Si el 2024 no empezó como lo esperabas, un mes y diez días atrás, todavía hay esperanza. Solo es cuestión de apostarle doble al Año Nuevo chino, que empieza a festejarse hoy con júbilo en Oriente y en cuanta comunidad migrante haya en el mundo. El mismo que con muchísima ilusión está dando la bienvenida al dragón, el único animal imaginario entre los doce del horóscopo chino. No es poca la expectativa por lo que deviene en el tiempo debido a la última premisa. Sucede que este ser extraordinario se vincula a la prosperidad, el poder, la fuerza y el éxito. Lo interesante es que, pese a que han pasado milenios desde su aparición en la fantasía del ser humano, hoy esta sigue siendo una figura reinterpretada e incluso vanagloriada en la tan exquisita como caótica cultura popular. En las siguientes líneas buscamos entender cómo y por qué.
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Un origen mitológico
Rubén Tang, fundador y exdirector del Instituto Confucio de la PUCP, le explica a Somos que las primeras referencias que se tienen sobre los dragones se remontan a ocho mil años atrás en China. Los primeros registros de este ser se incluyen en un libro mítico llamado “Zhou Yi”, en el cual se los relaciona con el estallido de relámpagos y truenos. Asimismo, en pequeños amuletos de jade y ceramios.
“En los mitos y leyendas populares, el rey Dragón es el dios que domina la meteorología, debido a eso tiene un poder muy vinculado a las actividades agrícolas. Este poderío hizo que luego la figura fuera tomada como símbolo por los emperadores chinos dando cuenta de un derecho divino para gobernar. Todo eso hizo que la imagen se ensalzara más”, afirma Tang.
Los dibujos de las reliquias históricas presentan al dragón con trazos sencillos y distintos hasta el desarrollo de la dinastía Tang (618-907) y Song (960-1279), períodos en los que estos comenzaron a evolucionar hasta la concepción que tenemos hoy.
El estudioso subraya que, en cuanto esencia y estética, el dragón chino es uno; y el occidental, otro. “La mitología en torno al dragón va siendo reinterpretada por otras culturas como la griega y la medieval con una connotación judeocristiana. En estas, es más bien un gran villano, un ser que representa amenaza, peligro, destrucción. En la Edad Media se le asoció al demonio”, señala.
Dragon ‘superstar’
Toda esta fascinación por el mítico animal hizo que por siglos fuera releído y vuelto a concebir en campos tan vastos como la literatura, la arquitectura, el cine, la moda y más. Que, así como se le puede ver siendo aniquilado por San Jorge en un óleo del siglo XV pintado por Rubens, es posible observarlo también en películas animadas de Disney como “Raya y el último dragón”, series de TV como “Juegos de tronos”, célebres juegos de mesa como “Calabozos y dragones” o en llaveritos que venden en la calle Capón del Centro de Lima.
Y, cómo no, también en el arte contemporáneo y el ‘merch’. En el plano local, por ejemplo, jóvenes diseñadores y artistas han creado piezas conmemorativas al Año Nuevo lunar que tiene como protagonista al dragón. Guillermo Fajardo y Jieying Li, de Jumping Lomo, idearon una línea que incluye pines, polos, tote bags y calendarios que se están vendiendo como min pao caliente. Ello, explican, con un afán de explorar el concepto usando su estilo. En tanto, Gonzalo Espinoza y Diego Lau Toyosato, de Origen Peregrino, ya exponen y venden una escultura de cemento pop en honor al milenario ser en la galería Índigo. El dragón es, finalmente, pura inspiración que traspasa los límites del tiempo y el espacio. Larga vida a la criatura excepcional. //