La alimentación basada en plantas y el estilo de vida vegano están en constante crecimiento. Una encuesta de IPSOS para la ONG vegana ARBA indica que el 2% de peruanos se indentificaría como vegano, eso significa que al rededor de 660 mil peruanos llevan esta filosofía de vida, sea por razones éticas, medioambientales y de salud. Así que no es inusual que madres decidan compartir este estilo de alimentación y vida con sus hijos. Si bien existen retos como la presión familiar, la poca información accesible o el miedo inherente de la maternidad, sí es posible llevar una alimentación 100% vegetal desde la infancia.
¿Qué dice la evidencia?
La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) y la Asociación Dietética Estadounidense (ADA) afirman que una dieta 100% basada en plantas o vegana bien planificada puede ser saludable y nutricionalmente adecuada para todas las etapas de la vida, incluyendo la infancia y la niñez. Además, señalan que es importante que los padres que optan por una vida vegana para sus hijos se aseguren de que estén recibiendo suficientes nutrientes clave, como proteínas, hierro, calcio, vitamina B12 y D, zinc y ácidos grasos esenciales. Pero, esto no es solo de quienes llevan este estilo de vida, cualquier padre responsable debería asegurarse y asesorarse de un nutricionista para garantizar que sus hijos están cubriendo todos los nutrientes esenciales.
Un punto que es clave es que para que este patrón alimentario sea seguro, más allá de saber qué alimentos tienen proteína, se debe tener una suplementación adecuada de vitamina B12, la cual es de origen bacteriana y se le agrega a los animales en los piensos (comida preparada) para que al ser consumidos por las personas puedan obtenerla. La cantidad de vitamina B12 va a depender de los exámenes en sangre y la edad de la persona; eso lo tiene que evaluar una nutricionista o pediatría que tenga especialidad en alimentación basada en plantas.
Los niños y bebés pueden seguir una dieta basada en plantas saludable y equilibrada si se planifica para garantizar una ingesta adecuada de nutrientes clave. Las mamás veganas deben trabajar con un pediatra o un nutricionista para asegurarse de que sus hijos estén recibiendo todos los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludable. Además, deben estar atentos a las señales de deficiencia de nutrientes y asegurarse de que su dieta sea variada y equilibrada. Con la planificación adecuada, una dieta basada en plantas es una opción saludable y nutritiva para los niños.
Ser mamás y veganas
El ser mamá ya es un gran reto para muchas mujeres, pues la rutina, las responsabilidades y las prioridades cambian, y cuando se trata de ser madre vegana, se puede tener algunos desafíos adicionales, especialmente en lo que respecta a alimentar a sus hijos o con la sociedad.
Es posible compartir una filosofía vegana con los hijos, pero es importante que la dieta sea equilibrada y adecuada para su crecimiento y desarrollo. Además, hay conversaciones que se realizarán a lo largo de la niñez porque el mundo no es vegano y los pequeños preguntarán por qué sus amiguitos o familiares consumen carnes y derivados de animales, y ellos no; entre otras preguntas propias de la edad.
Conversamos con cuatro mamás que llevan una filosofía de vida vegana y vegetariana, todas coincidieron que se debe ser asesoradas para llevar un embarazo seguro y al iniciar con la alimentación complementaria de la misma manera, deben recibir asesoría por una nutricionista con enfoque basado en plantas.
Natalie y Emilia
Natalie Olivares es vegana, marketera de profesión y trabaja en un restaurante vegano como auditora interna. Ella tiene una hija llamada Emilia, quien es vegana de nacimiento. Durante su embarazo, Natalie recibió asesoría de un especialista en alimentación basada en plantas. Cuando nació Emilia, durante la lactancia, Natalie no tenía la suficiente leche para alimentarla, algo que le ocurre a muchas mamás. Entonces, buscó una leche maternizada que sea apta para veganos, es decir que no sea de leche de vaca; y así encontró la fórmula Isomil, la cual está hecha con proteína de soya y es apta para quienes son alérgicos a la leche.
Durante la alimentación complementaria también recibió asesoría, así se aseguró que su hija cubriera todos los nutrientes necesarios para ser una niña saludable. Actualmente, Emilia vive con su mamá y el novio de su mamá, ambos son veganos. Entonces al vivir en una familia vegana, la pequeña consume todo el tiempo solo productos de origen vegetal. El reto en ocasiones se presenta cuando va al nido o cuando visita a familiares, y ellos le quieren invitar alimentos que no son veganos. Sin embargo, Emilia su corta edad de cuatro años es muy hábil para comunicar que no desea comer nada que no sea vegano, porque involucra sufrimiento animal.
“Ya pregunta muchas cosas y de hecho poco hubo un compartir en su colegio y llevaron un panes con pollo. Y ella decía: ¿usted sabe que los pollos sufren cuando los matan? Luego, con la leche decía: ¿ustedes saben que a la vaca le quitan su becerro para darle la leche los niños?”, recuerda Natalie. “Emilia está llegando a un nivel de conciencia más profundo”, agrega.
Cuando hay fiestas o reuniones en el colegio, Emilia (como muchos niños veganos) debe llevar su lonchera con productos similares. “Cuando ella tiene un compartir, yo siempre trato de mandarle algo similar. Le pregunto a las mamás qué van a llevar, y le mando una cajita parecida”, cuenta.
Natalie revela que cuando le cuenta a su hija sobre la realidad detrás de las industrias que hacen daño a los animales, lo hace con dibujos y le explica de una manera que ella pueda entenderlo. “Hay cosas feas y cosas buenas en el mundo. Y creo que los niños poco a poco tienen que ir conociendo las dos caras de la moneda. Entonces cuando ella me pregunta, le digo que no comemos pollito porque es un animal que siente, le hago un dibujo o le enseño imágenes de pollitos cuando nacen y le cuento más o menos qué es lo que sucede, se lo narro en forma de cuento. Ella me pregunta pero por qué hacen eso. Sobre cada animal, me ha ido preguntando y se lo narro en forma de un cuento”, indica.
Alice y Claudia
La chef pastelera Alice Multinu es vegana y hace unos meses se convirtió en mamá. Ella llevó un embarazo basado en plantas y su proceso fue asesorado con una nutricionista especializada. Actualmente, su pequeña Claudia se encuentra en la alimentación complementaria. “Yo quisiera que desde temprano entienda de dónde vienen las cosas. Digamos que no crezca con la idea de que nuestra perrita es un animal que se acaricia y que la vaca es un animal que se come, sino hacerle entender que todos los animales son iguales y que desde temprana edad poder hacerle entender de que no hay diferencia. No es que algunos los comemos y a otros los acariciamos, sino que todos merecen el mismo trato”, comenta.
Ella recuerda que tuvo un momento muy incómodo con un familiar, cuando este le indicó que estaba siendo poco cuidadosa con su embarazo porque ella era vegana y continuaba una alimentación sin productos de origen animal. Y estos comentarios son bastante comunes por falta de información o porque hay sesgo. Sin embargo, Alice sabía que estaba bien porque estaba siendo asesorada por una especialista.
“Cada día estaba segura que lo que hacía estaba bien a nivel ético, pero sobre todo a nivel de salud para mí y para mi bebé; obviamente no lo hubiera hecho sin la ayuda de una nutricionista”, agrega.
Hace unos días, fueron al control de Claudia, y el pediatria le comentó que la bebé estaba saludable. “Su crecimiento está perfecto, su peso está perfecto, su desarrollo motor estaba por encima de lo normal para su edad. Entonces, qué puedo decir a las mamás o las futuras mamás, es que sigan su instinto, si tú crees que lo estás haciendo bien y por tus razones, hazlo. Obviamente asesórate de un profesional porque sí es importante. Yo creo que es importante porque el embarazo estás creando una vida y no te las puedes jugar. Tienes que tener mucho cuidado, pero es totalmente factible y creo que es muy saludable mientras te haga sus chequeos y tomes tu B12 y las vitaminas prenatales”, indica.
Andrea y Kamila
Andrea Ortiz es dueña de un emprendimiento vegano que se llama Veggie Mikuy, en donde ofrecen pasteles salados, postres, lasañas y otros platillos hechos de origen vegetal. Ella es vegana y su esposo no, sin embargo, decidieron que su hija Kami seguiría una alimentación 100% basada en plantas, porque es la forma en como Andrea se alimenta. Durante su embarazo y la alimentación complementaria de Kami recibió ayuda profesional para poder llevarlo de la mejor manera. Además, narra que actualmente cuenta con un pediatra que si bien no es vegano respeta su decisión y es un apoyo.
Andrea cuenta que su esposo aceptó sin problemas que Kamila fuera vegana, e incluso ahora es más cuidadoso de lo que come delante de ella porque ya tiene cuatro años y se da cuenta de todo. “Él ahora es mucho más cuidadoso cuando salimos a comer fuera o en casas ajenas porque una vez él aceptó una milanesa y vio la cara de preocupación de Kamila”, relata.
Uno de los temores que sintió Andrea cuando Kamila empezó a crecer y visitar a familiares es que le dieran algo que no sea vegano. “Tenía temor que le dieran pollo a mis espaldas. Pero yo conversé con mi familia y entendieron. Ya tengo muchos años, casi 15 años, quizás un poco más. Ellos saben que comemos bien y no hemos tenido problemas” comenta.
Además, como Kamila va al nido y hace preguntas, Andrea le explica de una forma muy empática por qué no comen animales y por qué evitan a toda costa hacerles daño.
Al igual que otras mamás, Andrea debe enviarle una lonchera cuando va a una fiesta infantil o compartir en el colegio para garantizar que coma vegano o algo que realmente disfrute. Para crear e inspirarse, hace unas semanas abrió una cuenta en Instagram en donde comparte loncheras nutritivas para escolares que sean hechas solo con ingredientes de origen vegetal.
Mariel y Emilio
Mariel Vera es nutricionista especialista en alimentación basada en plantas en bebés y niños, además tiene a Vegenanito, un emprendimiento vegano de alimentos aptos para bebés, que no tienen azúcar, ni sal ni harinas refinadas. Hace unos años se convirtió en mamá, y tiene un niño llamado Emilio que se alimenta basado en plantas también.
“Es bien difícil porque a nosotras por cultura, la sociedad nos imponen ser omnívoras y te juzgan cuando tú llevas otro tipo de alimentación, entonces encontrar un balance, es bien complicado especialmente en en Perú. Está creciendo la movida, pero la gente todavía no lo entiende. Y alguien cercano te dice: que coma un poquito de salmón porque es pescado, y tú no quieres que tu hijo lo coma”, indica.
Mariel comenta que para ella quizás la parte más complicada sea al salir de casa, pero que igual con planificación se logra; y como la mejor parte de este estilo de vida que tiene es poder compartirlo con Emilio.
“Lo lindo es poder hablar siempre del respeto a los animales, Emilio ama a los animales. Yo curiosamente no como animales, pero no me vas a ver acariciando un perro en la calle, o sea, veo una vaca en algún lugar libre digo: qué linda. Pero no me vas a ver besarla. Lo mío es respeto hacia los animales. Pero a Emilio si le encantan, va y toca los gatos y los perros, no les tiene miedo y a mí me encanta eso porque yo soy miedosa, entonces es lo bonito poder compartir con nuestra filosofía más allá de solo el plato. Es contarle cómo cuidamos a los animalitos con nuestro estilo de vida”, concluye.
Más información:
Nutricionistas con especialidad en alimentación basada en plantas para bebés y niños:
- Mónica bamonde: @tenu3
- Mariel Vera: @marielvera.nutricion
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