Hace un año, Somos fue testigo de un viaje en el tiempo: unos viejos zapatos de fútbol de 1953 volvían a Lima, a la tierra del hombre que los hizo famosos, Lolo. Es una historia increíble: don Gaspar Mena era un hincha del fútbol y de Alianza Lima que en ese año del retiro del Cañonero, participó de un sorteo nacional por esos chimpunes. Los zapatos de los 3 goles en el partido de despedida precisamente a su equipo. Benditos guiños de la suerte, el entonces joven arquero del Estrella Roja los ganó, los recibió del propio Lolo y se los llevó a La Unión, Piura, para cuidarlos como lo que son, un tesoro.
Hasta el año pasado, en que volvieron a Lima para un evento cultural llamado La Ruta de Lolo en Hualcará y cientos de hinchas pudieron sentirse parte de la historia.
En las últimas horas una noticia asaltó las redacciones: unos delincuentes asaltaron la tienda donde hasta hoy don Gaspar Mena –de 94 años- trabaja todos los días y se llevaron diversos artículos, dinero y objetos valiosos. El rumor corrió en La Unión, se extendió a Piura y llegó a Lima. Dentro del botín –asustaban los rumores-, se habían llevado los botines.
A través de la agrupación La Ruta de Lolo, esta revista tomó contacto con Gaspar Mena hijo, quien negó la noticia y confirmó que los chimpunes del ídolo de Universitario, tesoro invaluable para cualquier museo del fútbol peruano, están en buenísimas manos.
“Me comunicaba contigo para agradecer a las personas que han mostrado sus estimación a mi padre en los últimos días por el robo de su tienda. También, frente a la información que vienen difundiéndose en diversos medios de comunicación, desmiento categóricamente el robo del bien más preciado que tiene mi padre, los chimpunes de ídolo de todos los peruanos Lolo Fernández, los cuales se encuentran a buen recaudo”, dijo.
Somos pudo conocer que el club Universitario se pondrá en comunicación con la familia Mena para brindarle toda la ayuda posible. Más que un gesto, en este caso, una obligación postergada tanto tiempo. Es de justicia para don Gaspar Mena, el protector de este tesoro futbolístico desde 1953.