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“Pocos actores pueden proyectarse hacia el futuro y comprarse una casa. La mayoría no podemos”
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“Pocos actores pueden proyectarse hacia el futuro y comprarse una casa. La mayoría no podemos”

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vuelve a ponerse en la piel de uno de los papeles más gratificantes de su carrera: Ettore, en “La Tribu”. En su paso por el teatro más grande que ha pisado hasta el momento, el Peruano Japonés en Jesús María, se da un momento para reflexionar sobre su versatilidad, el reto de ser actor en el Perú y los sueños que espera cumplir de la mano de su familia.

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¿Cómo te sientes al volver con “La tribu”, una obra que tuvo tan buena acogida en su estreno?

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Juan Carlos Fangacio

“La tribu” ha sido y sigue siendo un regalo. Se armó un elenco maravilloso, preciso para esta obra. Y, honestamente, está siendo una de las experiencias más bonitas de mi vida.

Desde el escenario, ¿qué crees que hace tan especial esta experiencia?

La relación que tenemos en el elenco es increíble. Estamos liderados por dos directores, Ítalo Cordano —quien además escribió la obra— y Bruno Ascenzo. Ellos han logrado crear un ambiente supercómodo, sin estrés, sin presión. La pluma de Ítalo es fina, ha retratado de forma brillante la idiosincrasia limeña, especialmente en el contexto de una familia disfuncional con la que muchos se pueden identificar.

“La Tribu” invita al espectador a mirarse y pensar en su lugar dentro de su propia familia, con los asuntos ignorados, los pesos cargados y eso que los une al final del día. (Foto: Los Productores)
“La Tribu” invita al espectador a mirarse y pensar en su lugar dentro de su propia familia, con los asuntos ignorados, los pesos cargados y eso que los une al final del día. (Foto: Los Productores)

¿Qué dirías que te deja esta obra una vez que abandonas la sala?

Además de entretener, que para mí es lo principal, “La tribu” tiene un mensaje. La gente se va del teatro con ganas de conversar, de reflexionar. Es una comedia que te hace reír, pero también te mete un gancho al hígado y te conmueve, te hace llorar. Es redonda.

¿Sientes que tu personaje te ha regalado algo durante la temporada?

Mi personaje se llama Ettore. Es el hijo mayor, el que ha heredado las costumbres más arraigadas de la familia. Carga una mochila pesada: quiere que todo esté en paz, que la familia se lleve bien. En ese sentido, se parece un poco a mí. A mí tampoco me gusta el conflicto, busco siempre armonía en los grupos con los que trabajo y en mi familia. Me ha conducido a abrazar esa parte de mí, pero también a enfrentarla, porque no está bien cargar siempre con todo.

A lo largo de tu carrera has interpretado distintos tipos de personajes. ¿Disfrutas más ser villano o galán?

Debo decir que disfruto mucho más ser villano. Es mucho más divertido. El galán sufre todo el tiempo. Llora, le pasan cosas malas… y eso, como actor, es agotador. En cambio, el villano tiene otro tipo de energía, es más divertido de interpretar.

Nicolás Galindo en la piel de Javier, en la cinta Av. Larco, estrenada en 2017. Antes de ello, interpretó a el mismo personaje en el teatro, en 2015. (Foto: Daniela Talavera)
Nicolás Galindo en la piel de Javier, en la cinta Av. Larco, estrenada en 2017. Antes de ello, interpretó a el mismo personaje en el teatro, en 2015. (Foto: Daniela Talavera)

¿Hay algún papel que te haya costado más interpretar?

En teatro, uno de los roles que más me costó hacer fue en la obra “Maquinal”, donde además, no interpreté solo a uno, sino a cuatro personajes. La obra era expresionista, lo que también me llevó a sumergirme en un mundo que no conocía mucho. En el cine, diría que mi papel en Av. Larco fue uno de los más complicados. Fui Javier, un chico gay que era mánager de una banda con sus amigos. La idea no era hacerlo estereotipado, sino más real y humano. Considerando, también, que la historia estaba ambientada a inicios de los 90, en plena época del terrorismo, en una sociedad bastante conservadora.

¿Cómo ves el panorama actual de los actores en el país? ¿Sientes que son más valorados que antes?

Lamentablemente, no. De parte del Estado no hay ningún programa macro que apoye al sector. Al contrario, con la nueva Ley del Cine se han puesto trabas absurdas al cine regional, que es justamente el cine más verdadero que tenemos. Son pocos los que cuentan con estabilidad laboral. Es muy sacrificado.

Eso afecta directamente a su desarrollo profesional.

Mucho. Gracias a la estabilidad que gozan solo algunos, esos pocos actores pueden proyectarse hacia el futuro y comprarse una casa, por ejemplo. La mayoría no podemos. Y si bien se produce algo de cine, es muy poco lo que se gana. Existen excepciones, sí, pero para la gran cantidad de actores que hay, la oferta es mínima.

En 2019, el actor dio la bienvenida al mundo a su hijo Blas, junto a su esposa, la fotógrafa Daniela Talavera. (Foto: Daniela Talavera)
En 2019, el actor dio la bienvenida al mundo a su hijo Blas, junto a su esposa, la fotógrafa Daniela Talavera. (Foto: Daniela Talavera)

¿Cómo has manejado tú esta inestabilidad a lo largo de tu carrera?

He sido un actor afortunado. He tenido chamba casi sin parar durante estos 16 años, en proyectos que han funcionado como “Avenida Larco” y ahora “La tribu”. Claro que he tenido momentos durísimos, como todos, pero nunca he claudicado ni renunciado a lo que me gusta.

¿Has explorado muchos formatos: televisión, teatro, cine, conducción… ¿Qué más te gustaría hacer?

Me gustaría trabajar fuera. Siempre he querido hacerlo, pero en su momento me faltaron huevos, convicción. La vida fue pasando y, afortunadamente, siempre he tenido trabajo acá. Pero, para hacerla afuera, debes irte a vivir fuera. Estar allá, hacer cástings, recibir rechazos. Y, claro, ahora tengo un hijo de seis años, entonces mis prioridades cambiaron. No puedo darme ese lujo si no tengo algo seguro.

"Blas será hijo único. Al ser independientes, un segundo hijo no es viable para nosotros, aunque nos rompa el corazón. Nos sentimos bendecidos de tener un hijo sano, feliz, curioso. Con eso, estamos completos".

¿Cierras la puerta a esa posibilidad?

No, para nada. Pero soy realista. Me encantaría hacerlo, y creo que en algún momento va a pasar. Más adelante.

¿Cómo equilibras la paternidad con tu carrera?

Gracias a que somos independientes, junto con mi esposa, Daniela, hemos sido padres muy presentes desde siempre. Nosotros lo criamos, nadie más. Jugamos con él, lo acompañamos, le damos estructura pero también libertad. Creo que todo eso, aunque intangible, le ha dado mucha seguridad en sí mismo. Mi hijo es mi mayor inspiración, no cambiaría por nada las decisiones que me llevaron hasta él. Más allá de mi carrera, mis días son mejores porque lo tengo a él y a Daniela. //

¡La Tribu está de vuelta!

Codirigida por Bruno Ascenzo e Ítalo Cordano, la comedia viral ha vuelto al teatro con un elenco increíble: Carlos Carlín, Alejandra Guerra, Luciana Arispe, Nicolás Galindo, Óscar Meza, Diego Pérez, Jely Reátegui y Alejandro Villagómez vuelven a las tablas para explorar los vínculos humanos desde distintos ángulos: el amor, la familia, la amistad y las ganas de pertenecer. 

Las entradas ya están a la venta en Joinnus y en boleterías presenciales, y las funciones van de jueves a domingo en el Peruano Japonés de Jesús María, hasta el 15 de junio.

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