El mantenimiento de un auto eléctrico es más económico que de uno de combustión: ¿por qué?

El mantenimiento de un auto eléctrico es un punto a favor de esta tecnología. Se puede hablar de un ahorro hasta de un 75% en comparación a los servicios que requieren vehículos a gasolina. Esto se debe, principalmente, por la mecánica mucho más sencilla de su motor y transmisión.

La media de gasto de un automóvil de cero emisiones, en mantenimientos durante diez años, es de 1.500 euros. Esto sin considerar elementos consumibles como neumáticos, pastillas de frenos o amortiguadores, explica el sitio especializado El Motor.

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Por su parte, los vehículos de combustión interna demandan más del doble de gastos. Uno a gasolina tiene una media de gasto de 4.000 euros. Mientras que los que funcionan con diésel ascienden hasta 5.000 euros.

Esto es así porque los autos de combustión interna constan de miles de piezas en constante rozamiento y desgaste. Esto los hace más propensos a las averías con el uso. Y su misma arquitectura demanda un mantenimiento periódico para evitar posibles desperfectos.

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El motor eléctrico es más sencillo. Prescinde de cualquier tratamiento especial por su misma tecnología. Su transmisión monomarcha, conectada de forma directa a las ruedas, y el sistema eléctrico que une las funciones casi nunca falla, sus averías suelen ser por incidentes externos. En caso de desperfecto, necesitará de una actualización de software.

Lo que hace costoso a los autos eléctricos son sus baterías. De hecho, llega a ser hasta un tercio del costo del vehículo. Pero su cuidado solo requiere de hábitos sencillos de uso para garantizar su vida útil, tal y como sucede con otros equipos electrónicos.

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Para que la batería funcione de forma óptima el mayor tiempo posible, se necesitan de cargas lo más lentas posibles, un rango de uso de entre el 20% y 80% y evitar descargas profundas y prolongadas.

Sin embargo, sí existen costes de mantenimiento comunes entre autos eléctricos y de combustión. Esto se da en los elementos innatos de un vehículo, como neumáticos, limpiaparabrisas, carrocería, pintura, grupos ópticos.

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Aunque, según definición, un usuario de auto eléctrico mantiene una conducción más eficiente. Exige menos los elementos del carro y, por lo tanto, retrasa su deterioro.

Con todo lo dicho, se explica el por qué los autos eléctricos prescinden de la cantidad de visitas al taller mecánico que requieren los de combustión interna. Así es como logran una estabilidad en su precio de mercado, que es más elevado pero que se compensa a lo largo del tiempo.