“Contrarreloj”: Liam Neeson deja los golpes y usa su ingenio en un thriller que cumple | RESEÑA

Veinte años atrás, el entonces joven actor irlandés Colin Farrell dio la vuelta al mundo interpretando a Stuard Shepard, un cretino publicista que, luego de meterse a una cabina telefónica para llamar a su amante Pamela McFadden (la también jovencísima Katie Holmes) comete el error de volverse al cubículo y contestar una llamada desconocida. En el auricular, un psicópata comienza a extorsionarlo, develando algunos aspectos que solo él creía saber de su vida.

“Enlace mortal”, sin embargo, no es solo un asfixiante diálogo entre extorsionador y extorsionado en medio de una calle cualquiera en una Nueva York ya por entonces (presumimos inicios de los dos mil) copada de migrantes, cafichos, prostitutas y repartidores de pizza. Mientras el delincuente (voz interpretada por Kiefer Sutherland) enfurece a Stu (Farrell) con sus revelaciones más íntimas y lo fuerza a repasar cada uno de sus errores del pasado, a la vez le apunta el láser/visor de su rifle, empuñado desde alguna de las cientos de ventanas al interior de cualquiera de los edificios ubicados frente a la cabina telefónica.

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Esa sensación de miedo que muy bien supo generar el thriller de Joel Schumacher nos vino a la cabeza este fin de semana cuando vimos “Contrarreloj” (“Retribution” o “Venganza”, según su título original), la más reciente película de Liam Neeson que tiene en la dirección a Nimród Antal. Se trata de un remake de la cinta española “El desconocido” (2015) de Dani de la Torre.

“Contrarreloj” cuenta la historia de Matt Turner, un experimentado banquero de inversión radicado en Berlín que parece tenerlo todo a pedir de boca. Una lujosa casa, un hermoso automóvil, dos hijos en edad escolar y una simpática esposa. Eso es lo primero que intenta dejarnos claro la cinta de Antal. Lo segundo es, por supuesto, un primer avistamiento a lo que podríamos llamar una relación familiar rota, aparentemente, porque nuestro protagonista ha puesto a su trabajo por encima de todo.

Matt no puede pedirle algo a su hija Emily (Lilly Aspell) sin apagarle la Tablet donde se esta se entretiene. Tampoco puede pedirle algo a su hijo Zach (Jack Champion) sin gritarle. Y cuando debe acceder a algún pedido que le hace su esposa, siempre tiene una forma de evitarlo. Pero como pasa en muchas de las personas que ponemos al trabajo por encima de la familia, a veces ni nos damos cuenta del error hasta que algo nos explota en la cara.

En más de una ocasión hemos comentado que con más de 70 años a cuestas, Liam Neeson no es más aquel héroe de acción que a base de puñetes, llaves y acertados disparos nos hace mantenernos pegados a la butaca del cine. Y aunque la tentación de volverlo a ver someter a rivales de todo tamaño es latente, “Contrarreloj” va dejando claro rápidamente que esta vez nuestros deseos no serán satisfechos. Porque, aunque amanece practicando boxeo en un cuarto de su casa, Matt Turner es ciertamente lo más parecido a un anciano. La pérdida de cabello, las canas, lo encorvado de su espalda, y la dificultad para subir las escaleras corriendo lo certifican.

Pero, vamos, aunque entre aquel éxito que traspasó el tiempo titulado “Búsqueda implacable” y hoy han pasado 15 años, nadie pondría en duda que a lo largo de todo este tiempo hemos sido testigos del honesto intento de un artista por mantenerse vigente en una industria donde cada mes se pone a prueba un nuevo rostro. Y aunque haya perdido velocidad, su pronunciación sea algo más lenta, y la complicidad de un doble le sea en ocasiones indispensable, los verdaderos fanáticos de Liam Neeson siempre volvemos a él tal vez porque así –sin querer queriendo—le rendimos tributo a aquel imborrable recuerdo de Bryan Mills (el protagonista de la saga “Búsqueda implacable”). En esa línea, muchos hemos buscado algo de ese personaje en “Sin escalas”, “Riesgo bajo cero”, El pasajero”, “Luz negra”, “Una noche para sobrevivir”, “El protector” y, más recientemente, “Asesino sin memoria”, entre otras.

Volviendo a la trama de “Contrarreloj”, en una atípica mañana llevando a sus hijos a la escuela, Matt Turner recibe varias llamadas. Una de estas, sin embargo, lo cambiará todo. Alguien le informa que bajo su asiento del automóvil hay una bomba lista para explotar si él intenta bajarse. Lo que parecía ser el típico viaje de un padre preocupado en los negocios y no en sus hijos que van detrás (también pegados cada uno de su respectivo celular), se convierte en una carrera contra el tiempo. Nuestro protagonista debe hacer todo lo que la persona al otro lado del teléfono le indica.

Situada en Berlín, esta cinta de Nimród Antal presenta más fortalezas que debilidades. Queda claro que Matt Turner se la pasará el 95% de la película sometido a un loco que lo amenaza telefónicamente (ahí salta el recuerdo de la sensación generada por “Enlace mortal”) mientras le reprocha sus errores del pasado. Conforme el supuesto terrorista se da a conocer, una serie de atentados contra gente ligada a Turner pondrán a la ciudad en alerta. Las sucesivas explosiones y muertes alimentan correctamente el thriller. Ahora, si hablamos del factor humano, las idas y vueltas son notorias. Porque claro, somos conscientes de que hay una relación familiar rota, pero el guion no se preocupa casi nada en desarrollar estos vínculos heridos. Ahí la cinta pierde. En esta última senda también podemos mencionar detalles tal vez secundarios (¿Si en algún momento le dicen “te estoy viendo” a Matt, por qué finalmente no hay cámaras en el auto?).

Hay un momento interesante en lo dramático, pero que nunca se buscó explotar más. Volvemos al teléfono que (fácilmente) se puede ‘mutear’ sin que el villano se dé cuenta o se moleste: nuestro protagonista se entera de que su esposa está tramitando el divorcio a sus espaldas. Hay aquí un punto de quiebre que también nos hace evocar a “Enlace mortal” (Stuart debe confesarle a su amante que está casado y luego escucha cómo el extorsionador le revela a su esposa que este la engaña). En ambas cintas tenemos, entonces, a un tipo castigado por el peso de sus acciones que, tras verse en un momento límite, debe revisitar sus pasos y entrar en razón.

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Aunque llega a tratarse el tema como un posible hilo de ataques terroristas, la policía alemana liderada por Angela Brickmann (Noma Dumezweni) es bastante meticulosa (o tal vez lenta) en su proceder. A riesgo de cometer un error, podríamos decir que no se lanza un solo disparo para contener el vehículo que conduce Turner. Aunque el detalle pierde peso cuando nuestro protagonista cambia el rumbo de los hechos: “Lastimaste a mi hija, maldito. Quieres el dinero, me necesitas. Primero ayudaré a mi hija”, le advierte Matt al extorsionador. A partir de aquí la cinta se parece mucho más a cualquiera de las películas de Neeson arriba mencionadas. El banquero buscará venganza manejando a toda velocidad una camioneta por las calles de Berlín.

BALANCE FINAL DE “CONTRARRELOJ”

“Contrarreloj” no es definitivamente la mejor de las películas protagonizadas por Liam Neeson. Su argumento, a ratos algo ligero, puede descifrarse rápidamente. Aunque en honor a la verdad, las pocas veces que se apela a lo dramático, la historia mejora. Lo mismo si evaluamos el rol de nuestro protagonista: insuperable como el ‘papá héroe’ que está dispuesto a explotar el mundo con tal de salvar a sus cercanos. Esa parte de la ecuación es lo mejor, y seguramente nos dejará con las ganas de ver la próxima película de este incansable titán del cine comercial.

CONTRARRELOJ/SOLO CINES

Director: Nimród Antal

Sinopsis: Mientras lleva a sus hijos a la escuela, un ejecutivo bancario recibe una amenaza de que su auto explotará si se detienen y salen.

Elenco: Noma Dumezweni, Lilly Aspell, Jack Champion, Matthew Modine, Embeth Davidtz.

Calificación: 3 de 5

fefe