Freno de mano clásico vs freno de mano eléctrico: diferencias, ventajas y desventajas

El freno de estacionamiento, comúnmente conocido como freno de mano, están desapareciendo del formato en que se conocen: con la clásica palanca. Cada vez con más los vehículos nuevos que tienen equipado este dispositivo a través de un botón eléctrico.

Su función es sencilla: inmovilizar las ruedas del auto de forma permanente. Hasta hace poco se accionaba al tirar de una palanca. Ahora se evita el esfuerzo al presionar un botón. Así lo indica un reporte de CarGurus, que explica que solo el 13% de los modelos de 2022 cuentan aún con un freno de mano tradicional.

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Mientras que la totalidad de nuevos modelos de marcas como BMW y Peugeot prefieren el botón de acción eléctrica para inmovilizar el vehículo. Audi, por ejemplo, aún tiene en el 1% de sus vehículos el sistema antiguo.

El funcionamiento de ambas herramientas es similar. Al accionar la palanca, esta tensa un cable que posiciona una pieza de los frenos para bloquear las ruedas. El electrónico, ejecuta la misma acción de subir la manija.

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Dependiendo del modelo, existen dos tipos de freno de mano eléctricos. El de motor central tensa el cable que luego activa el mecanismo de cada rueda. Y el de motor en cada rueda, son pequeños y eléctricos posicionados en cada pinza de freno que ponen a funcionar un grupo de piñones que cierran la mordaza de cada uno de los discos, explica el sitio El Motor.

Ambos sistemas presentan ventajas e inconvenientes. En el caso del mecánico, este puede ser desbloqueado incluso si el auto se quedó sin batería. El eléctrico no permite esta acción, pues necesita de energía de la batería para funcionar.

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Al tener un menor número de componentes, más sencillos y menos susceptible de averías, sus reparaciones suelen ser más económicas, en comparación del complejo sistema del freno de mano eléctrico.

Por su parte, la herramienta de funcionamiento electrónico ocupa menos espacio, accionarlo es simple y sencillo, sin esfuerzo alguno. Al estar automatizado, se activa solo, aunque el conductor olvide colocarlo. Se desconecta al insertar una velocidad y acelerar. Y permite arrancar en subidas pronunciadas, sin tirones o retrocesos.

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Pero requiere que siempre se cargue con el manual del usuario del vehículo, pues en caso de fallo eléctrico o problemas con la batería, existe una opción para liberar el freno en este. Por otra parte, no puede ser accionado de forma gradual, como sí puede su versión mecánica.

Finalmente, su funcionamiento en marcha es paulatino. Al no ser instantáneo, se necesita de presionar el botón de acción por varios segundos. Y cambiar las pastillas de freno es más costoso, pues requiere de un equipo electrónico de diagnosis compatible.