“Sweet Girl”: ¿se justifican las críticas a la película con la estrella peruana Isabela Merced?

BioPrime, un poderoso laboratorio farmacéutico paga para que uno de sus rivales empresariales no inicie la prueba en humanos de un prometedor medicamento contra el cáncer. Al hacerlo, priva a varios pacientes oncológicos de quizás la última oportunidad de salvar sus vidas.

Una de ellos es Amanda Cooper (Adria Arjona), madre de Rachel (Isabela Merced), y esposa de Ray Cooper (Jason Momoa). Estos dos ven cómo su ser querido se consume en la cama de un hospital, tal como ocurre con miles de pacientes que o bien no pueden pagar costosos tratamientos o, aunque tuvieran los recursos para hacerlo, sufren un cáncer cuyo avance es imparable.

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Así podríamos resumir el argumento “Sweet Girl”, debut en la dirección de Brian Andrew Mendoza que tiene como gran atractivo a sus dos estrellas estelares, Momoa, conocido por su rol en “Game of Thrones” y por protagonizar “Aquaman”, y a la joven de origen peruano Isabela Merced (“Dora la Exploradora”, “Transformers: el último caballero”, entre otros).

Al morir Amanda, devastando el bello y unido ambiente familiar de los Cooper, Ray promete cobrar venganza del responsable de la marcha atrás con el medicamento. En su oscuro propósito termina arrastrando a su hija, una adolescente que combina en igual dosis un aspecto noble y fraternal, con la fortaleza y el atrevimiento de una luchadora de artes marciales.

Hasta aquí podríamos decir que la propuesta de “Sweet Girl” resulta convincente. La idea de pobres luchando contra los “abusos” del sistema no es reciente si de cine hablamos. ¿Qué otros pilares podrían hacer sostenible (y entretenida) una película para el público masivo? Al ver la imponente figura de Momoa (quien en la cinta es además un aficionado al boxeo) podemos pensar que en adelante tendremos minutos llenos de acción, golpes y mucha sangre.

Precisamente aquí viene lo mejor de la película estrenada en Netflix. Estamos frente a un solvente cocktail de malabares, puñetazos, cuchillos siendo clavados en cuerpos fornidos, vidrios rotos y, por supuesto, las infaltables escenas de persecuciones en la oscuridad de la noche.

Al intentar contactar con un periodista que le ofrece --a cambio de su cooperación-- ayudarlo para lograr su propósito, Ray se arriesga al extremo, encontrándose con Amos Santos (Manuel García Rulfo), un villano particularmente moderno y extrañamente conversador. Ambos protagonizarán una lucha que se roba gran parte de la atención en la primera mitad de la película.

Para aquellas personas que no se contentan con solo las escenas de acción, “Sweet Girl” intenta desnudar también los pros y contras de un vínculo padre-hija casi colapsado por el dolor que significa haber perdido a la madre del hogar. El cáncer, pero principalmente la furia que significa esta repetitiva idea de que “tal vez con esa medicina Amanda se pudo salvar” parece carcomer a Ray, y por ende a Rachel.

Sería incorrecto decir que esta cinta tiene solo a los Cooper y a los villanos luchadores que se les cruzan en el camino. Hay algo más. Dos agentes del FBI: John Rothman (Michael Raymond-James) y Sarah Meeker (Lex Sarah Meeker). El primero algo intrascendente, la segunda, valiosa porque se convierte por momentos en el soporte emocional y ‘la voz de la conciencia’ de una joven que, aunque parece lista para matar sin piedad, está convencida de “no tener la culpa”.

A manera de balance, habría que decir que “Sweet Girl” es una cinta que cumple fundamentalmente porque es entretenida. Desde sus inicios presenta no solo el lado más sensible de un típico ‘fortachón’ de Hollywood (Jason Momoa llorando al ver cómo su hija le canta a Amanda en sus últimos minutos de vida), sino que además permite al público global conocer hasta dónde podría llegar una actriz como Isabela Merced.

Por su talento y sencillez, esta chica de raíces peruanas viene abriéndose paso en Hollywood. Muy pocos son los actores que en sus primeras etapas en la industria escogen (o reciben) los papeles más solventes en las producciones más notables, pero si de algo estamos seguros es que “Sweet Girl” es solo la confirmación de que estamos ante una artista con futuro prometedor.

LA FICHA:

Título original: “Sweet Girl”.

Sinopsis: Un esposo devastado promete hacer justicia a las personas responsables de la muerte de su esposa mientras protege a la única familia que le queda, su hija.

Plataforma: Netflix.

Director: Brian Mendoza

Duración: 1 hora y 50 minutos.

Clasificación: +16.

Calificación: ★★★.

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