En Arequipa, una parada ineludible es el restaurante del chef Gastón Acurio, Chicha, ubicado en la calle Santa Catalina.
Al llegar a Chicha, nos recibe Patricio Vedoi, gerente del restaurante, quien nos cuenta un poco de la historia y planes del negocio de Gastón Acurio. “Nuestro objetivo es siempre ofrecer una versión modernizada de la comida arequipeña tradicional”.
Al instalarnos en una mesa, el sonido de la música instrumental así como la decoración cálida nos transporta a un espacio tranquilo dentro de la ciudad. De manera rápida, unos panes a base de maíz captan nuestra atención, y es que el olor a recién horneado y su sabor hacen una adecuada primera impresión.
Pero estos panes no son lo que hacen a Chicha uno de los más recomendados lugares de la ‘ciudad blanca’, Vedoi nos dice que el secreto de Chicha es “mantener lo tradicional con los mejores insumos”. Así que con esa frase seguimos nuestra aventura.
Las estaciones de Chicha
En la estación llamada ‘Cocina tradicional arequipeña’ de Chicha, podemos degustar las clásicas torrejitas de verduras con ocopa, el tradicional rocoto relleno o el infaltable, potente y bien servido adobo arequipeño.
Vedoi cuenta que para el restaurante es importante respetar las cosas tradicionales de la ciudad, por ello, dentro de la carta se busca reconocer e impulsar el valor de la orgullosa sabiduría gastronómica arequipeña.
Siguiendo a ello, encontramos ‘De la costa Arequipeña’, donde hallamos platos como unas crujientes empanadas de mariscos, cebiche de erizo, pulpo al olivo o a la brasa.
Cada uno de estos platos, según nos narra Vedoi, se caracteriza por tener productos frescos de la costa del Perú. Sin duda, nuestro favorito fue el pulpo a la brasa, 100% recomendadas.
Pasamos a la estación que solo está disponible de abril a diciembre, y es que la parte de “Camarones arequipeños” depende mucho del tiempo de veda que informe el Ministerio de Producción.
En esta parte de la carta, destacan la causa de camarones relleno con palta, bañado en salsa cóctel con coral y rocoto. Así como el arroz melosos con camarones y el cauche de camarones con un cremoso guiso de queso, papas, cebollas, tomates y rocoto.
En Chicha, también hay un mundo de fusión o creaciones del mismo restaurante. En este podremos encontrar distintos platos como tortitas de choclo con un ceviche de trucha encima y el más vendido carpaccio alpaca. Esto según nos cuenta Vedoi se da en su mayoría en época alta de turismo incluso su consumo es mayor al clásico lomo saltado.
También está el lechón al horno con compota de papaya arequipeña, choclo salteado y papas escribano. Este plato típico es hecho en horno de leña precocido con mucha calma para que esté jugoso.
En el mundo dulce destaca el clásico queso helado, los picarones y nuestro favorito el rocotito relleno hecho con una tostada francesa, mousse de crema de queso, sorbete de papaya arequipeña y aguaymanto.
“Con el rocotito relleno tratamos de lograr que el ya conocido plato pueda convertirse en un postre. Se prepara con un rocoto de huerta, que lo lavas hasta 15 veces y de ahí lo caramelizas, lo rellenas de queso crema, el pastel de papa lo asemejamos con una tostada francesa, a fin de que parezca un rocoto relleno caliente pero es un postre”, cuenta Vedoi.
Este bocado así como Chicha en Wonderland, Vedoi considera que son los postres más ricos e instagrameables del lugar.
Para cerrar nuestro recorrido, no podíamos dejar de probar el bar, siendo el Siete Esquinas, un macerado de cedrón, emoliente y maracuyá y el Characato, una bebida hecha a base de whisky, romero, maracuyá, huacatay y soda, son los más recomendados por el barman. Aunque no podemos negar que dentro de la carta, el Chachani, hecho a pesar de pisco, tumbo, maracuyá y espuma de kion, se robó nuestro corazón.
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