Venecia: entre la magia de una ciudad única y el fantasma de un turismo que se desborda. Guía y consejos

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Es primordial en Venecia tener en cuenta que durante el verano europeo (julio, agosto y setiembre) habrá muchísimos visitantes que llegan en cruceros, trenes, autos y buses. Por momentos, caminar por la Piazza San Marcos, punto central de concentración turística, parecerá una procesión. Para aligerar el paso, a partir del próximo año, el gobierno municipal cobrará 5 euros por el ingreso a los turistas que no duerman en Venecia. Esta ciudad histórica tiene el récord de 150 mil visitantes en promedio en un día pico, por lo que el cobro pretende disuadir a los turistas que van solo por unas horas. Lo mejor para preservarla es asumir un turismo más responsable: pasar la noche en Venecia y contribuir con ella mientras se disfruta al máximo de su diversidad gastronómica y coctelería es una manera de ayudar.

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Los aperol spritz están de moda en la ciudad y siempre se ve a alguna persona sentada en la terraza tomando unas copas colmadas de una bebida anaranjada. Pastas, ‘gelatos’, pizzas, quesos, embutidos y sus inolvidables ‘cicchetti’ —una especie de tapas en versión italiana— que se sirven como bocados para acompañar con una copa de vino nos caen de maravilla para tomar fuerzas, y continuar explorando. En Venecia, también hay muchas tabernas de paso —o ‘bacari’—, donde ofrecen variedad de vinos y ‘cicchetti’. No hay mucho tiempo que perder, esta es una ciudad infinita.

Encanto inquietante

La arquitectura es por sí misma un placer para los ojos, transitarla y detenerse a observar los detalles de sus muros, puertas y ventanas de siglos atrás es una oportunidad única en la vida, por lo que se recomienda no seguir las típicas rutas, sino entregarse a la ciudad y dejarse llevar por sus puentes y canales, perderse un momento hasta encontrar una ruta propia fuera del circuito turístico. Hay mucho por ver y disfrutar.

¿Los imperdibles? La Piazza San Marcos es de las más bellas del mundo y en sus extremos están el palacio Ducal, que data del siglo IX, y la basílica, símbolo de la arquitectura bizantina. La colección de Peggy Guggenheim es otro imprescindible en la visita. Se trata de la muestra de artes plásticas de una de las cultoras y coleccionistas del arte más icónico del siglo XX. Está ubicada en el palacio Venier dei Leoni, en el Gran Canal. Otra opción es el museo Leonardo da Vinci, donde se conocerá la obra del genio italiano y una muestra de la tecnología del Renacimiento. Ante tanta oferta, una buena idea es llegar con una lista de los lugares claves que se quieran conocer.

Todo es caminable o se toma el ‘vaporetto’ o taxi acuático para ganar tiempo. Muchos turistas optan por conocer Venecia navegándola en las emblemáticas góndolas. El precio promedio es de 80 euros, por lo que no todos tendrán acceso a este paseo. En esta impresionante ciudad se celebra el fastuoso Carvanal de Venecia y el Festival de Cine de Venecia que paraliza al mundo del séptimo arte. La magia de sentirse rodeado por el mar Adriático y la laguna Venecia, cruzar los mismos puentes por los que transitaron artistas, filósofos y estrellas del cine mundial es una sensación única que solo Venecia puede regalar. //