En un paisaje cinematográfico saturado de secuelas, precuelas y remakes, “Los juegos del hambre: balada de los pájaros cantores y serpientes” emerge como una propuesta audaz que desafía las expectativas establecidas por sus predecesoras. La película, una precuela que se sumerge en los orígenes de Coriolanus Snow, no solo se distancia de la fórmula agotada de las entregas anteriores, sino que también redefine la narrativa de “Los juegos del hambre” de una manera que resulta tanto refrescante como intrigante. En Saltar Intro de El comercio ya vimos la película y aquí te contamos nuestras primeras impresiones.
Explorando los orígenes del villano
En esta entrega, vemos a un joven Coriolanus Snow antes de convertirse en el implacable presidente de Panem. Lejos de ser el déspota maquinador y calculador que conocíamos, aquí es presentado como un estudiante endeudado de una familia en desgracia, mirado con desdén por sus pares del Capitolio. La historia se remonta a la décima edición de los Juegos del Hambre, cuando aún eran una brutal contienda entre 24 jóvenes sin los adornos y el glamour que posteriormente definirían el evento.
Tom Blyth, interpretando a Snow, ofrece una actuación cautivadora. Se aleja de la representación clásica del villano y adopta el papel de mentor encantador de una tributo del Distrito 12, interpretada por Rachel Zegler. La dinámica entre ambos personajes agrega una capa de complejidad a la narrativa, desafiando las expectativas y humanizando a un personaje que anteriormente solo conocíamos por su crueldad.
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Rompiendo con las convenciones de los juegos
A diferencia de las entregas anteriores, donde los Juegos del Hambre eran el epicentro de la trama, en esta ocasión ocupan un espacio secundario. La película se centra más en la evolución de Snow y su relación con la tributo del Distrito 12 que en las ingeniosas pruebas y peligros del evento. Esta elección narrativa arriesgada podría decepcionar a aquellos que esperan la fórmula clásica, pero resulta en una exploración más profunda de los personajes y las motivaciones que impulsan el cruel espectáculo.
Una Panem en posguerra
El contexto de la posguerra en Panem añade una capa adicional de complejidad ética a la historia. La sociedad aún no está completamente convencida de la idea de sacrificar a jóvenes en nombre del entretenimiento, lo que proporciona un terreno fértil para explorar debates éticos de manera más explícita y directa. Este enfoque más sombrío y menos glamoroso contrasta con la imagen pintoresca y superficial de las entregas anteriores.
Una historia de amor en el centro
Mientras que los juegos son una parte integral, no dominan la narrativa. En cambio, la película se convierte en una historia de amor inesperada y conmovedora. La relación entre Snow y la tributo del Distrito 12, lejos de ser un cliché romántico, agrega profundidad a la trama y desafía las expectativas establecidas por la saga.
Un reparto coral que sostiene la apuesta
El elenco coral, encabezado por Tom Blyth y Rachel Zegler, respalda la decisión de alejarse del elenco original. Aunque Zegler puede generar cierta controversia, su talento innegable y los números musicales aportan un toque distintivo a la película. La presencia de actores reconocidos como Viola Davis, Fionnula Flanagan y Peter Dinklage fortalece el conjunto, demostrando que el cambio de elenco no ha restado calidad.
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En resumen
“Balada de pájaros cantores y serpientes” es una entrega que se distancia de las convenciones establecidas por la saga original. Aunque puede no alcanzar las alturas de las primeras películas, indudablemente supera las dos últimas entregas. Con una identidad propia, la película ofrece un soplo de aire fresco a una franquicia que parecía haber perdido su brillo.
Las casi tres horas de duración son sorprendentemente entretenidas, con un tercer acto que se sumerge en la vida en los distritos y el romance entre los protagonistas. Aunque podríamos señalar ciertos deus ex machina y momentos técnicos cuestionables, en última instancia, la película no molesta.
Para finalizar, “Los juegos del hambre: balada de los pájaros cantores y serpientes” es una experiencia cinematográfica única y recomendable. Para los fanáticos de la saga, ofrece una perspectiva intrigante de los orígenes de un personaje icónico, mientras que para los nuevos espectadores, es una oportunidad de sumergirse en un mundo donde la complejidad de los personajes se entrelaza con el entretenimiento. En un panorama saturado de franquicias repetitivas, esta película se destaca como una joya inesperada que merece ser apreciada.
Si querías ver alguna referencia a las entregas anteriores de “Los juegos del hambre”, tienes que estar atento porque sí, hay varias.
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