistencia si pidió o no entrevistarse con Miranda, reconoció que el exfiscal supremo provisional, buscaba entrevistarse con la fiscal superior penal.
“(Pero usted llevó al doctor Ríos ante la doctora Miranda o él le dijo que quería hablar con ella?) ¿Yo para qué habría de llevarlo (ante la doctora Miranda)?, también está en mi declaración; sí, el doctor quería conversar con la doctora Carmen Miranda. Sí, pero eso luego de la diligencia”, dijo Rosario.
El fiscal adjunto antidrogas se excusó de seguir brindando su versión, ya que tenía labores que realizar y ya había declarado a la fiscalía.