La IA de Mark Zuckerberg aprendió a negociar tan bien como los humanos (¿dónde la usarán?)

Se trata de CICERO, una IA entrenada para interactuar en el popular juego de estrategia Diplomacy. En este juego se enfrentan siete jugadores que tienen la misión de dominar la mayor parte del tablero. Para lograrlo, el único camino que queda es colaborar temporalmente entre ellos. Es decir, se necesita la habilidad humana de la negociación.

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En cada turno, los jugadores hablan en privado e intentan llegar a acuerdos y alianzas. Pueden hacer todo tipo de promesas, pero ninguna de ellas es vinculante. Una vez que finaliza la fase de negociación, todos escriben sus movimientos para el turno, los cuales se revelan simultáneamente. En ese momento, los jugadores ven quién se mantuvo fiel a su palabra y quién tenía otros planes.

“Un gran desafío, casi imposible durante décadas”

¿Cómo se logra llegar a acuerdos y alianzas con un rival? Debes ofrecer propuestas que sean beneficiosas para ambos y, además, ganarte la confianza del otro.

“CICERO nos acerca un paso más a una era de agentes inteligentes que pueden colaborar con las personas mejor que nunca. Es capaz de coordinarse con otros jugadores en lenguaje natural, no solo a través de interfaces programadas, también incorpora avances en el modelado de lo que los humanos están tratando de lograr en una situación determinada y forma planes conjuntos con esa persona para guiar su conversación”, señala a El Comercio Noam Brown, científico investigador en Meta AI.

De acuerdo al investigador, la IA participó en 40 partidas de Diplomacy con 82 personas y logró una puntuación de más del doble del promedio de los jugadores humanos. Para alcanzar dicho resultado, creó planes compartidos con otros jugadores y mantuvo conversaciones en lenguaje natural para comunicar esos planes, persuadir a otros jugadores para que trabajaran con él, negociar intercambios y coordinar movimientos conjuntos.

CICERO demostró este rendimiento jugando en webDiplomacy.net, una versión en línea del juego que atrae a algunos de los mejores jugadores de Diplomacy en el mundo.

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Los juegos se han visto durante mucho tiempo como un campo de pruebas para nuevos avances de IA. Así por ejemplo, tenemos el caso de AlphaGo de Google, programada para jugar el popular juego de mesa Go; en el caso de Pluribus de Facebook, se diseñó para jugar póker; mientras que AlphaStar logró vencer a jugadores profesionales de StarCraft II, un conocido videojuego de estrategia.

Pero a diferencia de los casos mencionados –que se han utilizado anteriormente para mostrar el desarrollo de la IA– Diplomacy es un juego sobre personas, en lugar de piezas. Podría decirse que es una combinación de ajedrez, póker y Survivor, en donde para lograr la meta es necesario una comunicación clara y empática.

“Crear un agente de IA que pueda jugar Diplomacy ha sido visto como un gran desafío, casi imposible durante décadas. Requiere dominar el arte de comprender las motivaciones y perspectivas de otras personas, hacer planes complejos y ajustar estrategias, y utilizar el lenguaje natural para llegar a acuerdos y formar alianzas con otros jugadores”, explica Brown.

No obstante, la compañía tecnológica ha dicho que Diplomacy es un punto de referencia para medir el progreso de CICERO, pero el verdadero objetivo es crear agentes de IA que puedan cooperar y negociar con los humanos en mundos virtuales y físicos.

Esto es posible gracias a que la IA de Meta integra un modelo de lenguaje con algoritmos de aprendizaje de planificación y refuerzo al inferir las creencias e intenciones de los jugadores a partir de sus conversaciones y generar diálogo en la búsqueda de sus planes. Según el investigador de Meta, “estas técnicas podrían utilizarse en el futuro para mejorar la comunicación entre los asistentes virtuales y las personas”.

La compañía tecnológica también considera que este proyecto tiene mucho que aportar al metaverso, su mundo virtual.

“Creemos que el metaverso tendrá agentes virtuales que interactúen con las personas. Piensa en una tienda virtual a cargo de un agente o en un salón de clases virtual donde un agente enseñe francés. Habrá oportunidades como estas en el futuro donde los investigadores y constructores podrían aplicar técnicas de nuestra investigación para ayudar a los agentes virtuales a comunicarse de manera más efectiva con las personas y otros agentes de IA en situaciones donde la cooperación, la colaboración y la negociación son fundamentales para la experiencia”, comenta el experto de Meta.