Los astronautas de la misión Shenzhou-18 (de izquierda a derecha) Ye Guangfu, Li Cong y Li Guangsu.
Los astronautas de la misión Shenzhou-18 (de izquierda a derecha) Ye Guangfu, Li Cong y Li Guangsu.
/ GREG BAKER
Agencia EFE

La misión tripulada china Shenzhou-18 regresó este lunes a la Tierra, trayendo consigo una carga de 34,6 kilogramos de muestras y resultados de experimentos científicos realizados en la estación espacial .

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Esta séptima tanda de experimentos incluye 55 tipos de muestras destinadas a 28 proyectos de investigación en áreas de biología, materiales avanzados y tecnología de combustión espacial, informó hoy la cadena estatal CCTV.

Las muestras de ciencias de la vida fueron enviadas al Centro de Ingeniería de Aplicaciones Espaciales de la Academia China de Ciencias (CAS) en Pekín, donde se revisaron y distribuyeron para su análisis.

Entre las 24 muestras biológicas, destacan cultivos de pez cebra, aminoácidos y microorganismos resistentes a la radiación, que permitirán estudiar desde el ciclo de materiales en ecosistemas acuáticos espaciales hasta la adaptabilidad de formas de vida anaerobias en entornos extraterrestres.

En el campo de los materiales avanzados, las 30 muestras incluyen aleaciones de niobio y vidrio bioactivo.

Los estudios se centran en el comportamiento de estos materiales en el espacio, evaluando la segregación de componentes y defectos de solidificación, con potenciales aplicaciones en láseres de fibra óptica y materiales para medicina de precisión.

Además, la Shenzhou-18 que trajo de vuelta a los astronautas Ye Guangfu, Li Cong y Li Guangsu, transportaba en su interior una muestra de nanopartículas sintetizadas mediante la combustión de metano, clave para investigar cómo la gravedad afecta la síntesis de partículas a escala nanométrica.

Esta investigación podría sentar las bases para futuras tecnologías de síntesis de materiales en el espacio exterior, semejantes a los de la misión Shenzhou-19, lanzada la semana pasada, que llevará a cabo investigaciones relacionadas con la construcción de hábitats en la Luna, utilizando ladrillos elaborados con material simulado de suelo lunar.

Es probable que la Tiangong, que operará durante unos diez años, se convierta a partir de este año en la única estación espacial del mundo si la Estación Espacial Internacional, una iniciativa encabezada por Estados Unidos y a la que China tiene vetado el acceso por los lazos militares de su programa espacial, se retira tal y como está previsto.

El pasado 15 de octubre, China presentó su nuevo proyecto científico, diseñado para guiar el desarrollo de misiones y fomentar avances tecnológicos con el fin de posicionar al país como “potencia mundial en ciencia espacial” a la vez que profundiza en la investigación del cosmos y la exploración del universo.

Dividido en tres fases, el Plan Nacional a Medio y Largo Plazo para el Desarrollo de la Ciencia Espacial prevé ejecutar más de 50 misiones hasta 2050, centrándose en áreas como la búsqueda de planetas habitables y el estudio de ondas gravitacionales.

China ha invertido fuertemente en su programa espacial y ha conseguido alunizar la sonda Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna -primera vez que se logra- y llegar por primera vez a Marte, convirtiéndose en el tercer país -tras Estados Unidos y la extinta Unión Soviética- en “amartizar”.

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